viernes, noviembre 18, 2022

LAS ASIMETRÍAS DE INFORMACIÓN EN LAS ONG Y SUS JUNTAS DIRECTIVAS

 LAS ASIMETRÍAS DE INFORMACIÓN EN LAS ONG Y SUS JUNTAS DIRECTIVAS

 

Luis Julián Salas Rodas

Sociólogo

Universidad Pontificia Bolivariana

Especialista y Magíster en Ciencias Sociales

Universidad de Antioquia

Magíster en Ciencias de la Educación

Universidad Paris XII

Luijus34@gmail.com

Twitter: @LuisJulianSalas

Blogs en Google: Juntas Directivas ONG; ONG y Gerencia Social; Familia y Otros

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 La información es el conjunto de datos acerca de un suceso, hecho o fenómeno, que organizados en un contexto determinado tienen su significado, cuyo propósito puede ser el de reducir la incertidumbre o incrementar el conocimiento acerca de algo”.  Oxford Languages

 La asimetría de la información es una situación dentro de una transacción en la que una de las partes tiene mayor o mejor información en comparación con la otra”. Es.weforum.org

                                        

La información es poder para quien o quienes la generan, detentan, poseen y controlan. El poder, ya sabemos, es la capacidad que tiene una persona o institución para imponer su voluntad a las demás personas. Según sean los medios que se empleen o los fines que se persigan, el ejercicio del poder puede convertirse en una fuerza positiva o negativa, de transformación u oscurantismo.

 En el juego de las bolsas de valores ganan más y pierden menos quienes más información poseen sobre los títulos del mercado; de ahí que, por código de conducta, ética y normas legales se prohíba a los corredores de bolsa adquirir títulos a su nombre o por interpuesta persona, por cuanto no solo obtendrían una ventaja desigual sino, además, tendrían conflictos de interés con sus clientes. Las informaciones maliciosas y engañosas sobre los títulos valores y las empresas inscritas en las bolsas de valores pueden generar el delito penal de pánico económico y graves pérdidas económicas. Tal es el poder del uso público indebido de la información. 

 La informática, (ciencia que se encarga de estudiar la administración de métodos, técnicas y procesos con el fin de almacenar, procesar y trasmitir información y datos en forma digital. Wikipedia), la globalización de las economías de los países y la Edad Digital, que se inicia a partir del año 2000, del tercer milenio, en la que se encuentra el mundo de hoy, han multiplicado de forma exponencial la producción, transmisión y divulgación de todo tipo de información, legal, ilegal, verídica, falsa, sesgada o incompleta, mediante la Internet, la virtualidad, las plataformas tecnológicas, los computadores personales, las tabletas y en especial en los teléfonos móviles inteligentes, que utilizan, cada vez más, cientos de millones de personas, de todas las edades y países alrededor del planeta. Es un avance científico, técnico y tecnológico irreversible para la humanidad. Antes de la globalización y la edad digital el mayor escollo para resolver un asunto o problema era la falta o precariedad de la información; ahora el mayor problema es el exceso abrumador de la información disponible sobre cualquier asunto o problema. Difícil resulta diferenciar el oro de la escoria en las redes sociales y descubrir y denunciar las Fake News que masivamente crean y difunden las llamadas bodegas. El acceso y procesamiento de datos y la información personal de los usuarios para perfilar sus gustos y patrones de consumo que venden después a clientes comerciales, a cambio del no cobro por la conexión y el servicio. Información personal que es suministrada por el sotfware de cámaras de vigilancia y de reconocimiento facial en calles y edificios y luego almacenada en bases de datos. Nada menos que las manifestaciones de un dominante capitalismo de vigilancia. Es un negocio multimillonario de las grandes empresas digitales como Amazon, Google, Facebook, Meta.  Instagram y Tik ToK, para mencionar solo las más grandes. La información no solo es poder, sino que genera jugosas ganancias para sus poseedores. ¿Y qué decir cuando la información personal ilegalmente conseguida se emplea en robar las identidades y claves bancarias para hackear cuentas y robar el dinero de los clientes?

 En Colombia la Constitución Política de 1991 reconoce el acceso a la información pública como un derecho de la ciudadanía y una obligación de las entidades estatales y sus funcionarios de divulgarla y responder de manera veraz, oportuna y accesible las peticiones que la ciudadanía y la sociedad civil les demande. Los derechos de petición son una forma jurídica de como se puede obligar a las entidades estatales a suministrar la información requerida. La circulación de la desinformación, deliberada y malintencionada, es un peligro público que afecta la confianza y la credibilidad de la ciudadanía ante las instituciones, sean esta oficiales o privadas.

 En los regímenes democráticos la información es considerada como un Bien Público mientras que en los regímenes dictatoriales la información a la ciudadanía es controlada por medio de la censura a los medios masivos de comunicación y el cierre de las plataformas digitales y las redes sociales.  

 En el cumplimiento y desarrollo de sus misiones institucionales y actividades programáticas las ONG, como cualquier otra organización formal, se genera, se detenta, se posee y controla información. Dentro de la estructura social conformada por la asamblea de socios/as, la junta directiva, la dirección ejecutiva y el equipo de trabajo, son esta dos últimas instancias quienes, por obvias razones, más información y conocimiento generan y detentan del funcionamiento de la organización. El equipo de trabajo, profesionales y empleados/as administrativos debe procesar los datos, las cifras, redactar y rendir informes periódicos, orales y escritos, a la dirección ejecutiva y, ésta, a su vez la presenta a los miembros de la junta directiva, a los financiadores, donantes, entidades gubernamentales, cámaras de comercio y aliados. Por normas estatutarias tanto la junta como la dirección ejecutiva deben presentar informes de gestión social y estados financieros a la asamblea anual de socios/as.

 Si la ONG cuenta con un área de comunicaciones, es ésta quien se encarga de suministrar la información, por medios de comunicación propios y redes sociales virtuales a sus distintos públicos de interés e involucrados. En tiempos pasados era costumbre de las ONG mantener un bajo perfil de sus actividades ante la Opinión Pública. Hoy, es, al contrario. El principio que rige es que lo que no se anuncia e informa es como si no se hubiera realizado. La reputación institucional, el más valioso bien intangible de una organización, depende y se mantiene de acuerdo a la frecuencia, impacto y veracidad de la información que la ONG divulga y que es bien o mal percibida por la sociedad y las comunidades. Toma mucho tiempo construir y preservar una buena imagen reputacional, pero toma muy poco tiempo afectarla por errores o actuaciones indebidas de sus instancias de gobierno o directivos.

 Las asimetrías de información en las ONG residen en que tanto la asamblea general de socios/as y la junta directiva dependen tanto de la cantidad, de la calidad y la frecuencia de la información que le suministre la dirección ejecutiva en las sesiones, ordinarias y extraordinarias, de los integrantes de la junta. No está igualmente informada una junta directiva que se reúne dos o tres veces al año, que una junta que se reúne diez meses, por lo menos, al año. Entre más grande, más diversificada y complejos sean los programas, proyectos, actividades de la organización mayor es la responsabilidad del equipo de trabajo y de la dirección ejecutiva de mantener bien informada a la junta. ¿Quién tiene, entonces, el verdadero poder de la información en una ONG? No hay duda: la dirección ejecutiva. Ella obra como una bisagra, como un filtro, que determina y decide qué tipo de informaciones y cuando, en que momentos y circunstancias es comunicada tanto al presidente/a de la junta directiva, como a la junta en pleno. El buen o indebido uso de este poder va a depender de la formación profesional, del carácter, del tiempo de vinculación y del estilo de dirección que lleva a cabo el director/a ejecutivo/a de la ONG. Si éste o ésta es de un estilo de dirección autocrático y tiene un presidente/a y una junta meramente protocolaria, la dirección ejecutiva tenderá a mantener, en los mínimos, la información que presenta a la junta, y, de esta forma, mantenerse, en el tiempo, tanto en el cargo como en el ejercicio del poder controlante autoritario de la organización.

 ¿Cómo contrarrestar este poder omnímodo y dictatorial de este tipo de directores/as ejecutivos/as? Pues con un presidente/a y una junta directiva que amen de asesorar a la dirección ejecutiva ejerza control efectivo y real sobre la misma. El líder del equipo de trabajo, profesionales y empleados debe ejercerlo la dirección ejecutiva, mientras que el liderazgo y el poder, democrático, no autoritario sobre la conducción de la junta lo debe ejercer el presidente/a. Si éste o ésta no lo hace como es debido, se crea un vacío de poder al interior de la junta que es usurpado y mantenido por la dirección ejecutiva.  Un presidente/a empoderado y responsable de sus funciones estatutarias no permite que sea solo, y a su arbitrio, el director/a ejecutivo/a quien fije la agenda de trabajo de la junta. Para que dicha circunstancia no suceda es imperativo que tanto el presidente/a de la junta como el director/a ejecutivo/a sé reúnan, presencial o virtualmente, una semana antes de la sesión de la junta directiva y acuerden, de manera conjunta, el temario de la agenda, ojalá según un plan operativo formulado anualmente por la junta en pleno, obviamente sujeto a ajustes y revisiones de acuerdo a coyunturas o imprevistos.

 Otra forma de limitar el poder controlante de un director/a ejecutivo/a autocrático en el funcionamiento de la junta directiva y frenar su monologo hegemónico de conversación es dar la posibilidad de que los profesionales coordinadores de los programas y proyectos sean los que presenten a la junta los informes respectivos y no, siempre, el director/a ejecutivo/a. Y, así, de contera, los miembros de junta tienen la posibilidad de conocer y tratar a los funcionarios de la organización; También, es recomendable que existan comités de trabajo conformados por miembros de la junta, los profesionales y la dirección ejecutiva sobre distintos temas de la organización y así ellos y ellas se enteren, de primera mano, de lo que allí se trata y puedan informar después a la junta directiva en pleno con distintas voces y miradas además de la dirección ejecutiva. Inclusive es deseable y recomendable en asuntos complejos y delicados tener la presencia y la asesoría en la junta de un asesor externo experto y reconocido en dichos temas que ilustre la toma de la mejor decisión.

 La asimetría de la información en la junta directiva de una ONG puede darse, además, si esta cuenta con un presidente/a de junta de estilo autocrático, que generalmente es el fundador/a de la organización. En esta situación el manejo y corrección de la asimetría es muy difícil ya que, en general, dicha junta está conformada por personas cercanas al fundador/a que no se atreven a contrariar o a oponerse a la orientación y determinaciones del fundador/a por ser una junta protocolaria, sin poder alguno, donde se le rinde culto y veneración. Nada que hacer al respecto. Máxime cuando en las organizaciones de estilo de dirección autocrática, ya sea del presidente/a de junta o del director/a ejecutivo/a nunca se evalúa su desempeño.  

 Por cuanto, ya dijimos, que la información es poder, mitigar sus asimetrías, lo más que se pueda, es un tema crucial que debe incorporarse en la elaboración del Código de Gobierno Corporativo, en el reglamento de la junta directiva, en el Código de Conducta y en los lineamientos éticos de la organización. Cuando una ONG, su junta y su dirección ejecutiva están más expuestos a los excesos y abusos de la manipulación indebida de la información por parte de estilos de dirección autocrática. Por dichas razones, es siempre aconsejable que las ONG se doten de un robusto Código de Gobierno Corporativo.  

 Cómo el tiempo y la periodicidad de las reuniones de junta directiva son limitados, es preciso definir cuál es el tema principal que ocupará la atención de los miembros en cada sesión. O sea que el contenido de la información a dar a conocer y tratar debe ser precisa, pertinente y de calidad. La debida diligencia de un miembro de junta directiva no es solo exigir estar bien informado sino, también, el de tomar decisiones oportunas y eficaces para la organización. La información es la materia prima para las argumentaciones y los debates de la junta directiva previa a la toma de decisiones. Uno de los obstáculos para ello es el exceso de información que, a veces, las direcciones ejecutivas presentan a las juntas se convierte en un “Show del power point”, de 60 diapositivas, una por minuto, es decir en una saturación en extremo fatigante para los miembros de la junta, presentación que se lleva la mayor parte del tiempo de la sesión. Un completo exabrupto. Una forma de evitar tan desafortunada situación es enviar con anticipación a los integrantes de la junta los documentos relativos a los temas a tratar. Y es responsabilidad de cada uno de ellos leerlos y estudiarlos debidamente para la reunión. Y, también, es preciso, que el presidente/a de la junta controle el tiempo dado a cada tema de la agenda pactada, para, de esta manera, evacuar los ítems del orden del día.  

Y es en las actas de las sesiones de junta donde debe consignarse, con rigor a la verdad y debida forma, la información, los temas tratados y las decisiones tomadas. Las actas, tanto de la junta directiva como de las asambleas de los socios/as, son la llamada   prueba reina para esclarecer situaciones, dirimir conflictos y emitir resoluciones de las instancias gubernamentales de inspección, control, vigilancia y sanción.

 La observación, el monitoreo y seguimiento de los cambios del entorno que pueden afectar o favorecer tanto la operación, como los resultados y la sostenibilidad de la organización en el devenir del tiempo es otra actividad que tanto la junta como la dirección ejecutiva deben siempre de considerar, siendo, para ello, necesario diseñar un dispositivo permanente de escucha, recolección y procesamiento de la información divulgada tanto en los medios de comunicación institucionales como en las redes sociales. El acceso a la información oportuna posibilita tanto a la junta como a la dirección ejecutiva tomar las decisiones y cambios que ameriten ajustarse a las nuevas situaciones y condiciones del entorno. Obvio que existe lo imprevisto, la incertidumbre, pero tal hecho puede mitigarse si se construye y se actualiza el mapa de riesgos de la organización y el protocolo ante hechos adversos. 

 Otra asimetría notable en la información tanto de la junta directiva como en el resto de la organización es lo relativo a como se genera y divulga los contenidos de la comunicación y sus canales. Es un asunto, muy importante, en la marcha cotidiana de toda organización, y las ONG no son la excepción. La teoría organizacional ha estudiado bastante la incidencia y los distintos efectos, tanto positivos como negativos, de la estructura formal e informal en las organizaciones. Esta teoría ha planteado el símil del iceberg donde lo visible, lo de menor tamaño, es la comunicación formal, la que emana de las instancias directivas, mientras que lo que no se ve, por estar sumergido, es lo de menor tamaño, lo que pesa más. Los rumores, las conversaciones de pasillo son inevitables y pueden influir, para bien o para mal, en las relaciones interpersonales y en el clima laboral. Los contenidos de la comunicación informal hacen parte de la cultura organizacional. Por las posiciones de la estructura social de poder muchas veces las altas directivas no se enteran o son las últimas en hacerlo de lo que se comenta a sotto voce entre los profesionales y empleados de la organización. Es parte de la condición humana…     

 Otro asunto importante a considerar con respecto a la información generada en la ejecución de los programas y proyectos de las ONG es que esta no debería de quedarse en los informes obligatorios y de rutina que llevan a cabo el equipo de profesionales y empleados, ya sea vinculados con contrato laboral o por prestación de servicios. Dicha información, datos, cifras, cuadros estadísticos pueden ordenarse, procesarse, divulgarse y convertirse en conocimiento si se incorporan bases académicas y científicas sobre la realidad y las comunidades y las poblaciones intervenidas. La sistematización de experiencias, los estudios de impacto o de efectos tempranos, son las formas aceptadas de como la información generada y recolectada se puede convertir en Gestión del Conocimiento en la práctica social de una ONG. Obrando así las ONG podrían ir dejando de ser percibidas como meras contratistas del Estado y operadoras de proyectos.  Para la consecución de tal propósito es menester que la ONG cuente con los recursos financieros adecuados y con los profesionales de planta o asesores externos expertos en la materia. La Gestión del Conocimiento producido y su divulgación a la sociedad en libros, impresos o virtuales, revistas especializadas, ponencias y eventos académicos incrementa el prestigio y la reputación institucional. O sea que las universidades y los centros de investigación no son las únicas instituciones que hacen Gestión del Conocimiento. Las ONG también pueden hacer esa labor y una manera de hacerlo es vincularse con ellas por medio de convenios de asociación y practicas investigativas con estudiantes de pregrado y posgrado.

 Concluyendo. Las asimetrías de información tanto en la organización como en la junta directiva, en sí mismas, son hechos inevitables en una organización, máxime cuando la rigen fuertes jerarquías y estilos de dirección autoritarios ya sea de parte de la presidencia de la junta o de la dirección ejecutiva. Las asimetrías de información pueden morigerarse si en las instancias de poder de la organización se aplica una gobernabilidad democrática y no autoritaria. Decíamos en un anterior escrito:

 La gobernabilidad en las ONG es la capacidad real que tiene la junta y la dirección ejecutiva de deliberar, tomar decisiones y hacer cumplir las políticas, lineamientos y órdenes necesarias para desarrollar tanto el objeto social como la misión institucional. El principio de gobernabilidad tiene dos acepciones: la autoritaria o la democrática. El autoritarismo, que no la autoridad, es una forma de relación que impone al otro su voluntad, que espera sumisión y obediencia incondicional. La democrática, por el contrario, implica deliberación, diálogo, la libertad de expresión, negociación, concertación, respeto por las diferencias, la diversidad y las minorías, acuerdo entre las partes.

 (La gobernabilidad democrática en las juntas directivas de las ONG. Juntas Directivas, liderazgo y gobernabilidad democrática en las ONG. Guía para el Fortalecimiento.  Luis Julián Salas Rodas.  Fundación Bien Humano. Medellín, 2014).

 La aplicación del principio de gobernabilidad democrática, en especial cuando está, expresamente, consignada en él Código de Gobierno Corporativo y sus anexos, se convierte en un medio adecuado para establecer pesos y contrapesos que equilibren, en la estructura social de la organización, los excesos de la asimetría de la información que se causan cuando ya sea la presidencia de la junta o la dirección ejecutiva abusan de su poder ejerciendo un estilo autocrático. Pesos y contrapesos como la que establece el Código de Comercio al exigir que la elaboración de los estados financieros de la entidad, sean auditados bajo el dictamen riguroso de la revisoría fiscal para su aprobación o rechazo.

 La gobernabilidad democrática posibilita, además, más transparencia en los canales de información, tanto formal como informal de todas las instancias de la organización, al tiempo que fortalece la reputación de la misma ante el Estado, la sociedad, las comunidades, los donantes y las agencias de cooperación nacional e internacional, dando ejemplo de la observancia de los valores democráticos en su desempeño. La información y su tratamiento constituye un activo intangible muy valioso que no debiera nunca ser alterado o dañado por intereses personales tanto en las ONG como en sus juntas directivas

jueves, junio 23, 2022

COMUNICADO PÚBLICO - RED SOLIDARIA DE ONG DE ANTIOQUIA

 COMUNICADO PÚBLICO

RED SOLIDARIA DE ONG DE ANTIOQUIA


Somos un Colectivo de Organizaciones No Gubernamentales-ONG de Antioquia, Organizaciones de la Sociedad Civil-OSC, constituidas y reconocidas legal y socialmente como Entidades Sin Ánimo de Lucro-ESAL; nos hemos conformado como Red con el propósito de sumar conocimientos, experiencias y capacidades para abordar la difícil situación de sobrevivencia por la que atravesamos en la actualidad.

Históricamente hemos tenido objetos sociales amplios, los cuales nos han permitido desarrollar iniciativas que atienden a grupos poblacionales con las mayores desventajas sociales en derechos humanos, educación, salud, vivienda, nutrición, empleo, recreación, cultura, primera infancia, familia y en temáticas medio ambientales, entre otras.

Hemos sido reconocidas en la sociedad por la participación en la gestión del desarrollo local y regional, y por apoyar el fortalecimiento de las comunidades para que autónomamente puedan incidir en la realización de sus necesidades básicas.

Las normas nacionales que se han promulgado en la última década (Decreto Ley 019 de 2012, Decreto 1851 de 2015, Ley 1819 de 2016, Decreto 092 de 2017, Decreto 2150 de 2017, Resolución DIAN 000019 de 2018, Decreto 1778 de 2021) han llevado a la desaparición de aproximadamente un 70%1 de las OSC en el país y a debilitar la capacidad administrativa de las que subsistimos para poder participar en procesos afines a nuestras opciones misionales, realidad contraria a lo establecido por la Constitución Política de 1991, que señala: “El Estado contribuirá a la organización, promoción y capacitación de las asociaciones profesionales, cívicas, sindicales, comunitarias, juveniles, benéficas o de utilidad común no gubernamentales, sin detrimento de su autonomía con el objeto de que constituyan mecanismos democráticos de representación en las diferentes instancias de participación, concertación, control y vigilancia de la gestión pública que se establezcan” (Art. 103). 

A la situación anterior se suma el nuevo rol que vienen asumiendo las principales Organizaciones de la Cooperación Internacional al desempeñarse como operadoras que contratan directamente con el gobierno colombiano, cambiando su mandato y reemplazando los conocimientos, experiencias y capacidades desarrolladas por un importante número de Organizaciones Sociales de la región y del país.

Anteriormente, la Cooperación Internacional financiaba proyectos para la superación de la pobreza y la inclusión social que les eran presentados por Organizaciones Sociales; pero desde el 2010 los países desarrollados y sus Agencias de Cooperación consideran a Colombia como un país de renta media alta y, por tanto, ya no es prioritario para la ayuda no reembolsable. Así, lo que antes se constituía como una certeza en las fuentes de ingresos para las Organizaciones Sociales, ya no lo es.

De otro lado, el Estado ha vuelto costumbre presionar para que los recursos económicos del apoyo internacional al desarrollo sostenible, la solidaridad con los sectores más desfavorecidos de la sociedad, la garantía y defensa de los Derechos Humanos Universales, la mitigación del cambio climático y, en general, el cuidado del medio ambiente, sean encauzados hacia las instituciones públicas, impidiendo en gran medida que esos recursos puedan ingresar a las Organizaciones Sociales que mantienen posturas críticas y proponen alternativas viables al modelo de desarrollo económico promovido desde el gobierno de turno.

Los Convenios de Asociación entre Entidades Estatales y las Organizaciones Sociales nos exigen el aporte económico del 30% del valor total del convenio, en dinero propio o proveniente de cooperación nacional o internacional; ya no puede ser en especie o en capacidad instalada. Esta exigencia deja por fuera a la mayoría de las Organizaciones que, por lo general y dada su naturaleza, no cuentan con recursos económicos en caja disponibles. Sin mencionar que el acceso a los créditos bancarios no es la mejor alternativa para cumplir ese requisito.

La estigmatización a la que hemos sido sometidas las Organizaciones por parte de distintas instancias/sectores de la vida nacional y funcionarios públicos por las denuncias que hacemos de atropellos oficiales a los Derechos Humanos y la defensa de los derechos políticos y ambientales de sectores excluidos de la sociedad hace que el cumplimiento de nuestra misión se torne más difícil y genere desconfianza en algunas poblaciones y comunidades que atendemos.

Las Organizaciones Sociales que firmamos el presente comunicado compartimos el proyecto político de la Constitución (Art. 1): “Construir un Estado Social de Derecho fundado en el interés general y en la dignidad humana.” Por política entendemos contribuir a la construcción colectiva de un orden social, económico, político y cultural en el que todas las personas puedan realizar su dignidad. Nuestro campo de actuación ha sido y seguirá siendo la sociedad civil fortaleciendo liderazgos democráticos, generando organizaciones que le permitan a la ciudadanía auto-determinarse, promover sus intereses y construir su futuro. En nuestra práctica hemos elaborado y validado estrategias, metodologías y técnicas para la comprensión y solución participativa de diferentes problemas, reconociendo a la vez el aporte de la institucionalidad pública, así como vigilando y apoyando la actuación de funcionarios públicos y de los políticos que tienen representación legítima de la sociedad.

En concordancia con la Constitución, promovemos en la sociedad civil la democracia participativa, valoramos y fortalecemos la democracia representativa en las instituciones y poderes de la sociedad. Por lo mismo, propiciamos el debate y la deliberación pública de los principales temas que tienen que ver con el desarrollo local, regional y nacional, educando en el conocimiento de las instancias democráticas y en el uso de sus instrumentos. Así mismo, informamos sobre la oferta de servicios públicos y la importancia de fortalecer y cuidar los espacios de deliberación, concertación y desarrollo legislativo.

En virtud de lo expuesto, y con el propósito de encontrar los mejores caminos para la superación de los principales problemas de las OSC y sus consecuencias sociales, nos permitimos proponer la conformación de una Mesa Permanente de Entendimiento entre el sector público, el sector privado y las Organizaciones Sociales con el propósito de revisar y ajustar la normatividad vigente que nos está afectando negativamente y a los grupos poblacionales destinatarios de nuestra acción, así como emprender, en la medida de lo posible, tareas conjuntas en favor del desarrollo de las comunidades con mayores desventajas sociales en nuestro país, en el marco del respeto a las diferencias de sus integrantes.

Estamos convencidos que sólo un sector social fuerte y cohesionado podrá ser un actor relevante para el fortalecimiento de la democracia en el país y en procura de ello trabajamos; mientras esto no ocurra, se corre el riesgo de desperdiciar una potente energía social que ha sido clave en los momentos de polarización de nuestro país y ante la necesidad de avanzar en el afianzamiento de un horizonte de reconciliación y paz para todos los colombianos y colombianas.

Junio de 2022

Organizaciones firmantes:

  • Corporación Pro Romeral
  • Corporación Ingenios
  • Corporación Educativa CLEBA
  • Corporación Concurrente – Proyecto Manada Libre
  • Corporación para la Educación Integral y el Bienestar Ambiental 
  • Corporación para la Investigación y el Ecodesarrollo Regional
  • Corporación de Estudios, Educación e Investigación Ambiental 
  • Fundación ConVida
  • Fundación Educativa Soleira
  • Corporación Biocahuana
  • Corporación Región.

lunes, abril 11, 2022

¿ASAMBLEAS CONFLICTIVAS, ASAMBLEAS PROTOCOLARIAS O ASAMBLEAS DELIBERANTES?: ¿QUÉ CONVIENE MÁS AL GOBIERNO CORPORATIVO DE UNA ONG?

 ¿ASAMBLEAS CONFLICTIVAS, ASAMBLEAS PROTOCOLARIAS O ASAMBLEAS DELIBERANTES?: ¿QUÉ CONVIENE MÁS AL GOBIERNO CORPORATIVO DE UNA ONG?

 

 

 

Luis Julián Salas Rodas

Sociólogo

Universidad Pontificia Bolivariana

Especialista y Magíster en Ciencias Sociales

Universidad de Antioquia

Magíster en Ciencias de la Educación

Universidad París XII

Luijus34@gmail.com

@LuisJulianSalas

Blogs en Google: Juntas directivas ONG; ONG y Gerencia Social

Medellín - Colombia

 

 


Contenido

1. Marco normativo de las asambleas de socios/as de las ONG en Colombia

2. Comité de Nominación y problemas de las asambleas de socios/as

3. Modelos de asociatividad en las ONG y su relación con el funcionamiento de las asambleas: asambleas conflictivas y asambleas protocolarias

4. El Gobierno Corporativo y la gobernabilidad

5. La estructura social y la línea de autoridad en las ONG

6. Los beneficios de una asamblea deliberante de socios/as en una ONG

 

1. Marco normativo de las asambleas de socios/as de las ONG en Colombia

 Las Organizaciones no Gubernamentales ONG, en Colombia, que hacen parte del sector social y de las Entidades Sin Ánimo de Lucro ESAL, están sometidas a la Ley, a la inspección, control, vigilancia y sanción por parte de las autoridades y cobijadas tanto por el Código Civil y el Código de Comercio, y por tanto deben estar debidamente formalizadas con una estructura organizacional de gobierno con distintos estamentos. Generalmente la estructura organizacional la conforman una asamblea de socios y socias, una junta directiva elegida por la asamblea, un director/a ejecutivo/a, comités permanentes o ad-hoc, y un equipo de profesionales y empleados a cargo de la dirección ejecutiva. En algunas ONG es una junta administradora permanente, que hace las veces de asamblea general y que mediante la cooptación elige y reemplaza a sus integrantes.

 Los estatutos y sus normas son las que rigen y regulan las relaciones entre los estamentos, su funcionamiento, la elección de dignatarios, sus funciones, del revisor fiscal y su suplente, la estructura organizacional, la cadena de mando, la resolución de conflictos y la disolución y liquidación de la organización, entre otras materias. Los estatutos deben ser observantes tanto de la Ley y de las disposiciones comunes tanto del Código Civil y de Comercio. Las reformas estatutarias deben ser aprobadas por una mayoría calificada y presentadas para su refrendación ante la respectiva entidad oficial competente.

 Las asambleas, previo acatamiento del respectivo proceso, pueden ser de carácter ordinario o extraordinario. Según la normatividad legal colombiana deben reunirse por lo menos una vez al año, antes de terminar el primer trimestre, para recibir y aprobar los informes sociales y financieros correspondientes a la gestión de la junta directiva, a la dirección ejecutiva y a su equipo de trabajo. La aprobación de los estados financieros y de la distribución de excedentes, si los hay, se efectúan después de escuchar el dictamen positivo de la revisoría fiscal.  La convocatoria debe realizarse con anticipación, según reza en los estatutos, y en ella incluir la agenda de la asamblea que sigue, casi siempre, una agenda ya establecido que incluye los ítems, de verificación de quorum,  lectura y aprobación del día, la elección de la comisión de revisión del acta, el nombramiento de presidente/a y secretario/a de la asamblea, la presentación de los informes sociales y financieros, la lectura del dictamen de la revisoría fiscal, su aprobación o no, la elección o confirmación del revisor fiscal o su suplente, la fijación de sus honorarios, la continuación sí o no en el Régimen Tributario Especial RTE de la DIAN, y por último, proposiciones y varios.    

 Por Ley, también, cada ONG, debe de llevar un libro de registro, actualizado, de socios y socias. Las ONG, en sus estatutos, definen la calidad de sus socios/as, si son fundadores, activos u honorarios. Bajo el principio democrático, cada persona es un voto.  En las ONG de composición mixta, con personas jurídicas tanto públicas como privadas opera el mismo principio. La representación puede ser presencial o ser delegada de un socio a otro por medio de un poder escrito. Hoy gracias a los medios tecnológicos de la Internet las reuniones de la asamblea, como de la junta directiva, pueden ser mixtas con presencialidad y virtualidad de los socios/as.

 Un aspecto crítico para el buen desempeño, participación y compromiso de un socio/a de una asamblea en una ONG es la forma como se selecciona, se elige y se realiza la inducción y el acompañamiento respectivo desde el momento mismo de su creación. Son el fundador/a o el grupo inicial de fundadores quienes se convocan y reúnen por afinidades, intereses, sueños e iguales motivaciones. El paso del tiempo y el curso de vida tanto personal como institucional van cambiando la composición de la asamblea fundacional. El relevo y la sucesión generacional le va imprimiendo otro carácter y cultura organizacional a la asamblea. Es normal que se presenten tensiones y conflictos entre los integrantes fundacionales los denominados “históricos”, ya mayores, y los nuevos socios más jóvenes. Un buen empalme generacional es la clave para la sostenibilidad y permanencia de la ONG en el tiempo. Si se hace como es debido la organización continua a pesar de la renuncia o muerte de sus socios/as fundadores.

 No hay un criterio único para decidir cuál el número ideal de socios/as que deben conformar la asamblea. Eso depende de la antigüedad, del tamaño y la complejidad de la organización. Lo que si es cierto es que entre más miembros tenga la base gremial más difícil se hace la convocatoria, la asistencia y el quorum necesario para deliberar y aprobar.

2. Comité de Nominación y problemas de las asambleas de socios/as

 En los Estados Unidos es muy común la practica en las ONG de establecer un Comité de Nominaciones y Desarrollo del Voluntariado, conformado por socios/as, que tienen como objetivo seleccionar y reclutar futuras personas para que hagan parte de la asamblea, de acuerdo con un perfil establecido en cuanto a valores, principios, ideología, conocimientos, experiencias, reconocimientos e intereses deseados por la organización. Mediante encuestas y entrevistas, tanto individuales como grupales se hace el proceso de selección para que luego, ya sea la junta directiva o la misma asamblea decidan mediante votación, a favor o en contra, la admisión de esa nueva persona a la membresía de la organización.  Dicho Comité se encarga luego de la inducción a los nuevos integrantes de la historia, políticas y principios institucionales, direccionamiento estratégico, planes, proyectos y programas de la organización, así como el de contar con una oferta atractiva y permanente de cualificación del voluntariado. Si así actuaran la mayoría de las ONG, independiente de su tamaño, se asegurarían de contar, siempre, con una base informada y comprometida de socios/as, que serían la fuente ideal para nombrar y remplazar a los miembros de la junta directiva cuando esta así lo requiera.

 Uno de los problemas más comunes, frecuentes y acuciantes en las ONG es la falta de interés y de compromiso de sus socios/as tanto en la asamblea, como en la junta directiva y los comités de trabajo. Esa es la queja más común de los directores ejecutivos/as que reclaman más apoyo, acompañamiento y asesoría por parte de los integrantes de la junta directiva. Duro decirlo, pero la falta de un aliciente económico, la naturaleza de una acción voluntaria, sin remuneración. u inciden en dicha situación; como también inciden la ausencia de un adecuado proceso de selección, reclutamiento e inducción de los socios/as. Otro factor que influye es la poca o nula información y llamados que durante el año hace a los socios/as de la asamblea la junta y la dirección ejecutiva. Cuando esta se limita, únicamente, a enviar una citación de convocatoria a la asamblea anual reglamentaria y a ocuparse de que haya el suficiente quorum para su validación, no puede demandarse que se manifieste poco interés en participar. Al socio/a hay que mantenerlo motivado, informado, darle la oportunidad de pertenecer y aportar sus conocimientos y experticias en los comités de trabajo, hacerle sentir que su deseo de solidaridad ser y sentirse solidario con los más necesitados de la sociedad es valorado y apreciado por la junta directiva y la organización. Si el socio/a no percibe que su vinculación es percibida como positiva la sociedad le ofrece la oportunidad de desvincularse de esa ONG para hacerlo en otra ONG que si le ofrezca y permita la realización de sus aspiraciones altruistas.

3. Modelos de asociatividad en las ONG y su relación con el funcionamiento de las asambleas: asambleas conflictivas y asambleas protocolarias

 En el modelo de asociatividad hay distintas posibilidades de conformar una ONG: están las asociaciones, que son grupos de personas naturales o jurídicas que se reúnen por compartir una misma filiación, gustos, intereses, oficios o profesiones; las corporaciones, que son, también, grupos de personas naturales y jurídicas que aportan su trabajo personal para el desarrollo de una misión y objeto social; y están las fundaciones, que se conforman por la existencia de unos bienes económicos que rentan o una voluntad testamentaria determinada para cumplir determinados fines sociales y filantrópicos. En las corporaciones existen, además, dos modalidades distintas en su sistema de Gobierno Corporativo: las corporaciones donde los empleados fungen como miembros tanto de la asamblea como de la junta directiva, es decir mantienen una relación laboral y militante a la vez, donde la ONG se convierte en su proyecto de vida, y aquellas corporaciones donde los socios miembros de la asamblea y de la junta directiva no fungen como empleados de la corporación o perciben remuneración alguna. En ambos modelos es clara la diferencia, en la forma como se ejerce el poder, la autoridad, la gobernabilidad, la toma de decisiones estratégicas y operativas. En la primera, los empleados al ser también socios activos están muy involucrados, tienen mucha injerencia en el manejo de la organización por cuanto adquieren un gran información y conocimiento y, por tanto, están expuestos a conflictos de interés entre lo que más conviene a la organización y lo que más conviene a los empleados. En este modelo se impone la negociación y la búsqueda permanente, por parte de los directivos y empleados, de consenso para la resolución de los conflictos, lo que hace lento, difícil y complejo la toma de decisiones y el ejercicio de la autoridad. Y siendo la asamblea el máximo órgano de decisión de una organización, recordemos que tiene la facultad de disolver y liquidar la entidad, ésta se convierte, al igual que la junta directiva, en otro espacio, otra instancia de lucha, para controvertir, para imponer posiciones ideológicas, para instaurar facciones, bloques de poder. Asambleas conflictivas que duran horas y horas agotadoras, que deben declararse en asamblea permanente mientras resuelven los pleitos y las diferencias. Dichas disputas, que en principio son expresión de un ejercicio democrático, pueden llegar a ser pugnaces, hostiles y conllevar, incluso, a la división o fin de la ONG. Este es uno de los riesgos latentes de las asambleas conflictivas.  Deliberar, controvertir, polemizar son actos que enriquecen el conocimiento y amplían la gobernabilidad democrática en una ONG, pero, trenzarse en agrias disputas ideológicas y en rivalidades personales por el poder y el control resulta nociva para un buen clima organizacional, funcionamiento y sostenibilidad de la organización. Es preciso anotar que no en todas las corporaciones donde los empleados son a la vez integrantes de los estamentos directivos mantienen relaciones conflictivas y disputas por el ejercicio del poder En esas corporaciones opera una cultura organizacional diferente, de buen entendimiento entre los estamentos y de acatamiento a la cadena de mando, y tienen los beneficios de contar con una asamblea deliberante de socios/as.

 Los conflictos entre las relaciones intrapersonales no siempre pueden evitarse ya que es consustancial a la condición humana la confrontación, la oposición y el desacuerdo frente a ideas, opiniones, actitudes, comportamientos e intereses. Cuando el conflicto busca causar daño o eliminar a la contraparte, ya sea verbal o físicamente, el conflicto es dañino. Cuando los conflictos se resuelven por vías pacíficas, sin acudir a la violencia, es porque se llegan a acuerdos beneficiosos para las partes en litigio. Cuando en una organización se instalan y se manifiestan los conflictos como forma predominante de relacionamiento de roles y de grupos, resulta afectada tanto la comunicación, como la confianza y la gobernabilidad haciendo muy difícil, complejo y desgastante el funcionamiento y cumplimiento de los objetivos misionales.   

 Las asambleas protocolarias, en cambio, son aquellas que se limitan a cumplir las formalidades legales y estatutarias de la ONG. Son aquellas donde sus integrantes, al tener poco compromiso, poco conocimiento y trato interpersonal, escaso interés, precaria y fragmentada información, conocimiento y motivación con el direccionamiento estratégico de la institución, y por ello, se limitan a aprobar, de oficio, el desarrollo del orden del día l y en dos horas de sesión, en promedio, concluyen la asamblea anual ordinaria. con. Este tipo de asamblea es ausente de deliberación, de controversias, de debates, de propuestas. Sus integrantes se limitan a una actuación pasiva, rutinaria, no saben, no son conscientes y responsables que tienen un encargo fiduciario delegado por el Estado y la sociedad de cuidar, de custodiar, de responder por el buen empleo de un patrimonio económico y social al servicio de las comunidades. Y expresión de ese desinterés y falta de compromiso son aquellos socios/as que nunca se hacen presentes en las reuniones de la asamblea y que siempre delegan su representación y voto en otro asociado/a. Y, que, además, mantienen en la lista a socios/as siempre ausentes.  De papel, de florero, así también se denominan las asambleas protocolarias. En las ONG donde prima este tipo de asamblea son la junta directiva y la dirección ejecutiva quienes asumen la total gobernabilidad y toma de decisiones. Y en lo que respecta a las asambleas de ONG conformadas, exclusivamente, por personas jurídicas la situación es, aún, más grave, por cuanto a estas reuniones suelen, asistir, generalmente, funcionarios delegados de los representantes legales, personas que poca o nula información tienen del acontecer de la ONG.  

4. El Gobierno Corporativo y la gobernabilidad

 ¿Qué conviene mejor, pues, a una ONG: ¿el tener una asamblea de socios/as conflictivas o una asamblea de socios/as protocolarios. La respuesta es ni lo uno, ni lo otro. Ambos extremos van en contra del buen Gobierno Corporativo de la ONG. Lo que más conviene a las ONG son asambleas deliberantes. Se entiende como Gobierno Corporativo:

  Aquel sistema, conjunto de normas y órganos de gobierno internos mediante el cual se dirige y controla la gestión de una organización, bien sea de manera individual o dentro de un conglomerado, grupo, o conjunto empresarial.

 Y se entiende por gobernabilidad como:

 La gestión de las tensiones que existen entre los intereses de la organización y sus grupos de interés. (1).

 La Asamblea General, junto a la junta directiva conforman el nivel legislativo en una ONG y hacen parte de la línea de autoridad. La línea de autoridad, conocida como cadena de mando, hace referencia a los órganos de gobierno y a los niveles de responsabilidad en la organización. En las ONG estos son: la Asamblea General, la junta directiva, la dirección ejecutiva, los mandos medios y el personal operativo. La siguiente ilustración da cuenta tanto de la estructura social como de la línea de autoridad:    

 

5. La estructura social y la línea de autoridad en las ONG


 Lo que una ONG requiere para un adecuado Gobierno Corporativo y gobernabilidad es que cada uno de sus estamentos, sus instancias, cumplan, en forma ordenada, las expectativas y funciones estatutarias aprobadas. Y los estamentos, las instancias están conformadas por personas las cuales, también, deben conocer y desempeñar las funciones, responsabilidades y competencias asignadas. La omisión de responsabilidades y competencias tanto personales como estamentales hace flaquear, debilitar tanto la gobernabilidad como todo el sistema de Gobierno Corporativo.

6. Los beneficios de una asamblea deliberante de socios/as en una ONG

 Ni asambleas conflictivas, como ya he señalado, ni tampoco asambleas pasivas, protocolarias, de papel o de florero. Lo que se necesita, lo que se requiere son asambleas deliberantes, que supervisen y exijan transparentes rendiciones de cuenta por parte de la dirección y la junta directiva, que realicen control y vigilancia del cumplimiento de los objetivos misionales, que sean observantes de la ética y reputación institucional, cumplidoras de las normas estatutarias, dispuestas a reformar los estatutos cuando así se requiera, conformadas por socios/as que se conocen entre sí,  con socios/as activos, informados,  motivados, comprometidos, responsables, conscientes del encargo fiduciario que tienen , que no temen o se cohíben de expresar sus opiniones, de entablar amigables controversias y siempre dispuestos a aportar, a dar lo mejor de sí para el cumplimiento de la misión de la ONG a la que pertenece.

 

Bibliografía     

 (1). Gestión del Gobierno Corporativo. Experiencia de la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia – CCMA. Colegio de Estudios Superiores de Administración. CESA. 2018. Op.Cit: Pág:43.

 Gobierno Corporativo: en las entidades sin ánimo de lucro en Colombia. Juan David Aristizábal Ospina, Alexander Guzmán Vásquez, María Andrea Trujillo Dávila. Bogotá. Colegio de Estudios Superiores de Administración – CESA. 2019.

 Entidades Sin Ánimo de Lucro: asociaciones, fundaciones y corporaciones. Liliana María Castillo Restrepo y otros. Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia. Medellín. 2009.

 Juntas directivas, liderazgo y gobernabilidad democrática en las ONG. Guía para el fortalecimiento. Luis Julián Salas Rodas. Fundación Bien Humano. Medellín. 2014.

miércoles, febrero 23, 2022

DE LA CONVENIENCIA DE MANTENER LAS ALIANZAS PÚBLICO – PRIVADAS ENTRE LA ADMINISTRACIÓN MUNICIPAL, EL SECTOR EMPRESARIAL Y EL SECTOR SOCIAL DE LA CIUDAD DE MEDELLÍN

DE LA CONVENIENCIA DE MANTENER LAS ALIANZAS PÚBLICO – PRIVADAS ENTRE LA ADMINISTRACIÓN MUNICIPAL, EL SECTOR EMPRESARIAL Y EL SECTOR SOCIAL DE LA CIUDAD DE MEDELLÍN


Por:

Luis Julián Salas Rodas

Sociólogo
Universidad Pontificia Bolivariana
Especialista y Magíster en Ciencias Sociales
Universidad de Antioquia
Magíster en Ciencias de la Educación
Universidad París XII
luijus34@gmail.com
Blog en Google: ongcolombia.blogspot.com
 Twitter @LuisJulianSalas
 Medellín – Colombia

  1. El Estado, la empresa privada y el sector social.  El renombrado profesor Salamon Lester, director del Centro de Estudios de la Sociedad Civil de la Universidad John Hopkins de Estados Unidos plantea que para el buen funcionamiento de una democracia se requiere la existencia de relaciones y vínculos entre tres sectores: el Estado, la empresa privada y el sector social. El Estado tiene a su cargo la defensa del territorio, la garantía del respeto al orden constitucional, la legalidad, la gobernabilidad, la legitimidad, la soberanía, el monopolio de las armas, la vigencia y garantía de los Derechos Humanos y la prestación de bienes y servicios a la población. Al sector empresarial le corresponde la creación de la riqueza, los ingresos, los empleos y los bienes y servicios para el mercado por parte de los grupos económicos y millones de pequeñas y medianas empresas y negocios, así como el ejercicio público, con recursos propios, de la Responsabilidad Social Empresarial RSE a las comunidades rurales y urbanas. Al sector social le corresponde el poder de la solidaridad, de la asociatividad y la cooperación. Conformado por miles de ONG, asociaciones, corporaciones, fundaciones, organizaciones comunitarias, las iglesias, las comunidades religiosas, las universidades y la comunidad en general. La conjunción del sector empresarial y el sector social conforman la sociedad civil. Mientras los funcionarios oficiales solo pueden hacer lo que la Ley les permite, la ciudadanía puede hacer todo aquello que la Ley no le prohíbe. Es esta una diferencia fundamental para entender los alcances y límites entre el funcionamiento del Estado y la sociedad civil en la construcción y mantenimiento de los Bienes Públicos. Y las relaciones y la convergencia de los sectores se dan, en forma simultánea, entre el Estado y el sector empresarial, entre el Estado y el sector social y entre este y el sector empresarial. Como bien dice la Canciller alemana Angela Merkel: “en una democracia todos debemos hacer las tareas que nos corresponden”. 

 

2.      Acerca del sector empresarial. En Medellín según el Registro Público Mercantil a diciembre de 2018 había 102.569 empresas matriculadas y renovadas, con un total de activos de $510.5 billones. En el 2020 el municipio de Medellín recibió 1.16 billones de pesos por concepto del impuesto predial e industria y comercio. (www.medellín.gov.co). Así que las empresas contribuyen con el pago de sus impuestos al sostenimiento de la administración municipal y a la financiación de los programas de inversión social para la población de las comunas de Medellín. Y la existencia del sector empresarial colombiano no solo es importante para el sostenimiento del Estado y los entes territoriales, sino que también lo ha sido en el apoyo a iniciativas gubernamentales de beneficio común. En el caso de Medellín y de Antioquia hay muchos ejemplos para mostrar cómo fue, por ejemplo, Bancolombia que financió durante varios años la campaña ciudadana de la Cultura Metro,  el apoyo técnico y financiero que recibió de la Fundación Empresarios por la Educación la Secretaría de Educación de Medellín para mejorar la calidad de la educación en las instituciones educativas públicas,  la Fundación para el Progreso de Antioquia, Proantioquia, la Corporación Antioquia Presente, la Cooperativa Recuperar, Cornare, el Instituto para la Exportación y la Moda Inexmoda, el Centro de Tecnología de Antioquia, la Incubadora de Empresas de Base Tecnológica, el programa  de fundaciones empresariales Entretodos, el Centro de Pensamiento Social, el programa Medellín Como Vamos y la Fundación Colfuturo, para otorgar becas- créditos para el estudio de maestrías y doctorados,  tuvieron su origen y apoyo decidido del  empresariado antioqueño. Mal hace el alcalde Quintero en estigmatizar a los empresarios y en desconocer el significativo aporte que durante décadas han realizado al desarrollo de la ciudad y el departamento en cumplimiento de su espíritu cívico y de los compromisos que impone asumir, en forma voluntaria, los principios de la Responsabilidad Social Empresarial RSE. Todas iniciativas y organizaciones que son la admiración de otras ciudades y departamentos del país.

 

  1. La importancia de lo público y de las Políticas Públicas.  Lo Público es entendido como todo aquello a lo que la ciudadanía puede acceder y disfrutar sin ningún tipo de restricciones, como una calle, un parque, una plaza, la seguridad, un medio ambiente sano y limpio, la información, la justicia, las redes sociales. Cuando en la sociedad surgen problemas que la afectan corresponde al Estado y a sus entes territoriales, departamentos, distritos y municipios liderar, formular e implementar, con la inclusión y la participación activa de los colectivos poblacionales y la ciudadanía, Políticas Públicas que atiendan a la solución real de sus problemas. Políticas Públicas como Buen Comienzo y la Política Pública de Familia de Medellín, fruto del trabajo conjunto, durante varios años, entre la administración municipal, el Concejo Municipal, las universidades, las iglesias y las ONG de familia de la ciudad. Medellín es un reconocido referente nacional en cuanto al diseño y concreción de una Política Pública para las familias. La sociedad civil debe permanecer siempre alerta y denunciar cuando se presenten hechos de cooptación del Estado por interés de privatizar lo publicó.

 

  1. La importancia de las alianzas público - privadas APP. Las alianzas público-privadas APP son otro medio de construir Bienes Públicos para el bienestar de la sociedad. Para el Banco Mundial una alianza es una relación abierta entre socios distintos, que se unen para hacer aportes diversos pero complementarios con el propósito de alcanzar un objetivo común acordado por todos. El valor de la confianza mutua entre los socios es fundamental para la pervivencia de la alianza en el tiempo. Las APP no son contrataciones que suscriben entidades de la sociedad civil con el Estado. Como ha dicho el exalcalde de Bogotá Antanas Mockus; "en una alianza todos ponen”. Un alcalde que participe de una alianza entre sectores no implica que pueda trasladar su autoridad y poder a los otros socios de la alianza. Las alianzas cuando se afianzan y consolidan adquieren relevancia económica, social y política para el desarrollo de la población y los territorios. Ejemplos de alianzas público – privadas exitosas en la ciudad son la creación de organizaciones como: el Parque Arví, el Parque Explora y Ruta N, una apuesta para la ciencia, la tecnología y la innovación.

 

  1. Preguntas de la ciudadanía al señor alcalde. La ciudad de Medellín es el resultado de la construcción colectiva de la CONFIANZA, de los esfuerzos, de los impuestos, de los aportes, voluntarios del sector empresarial y social, de las acertadas Políticas Públicas, de las alianzas público-privadas, y de la conformación de un valioso capital social, cívico e institucional de todos los sectores y NO ÚNICAMENTE de los recursos económicos, los planes de desarrollo, la voluntad política o la gestión de las administraciones municipales y del Concejo Municipal.  Por sus declaraciones públicas y sus decisiones el alcalde Quintero quiere desistir de continuar en esta dirección de cooperación, alianza, y trabajo mancomunado con el sector empresarial y el sector social. Ha dicho que: “Medellín ya no les pertenece”. ¿Con el debido respeto señor alcalde quisiéramos saber a quien o quienes ha dejado de pertenecer Medellín? ¿A quién o quiénes les pertenece ahora la ciudad?  ¿Cuáles son, ahora, sus “dueños”, sus nombres, orígenes, y probidad? ¿Están dispuestas esas personas u organizaciones a trabajar en alianza con su administración, en participar en la formulación e implementación de Políticas Públicas, en proponer y construir nuevos Bienes Públicos? Y la respuesta que también quisiéramos escuchar de sus labios es: ¿puede la alcaldía de Medellín a su cargo, ser el único actor social y político que represente los intereses y bienes públicos de la ciudad?  Solo con la unión, las alianzas y la convergencia colectiva en objetivos comunes entre el Estado y la sociedad civil es como podemos afrontar con éxito los problemas y las amenazas que se presentan para el adecuado desarrollo y la convivencia pacífica y democrática de la ciudad. Un ejemplo de ello fue el ataque y reto frontal que las fuerzas del narcotráfico impusieron a la ciudad en las décadas de los años 80 y 90 del pasado siglo. Fue con el concurso del Gobierno Nacional, mediante la Consejería Presidencial, las sucesivas administraciones municipales, el apoyo del sector empresarial, la intervención de las organizaciones del sector social y la participación de las mismas comunidades afectadas por los hechos de violencia, como pasamos del “miedo a la esperanza". Y otro ejemplo reciente ha sido el evento de la pandemia global del COVID 19. Si no es con el concurso, con la colaboración de toda la ciudadanía, de las familias, de las comunidades y las entidades tanto públicas como privadas no hubiese sido posible estar combatiendo la pandemia y mitigando sus perniciosos efectos sobre la vida y la salud pública de los habitantes de la ciudad. Es de anotar que entre la Fundación Fraternidad Medellín y las fundaciones del Grupo Empresarial Antioqueño GEA aportaron 16.800 mil millones de pesos para compra de insumos y aparatos médicos para dotar a las Unidades de Cuidados Intensivos, UCI, de la ciudad.

 

  1. Un nuevo pacto social entre los sectores de la ciudad y la administración municipal. Con seguridad, en el pasado se cometieron graves errores, se subvaloraron o ignoraron problemas sociales de las comunidades, se dejaron de atender urgentes necesidades materiales y se dejó coger ventaja de a la delincuencia organizada.  Todos asuntos posibles de corregir, afrontar y superar entre todos en el presente y el futuro.  Señor alcalde, aun le restan a usted y a su equipo de trabajo casi tres años de mandato para reflexionar, dejar el tono desafiante y descalificador, para no seguir estigmatizando a grupos y sectores, restablecer el diálogo y la confianza deteriorada con la sociedad civil, para volver al pacto social, y ser con propiedad el alcalde de todos y todas los ciudadanos y ciudadanas de Medellín y no solo de algunos colectivos o de sus votantes. Es usted señor alcalde quien decide, en su libre albedrío, como es que quiere ser recordado por el bien de la ciudadanía de Medellín, del departamento y del país una vez termine su mandato como alcalde en el 2023.

 

Luis Julián Salas Rodas

Medellín, 1 de febrero de 2022