jueves, marzo 21, 2013


 CARTA ABIERTA A LOS FEDERADOS
“AL BORDE DEL ABISMO: MIRANDO EL PRECIPICIO”
A PROPÓSITO DE LA ASAMBLEA ANUAL ORDINARIA DE LA FEDERACIÓN ANTIOQUEÑA DE ONG
2013

Luis Julián Salas Rodas
Sociólogo
Especialista y Magister en Ciencias Sociales
Magister en Ciencias de la Educación
Director Ejecutivo de la Fundación Bien Humano

www.bienhumano.org

En los tiempos que corren hay un consenso generalizado en el mundo de las ONG: estamos viviendo tiempos difíciles, tiempos de cambio tanto en el entorno como de puertas para adentro. Es un hecho que las agencias de cooperación internacional al desarrollo evalúan a Colombia como un país de renta media el cual debe pasar de ser un país receptor a un país donante. Otro hecho relevante lo constituyen las condiciones desfavorables en la contratación estatal en cuanto a términos de las convocatorias, licitaciones, requerimientos financieros y legales. Tal como están planteadas las normas legales de la contratación éstas sólo favorecen y fortalecen a las ONG que disponen de patrimonio, liquidez, capital de trabajo y capacidad de endeudamiento. La exigencia de contrapartidas en efectivo por parte de las ONG para la firma de convenios de cooperación lesiona la situación financiera de las organizaciones. Los términos de la contratación y los cortos tiempo de duración de los contratos impiden ofrecer estabilidad y dignas remuneraciones a nuestros empleados, los cuales viven en la precariedad laboral y en la discontinuidad de sus ingresos. Cada reforma tributaria es una amenaza a la derogación de los beneficios tributarios instituidos.

Ciertos personajes públicos siguen señalando y estigmatizando nuestro quehacer ante la sociedad. Las universidades estatales acaparan los recursos de la inversión social mediante el atajo ventajoso de los convenios interadministrativos que eluden la Ley 80 de 1993. Las cajas de compensación familiar son una competencia desigual que obtienen cuantiosos contratos públicos mediante el apalancamiento de su músculo financiero y su capacidad instalada como contrapartida y valor agregado. Muchas fundaciones empresariales han tomado el camino de ejecutar con personal propio los proyectos de responsabilidad social. Profesionales independientes, amparados en los derechos al trabajo y a la libre asociación, incursionan creando organizaciones sociales de consultoría, con ánimo de lucro que compiten, están en su derecho, como no, con las ONG sin ánimo de lucro ya establecidas.

Muchas ONG aún se resisten al trabajo en red y en alianzas y siguen renuentes a dejar de lado el protagonismo y la consecución solitaria de recursos. Todavía no damos respuesta convincente al Estado y la sociedad frente a los cuestionamientos de la falta de indicadores de impacto de nuestro trabajo con las comunidades. La gestión del conocimiento que realizamos sobre la gestión social sigue siendo insuficiente y de poco valor científico. Se sigue careciendo de un sector social organizado que lidere propuestas de desarrollo social. La asociatividad gremial es escasa y débil en el relacionamiento y defensa de los intereses frente al Estado. Falta mucho por hacer en cuanto a disponer de miembros de juntas directivas conocedores, comprometidos y responsables que aseguren la gobernabilidad y lideren en forma acertada el norte de las organizaciones.

No debemos desconocer los logros alcanzados y el consolidado histórico de buenas prácticas en beneficio de la sociedad en general. Lo actuado en el pasado es valioso y muy reconocido. Pero las glorias pasadas no nos dan para seguir viviendo. El presente y el futuro cercano que se avizora no es un ambiente favorable, habilitante, es un medio hostil, de complejidad creciente. No podemos seguir dando la espalda a estas realidades que nos aproximan al abismo de la extinción. Debemos repensar las concepciones, la razón de ser, el papel como actores sociales del desarrollo y ser más innovadores en los programas y proyectos. Debemos salir del activismo febril de la sobrevivencia económica, de la sostenibilidad precaria del día a día. Hay que reinventar nuevas formas de generación de ingresos que aseguren la continuidad y el fortalecimiento. Hay que hacernos más visibles y manifestar ante el Estado y la sociedad, por todos los medios legítimos posibles, el poder social que detentamos, así como los aportes al bienestar y calidad de vida de las personas, grupos, familias y comunidades.

Las ONG federadas reconocemos y apoyamos la institucionalidad, la Constitución Política, el Estado Social de Derecho, los Derechos Humanos, la legalidad y la gobernabilidad. Las ONG federadas recaudamos la retención en la fuente, el IVA, pagamos impuesto de renta, impuesto predial, impuesto de Industria y Comercio y el cuatro por mil, tributamos de nuestros recursos para sostener el Estado, al tiempo que aportamos bajo el principio de la corresponsabilidad. Rechazamos el llamado de los violentos y las vías de hecho. Sentimos el desinterés del Estado en escuchar y atender nuestras demandas. Percibimos la indiferencia de la sociedad ante las preocupaciones que nos estresan. El debilitamiento de nuestras organizaciones y su liquidación sería una pérdida irreparable del capital institucional y social, perdida que afectaría la estabilidad de la vida democrática del país. Estamos en crisis y ya sabemos la lección: o salimos fortalecidos o nos hundimos… Con la fuerza ética que hemos acreditado en los ejercicios de rendición pública de cuenta repotenciemos la gestión gremial de la Confederación Colombiana y la Federación Antioqueña de ONG: repensemos, decidamos y actuemos que todavía estamos a tiempo de mitigar los riesgos y daños de la hecatombe. Que la elección de un nuevo Consejo Directivo y de una nueva Dirección Ejecutiva sea una oportunidad para priorizar, en la agenda de trabajo, la defensa de nuestros intereses en cuanto a términos más equitativos y justos de la contratación con el Estado.

Luis Julián Salas Rodas
Director Ejecutivo

Fundación Bienestar Humano

viernes, noviembre 30, 2012


EL RESPETO A LA DIGNIDAD HUMANA Y EL DERECHO A LA EDUCACIÓN DE ADULTOS Y SUS FAMILIAS

Luis Julián Salas Rodas
Sociólogo
Especialista y Magister en Ciencias Sociales
Magister en Ciencias de la Educación
Director Ejecutivo de la Fundación Bien Humano

www.bienhumano.org

“Aprendí a leer y a escribir, aprendí a participar, hasta a pintar, aprendí a compartir, aprendí a controlarme, aprendí a que uno debe salir de la casa, aprendí a prender el computador. Cuando fuimos al Jardín Botánico, hay una Ceiba que la llaman barrigona. Aprendí números, que no sabía nada. Aprendí las estaciones del tiempo y las formas de comunicación”.
(Testimonio de mujer adulta participante del proyecto de alfabetización  y educación de adultos:“Leer y escribir la realidad para ser libres”)

Desde el año 2000 la FBH inicio acciones de alfabetización de adultos en las zonas rurales de Antioquia donde trabajábamos con las familias y los educadores.  En los primeros años tuvimos aportes financieros de la Fundación Alfabetizadora Laubach para el Caribe y América Latina y Proliteracy World Wide, ONG norteamericana que tiene programas en 34 países.

A mediados del 2007 la trabajadora social Ángela María Mesa Londoño, funcionaria de la Secretaría  de Desarrollo Social del municipio de Medellín se acercó a la FBH para solicitar apoyo al macroproyecto de Moravia.  De una población cercana a 42.000 personas el 10%, mayores de 15 años, se encontraba en situación de analfabetismo estructural lo que impedía el desarrollo de los programas.  Por esa misma época la Fundación Fraternidad Medellín se interesó en el tema de la alfabetización de adultos. En el 2009 iniciamos una nueva propuesta denominada “Leer y Escribir la Realidad Para Ser Libres” retomando nuevos enfoques pedagógicos y de educación de adultos, atendiendo a la vez los requerimientos del Ministerio de Educación para certificar a los participantes en el llamado CLEI: Ciclo Lectivo Educativo Institucional. Siendo las familias el grupo objetivo de la FBH el proyecto incluyó además del equipo pedagógico un equipo sicosocial de apoyo y acompañamiento a los adultos y las tutoras. Con el firme respaldo financiero de la Fundación Fraternidad Medellín graduamos, en ese año 250 adultos residentes en el barrio Moravia de Medellín en el CLEI 1 (1°, 2° y 3° de primaria).  El 71%  siguió sus estudios en el nivel 2 del CLEI.  En el 2010 graduamos 100 adultos de los barrios la Cruz y la Honda y el 69%  de ellos avanzó al nivel 2 del CLEI (4°, 5° y 6°).  En el 2011 participaron 180 adultos de las comunas 8 y 9 de Medellín, del barrio Campo Valdez, de la Fundación las Golondrinas, del programa Centro Día de habitantes de calle y adultos mayores de la Sociedad San Vicente de Paul.  En el 2013 esperamos graduar 180 adultos de los barrios Belén Rincón, Llanaditas, Santo Domingo, Picacho y de las instituciones Calor de Hogar, Senderos de Luz y Centro Día de Medellín.  Desde el año 2000 hasta la fecha hemos alfabetizado 1.672 personas adultas y muchas de ellas han logrado terminar  primaria y bachillerato. Algunas aspiran a continuar estudios técnicos y superiores.

Los participantes de “Leer y escribir la realidad para ser libres” reciben 400 horas presenciales, realizan salidas pedagógicas con las tutoras a distintos sitios de la ciudad y tienen la oportunidad de acceder a la alfabetización digital en las salas y bibliotecas públicas y también aprenden del manejo de finanzas personales y familiares.

Más que la estadística, el impacto  del trabajo realizado hay que evaluarlo en el contexto de la recuperación de la dignidad humana, de la autoestima personal,  de la restitución de un derecho negado: el de la educación y el de la inclusión social y ciudadana.  Estamos de acuerdo con la movilización de recursos y la política pública hacia la primera infancia y la adolescencia pero, también, el Estado y la sociedad tienen, en Colombia, una deuda social pendiente con la población iletrada adulta joven y mayor.  ¿Por qué otros países han logrado erradicar el analfabetismo y el nuestro aun no?  ¿Por qué persisten las condiciones de inequidad y exclusión a la educación y el trabajo decente?  ¿Por qué fuimos el último país de América Latina en garantizar la gratuidad en educación básica  y secundaria?

En la antigüedad  griega Pitágoras de Samos dijo: “Ayuda a tus semejantes a levantar la carga, pero no te consideres obligado a llevársela”. Cuando asumimos la carga del otro lo volvemos dependiente, le quitamos su dignidad e iniciativa. En la FBH hemos y seguiremos ayudando a “levantar la carga”, brindando oportunidades y acompañamiento para que las personas familias y comunidades puedan seguir, con entusiasmo y sano orgullo, el desarrollo de sus capacidades, talentos y competencias.  Si los padres y madres, quienes son las figuras de identidad más importantes de los hijos, elevan su nivel educativo mejoran con ello la calidad de vida de sus familias, sus relaciones con ellos y valoran el acceso y la permanencia de sus hijos  en el sistema escolar. Alfabetizar no es solo la tarea de enseñar a leer, escribir o a aprender las operaciones matemáticas básicas. Se piensa que la tarea de alfabetizar es asunto de cartillas, campañas y de unas horas de trabajo voluntario. ¡No! Para alfabetizar un adulto  hay que prepararse académicamente en la disciplina de formación y educación de adultos; alfabetizar un adulto es garantizar el cumplimiento de los Derechos Humanos, es abrir las puertas invisibles que cierran su ingreso al ejercicio pleno de su ciudadanía  de su participación social, productiva y política.  En el mundo se estima que existen 800 millones de personas analfabetas mayores de 15 años, la mayoría mujeres rurales que por razones culturales o religiosas se les niega el derecho a la educación. Malala  Yousafzai la joven paquistaní que fue herida a bala por defender su aspiración al conocimiento, a las oportunidades y al desarrollo de sus capacidades es símbolo de las creencias que mantienen la inequidad y la injusticia sobre las mujeres.
     
En nuestro país son alrededor de 2.100.000 los iletrados, mayores de 15 años,  a los que, por diversas razones se les sigue negando el derecho a la educación; de ellos 400.000 son antioqueños(as).  Antioquía lidera este ranking. ¿Será que el Plan de Desarrollo del gobernador Sergio Fajardo Valderrama  “Antioquía la más Educada” se ocupar de ellos y los incluirá de verdad?

En Medellín las cifras de la problemática son también preocupantes, según dos estudios  Encuesta De Calidad de Vida ECV y la Gran Encuesta Metropolitana de Hogares (GEIH), 51.702 personas mayores de 15 años son analfabetas estructurales, 225.000 personas entre los 15 y 65 años son analfabetas funcionales y en cuanto el analfabetismo digital el 54% de los hogares no tiene computador y el 62.42% no tiene conexión a internet. De acuerdo con información de la Personería de Medellín en los últimos 10 años han llegado a la ciudad alrededor de 250.000 personas de distintas regiones rurales del departamento y del país. Personas y familias que huyen del conflicto armado o en búsqueda de oportunidades que desean quedarse y ser ciudadanos. Con ellos  en vez de disminuir crece la tasa de analfabetismo y la demanda por vivienda y servicios.
  
Los  datos del Ministerio de Educación Nacional inquietan ya que, a pesar de todos los esfuerzos,  aun existen alrededor de 1.000.000 de niños, niñas y jóvenes por fuera del sistema escolar sino se toman medidas que los incluyan ahora ellos serán los adultos iletrados del futuro y el problema de la erradicación de todo tipo de analfabetismo seguirá como  una tarea pendiente del Estado.

En 1986 la Asamblea General de la Naciones Unidas declaró que el Desarrollo es un “derecho humano inalienable en virtud del cual todo ser humano y todos los pueblos están facultados para participar en un desarrollo económico, social, cultural y político en el que puedan realizarse plenamente todos los Derechos Humanos y libertades fundamentales, a contribuir a ese desarrollo y a disfrutar de él”. (Declaración sobre el Derecho al Desarrollo). Dos preguntas: ¿Cómo puede garantizarse el derecho al desarrollo de las personas y los pueblos si el Estado no garantiza primero el derecho a la Educación? Si se afirma que los atributos que debe tener una persona para ejercitar sus derechos son la dignidad, la libertad, la responsabilidad, la igualdad y la autonomía, ¿Cómo pueden concretarse estos atributos sin la vigencia del derecho a la educación?

 Con gran complacencia entregamos a los educadores, a la comunidad científica y a la sociedad los hallazgos, resultados y conocimientos que el equipo pedagógico y sicosocial ha logrado allegar en el transcurso de los últimos 4 años de ejecución del proyecto “Leer y escribir la realidad para ser ibres”.  El texto en mención es el segundo libro de sistematización de la experiencia.

Tan importantes como la cobertura poblacional y geográfica del proyecto es constatar los cambios en la vida personal y familiar de los participantes como el de la señora Beatriz Elena Lopera residente del barrio Moravia de Medellín quien logró su mayor deseo: aprender a leer y escribir para poder hacer las tareas con las nietas o la señora María Vitalina Quiceno quien culminó el primer nivel del CLEI en compañía de sus dos hijas adultas y así podríamos citar muchos otros  maravillosos ejemplos.

Las revoluciones políticas y los movimientos sociales y culturales son los que transforman a los Estados y las sociedades del planeta.  Las ONG sabemos de nuestros alcances y limitaciones, contribuir con nuestros modestos recursos y grandes ideales al cambio personal, familiar y comunitario es ya de por sí una meritoria contribución al desarrollo humano y local.
      
El primer agradecimiento es para los participantes, jóvenes, hombres y mujeres adultos y mayores quienes con su entusiasmo, compromiso y deseos de aprender dijeron si a la convocatoria.  Reconocimiento al equipo pedagógico y profesional quienes con su conocimiento, experticia  y trabajo ha sido posible desarrollar los objetivos y metas del proyecto.  Gratitud a las  Fundaciones Fraternidad Medellín, Sofía Pérez de Soto, las Américas, las Golondrinas  y Proliteracy World Wide por compartir nuestra misión y visión de la “Educación para todos y todas las personas sin límite de edad”. Con ello, como organización de la sociedad civil, asumimos el principio constitucional de la corresponsabilidad en un tema que es de interés público, pero sin olvidar que la responsabilidad primaria y directa de garantizar el derecho a la educación  es  y seguirá  siendo  del Estado.

(Si desea conocer las publicaciones virtuales  sobre alfabetización de la Fundación Bienestar Humano, entre a nuestra página web www.bienhumano.org , link: publicaciones)