miércoles, noviembre 30, 2005

LA PROMOCIÓN Y LA PREVENCIÓN EN LA EDUCACIÓN FAMILIAR: UNA ESTRATEGIA VÁLIDA PARA EL LOGRO DE CAMBIOS POSITIVOS DE ACTITUD Y DE COMPORTAMIENTO

Alcances y límites bajo el modelo de trabajo de la Fundación para el Bienestar Humano. Estudios de caso, longitudinales y de seguimiento entre 1977 y 1996

PONENCIA PRESENTADA EN EL FORO: RETOS DE LA EVALUACIÓN DE IMPACTO EN EL TEMA DE FAMILIA SECRETARÍA DE BIENESTAR SOCIAL OFICINA DE LA FAMILIA MUNICIPIO DE MEDELLÍN


Luis Julián Salas Rodas
Sociólogo
Especialista y Magister en Ciencias Sociales
Magister en Ciencias de la Educación
Director Ejecutivo de la Fundación Bien Humano




Medellín, Diciembre de 2005




1. PRESENTACIÓN
2. DESCRIPCIÓN DE LA ORGANIZACIÓNJUSTIFICACIÓN
3. MARCO FILOSÓFICO
4. LOS CONCEPTOS DE PROMOCIÓN Y PREVENCIÓN
5 PRINCIPIOS PARA LA ACCIÓN
5.1
De la Relación Profesional
5.2 De los conocimientos y su enseñanza

6. CÓMO SURGIÓ LA HIPÓTESIS DE TRABAJO
7. PROCESO MEDIANTE EL CUAL LA HIPÓTESIS SE CONVIRTIÓ EN EL PROGRAMA FORMACIÓN PARA LA VIDA EN FAMILIA
8. COBERTURA GEOGRÁFICA Y POBLACIONAL DEL PROGRAMA FORMACIÓN PARA LA VIDA EN FAMILIA: 1975 – 2004
9. COMPROBACIÓN DE LA HIPÓTESIS DE TRABAJO
10. HIPÓTESIS DE EVALUACIÓN DEL CURSO-TALLER VIVAMOS EN FAMILIA
11. OPERACIONALIZACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN EVALUATIVA
12. DISEÑO METODOLÓGICO DE LA EVALUACION
13. RESULTADOS
14. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES DE LA EVALUACIÓN

CONCLUSIONES GENERALES
BIBLIOGRAFÍA


PRESENTACIÓN

Desde sus inicios, en 1934, la Fundación para el Bienestar Humano, FBH, ha trabajado siempre con las familias. A partir de 1973 iniciamos una nueva etapa de desarrollo al decidir que todos los recursos humanos y financieros se pondrían a disposición de fortalecer las relaciones familiares desde las áreas de la promoción, la prevención y la investigación. Los programas de Formación para la Vida en Familia y Formación para el Trabajo con la Familia fueron la respuesta institucional para concretar en acciones el nuevo direccionamiento estratégico de la organización.
En los primeros años se dio un énfasis a la interrelación padres-hijos. El curso Vivamos en Familia, de 40 horas de duración, ofrecía a los padres, madres, personas solteras mayores de 18 años y educadores la oportunidad de acceder al conocimiento científico acerca de las distintas etapas ciclo vital humano: Concepción, embarazo, parto, infancia, edad escolar, adolescencia, edad adulta, madurez, vejez y muerte. Con un enfoque sistémico, en cada etapa evolutiva se abordaba el desarrollo biológico, el desarrollo de la personalidad y el desarrollo intelectual. El curso profundizaba en la etapa de la infancia por considerar que allí se daban o no las bases del desarrollo. La FBH diseño y ofreció el curso Vivamos en Familia en las modalidades presencial, a distancia y por radio alcanzando una cobertura geográfica de 32 departamentos y 478 municipios del país. Desde un principio se estableció efectuar un seguimiento evaluativo, de corte longitudinal, que diera cuenta de los resultados y efectos del curso Vivamos en Familia en los y las participantes. La hipótesis de trabajo de la cual partimos fue la siguiente:
“ Adquirir conocimientos es uno de los que genera cambios positivos de actitud y de comportamiento en las personas. Por tanto si de da acceso a los padres y madres de familia a los conocimientos científicos relativos al ciclo vital humano, se les dará oportunidad para que hagan cambios o mejoras en su desempeño como formadores de los hijos”
Para confirmar dicha hipótesis la FBH realizó, entre 1977 y 1994, 22 estudios cuyos resultados presentamos en esta publicación. La investigación social y evaluativo de los programas ha sido una constante y una fortaleza de la FBH la cual queremos compartir no solo con la comunidad académica sino, también, con nuestros colegas. Agradecemos su lectura atenta y sus comentarios.
Luis Julián Salas Rodas
Director Ejecutivo
FBH
1. 1. DESCRIPCIÓN DE LA ORGANIZACIÓN

La Fundación para el Bienestar Humano es un organización no gubernamental, de utilidad común, sin ánimo de lucro, fundada en 1934 con personería jurídica No. 24 de la Gobernación de Antioquia.

MISIÓN

Propiciar cambios positivos de actitud y de comportamiento en el entorno de la vida cotidiana de las familias, mediante el acceso al conocimiento científico y la reflexión participativa acerca del desarrollo humano y las relaciones familiares y comunitarias, con el fin de contribuir a crear una sociedad más justa, democrática y pacífica.

La Fundación orienta sus recursos y programas de manera preferencial a la población de estratos bajos, urbanos y rurales, del país y tiene en cuenta el desarrollo humano y la calidad de vida de sus empleados.

VISIÓN

La FBH será una organización eficiente e innovadora a nivel programático, financiero e investigativo; facilitará a un mayor número de familias su fortalecimiento en los aspectos psicosociales para que mejoren su convivencia pacífica y la prevención de sus problemas.

OBJETIVO

Posibilitar que personas, familias y comunidades accedan al conocimiento científico y a la reflexión participativa acerca del desarrollo humano y las relaciones familiares para la promoción de una convivencia pacífica y la prevención de sus problemas.

PRINCIPIOS

· El respeto por la dignidad humana
· El respeto por la diversidad sociocultural de las familias y comunidades
· La valoración del saber y la experiencia popular
· La opción preferencial por la población vulnerable
· La coherencia y transparencia en la gestión institucional
· La autonomía programática y conceptual
· El incentivo del desarrollo humano y la calidad de vida de sus empleados

Está conformada por: La Asamblea de socios, la Junta Directiva, el Director Ejecutivo, los Comités asesores de la dirección, el personal administrativo y los profesionales talleristas.

Su objetivo es desarrollar, fortalecer, reestructurar y propiciar cambios necesarios en las relaciones familiares, para crear en la familia una conciencia de permanencia y un clima de relaciones sanas y estables, que ofrezcan a los hijos las posibilidades para desarrollar una personalidad capaz de interactuar y enfrentar diferentes situaciones en su presente y futura convivencia familiar y social.

La Fundación ha hecho presencia en 32 departamentos y 478 municipios del país, capacitando alrededor de 73.930 personas en las modalidades presencial y a distancia, a 43.703 agentes multiplicadores para el trabajo con las familias y ha realizado convenios y/o contratos con 400 organizaciones.. La proyección cuantitativa global del trabajo realizado se estima en 1.040.069 personas, sin tener en cuenta los programas de radio, en los cuales no es posible cuantificar la cantidad de oyentes ni su proyección cuantitativa.

En el área educativa la Fundación para el Bienestar Humano se cataloga como una institución de educación no formal e informal.

Sus programas son:
· Formación para la Vida en Familia. A este programa pertenecen los cursos-talleres de Vivamos en Familia y Construyendo la Familia y los talleres educativos encuentro de familias, encuentro de parejas, encuentro de niños(as), asertividad, autoestima, entre otros, además de la serie y campaña radial Vivamos en Familia y Familia Siglo XXI

· Formación para el Trabajo con la Familia. Capacitación a multiplicadores.
· Proyectos especiales.
· Periódico Generación.
· Investigación Social.
· Publicaciones y material did
· Libros, Folletos y recursos didácticos.
2. JUSTIFICACIÓN

El que el individuo desarrolle una personalidad armónica que le permita asumir en las diferentes etapas de la vida las diversas responsabilidades y papeles sociales que debe desempeñar, está influido por una serie de factores de índole biológicos, psicológicos, intelectuales y socioculturales que deben hacerse presentes en respuestas a las demandas de sus necesidades.

La familia es la principal institución que influye en este proceso, debido a que:

-El hombre nace en ella y en ella obtiene la primera, la más íntima relación de su vida, la más determinante del sentido que confiere luego a su identidad y a su existencia, porque en el marco estructural y funcional de su familia, es donde el individuo encuentra dadas y ancladas las realidades que constituyen el núcleo original de su personalidad.

-Corresponde pues primariamente a la familia y dentro de ella de modo especialísimo a los padres, la responsabilidad de ofrecer al hijo, fundamentalmente en las etapas formativas un clima de relaciones interpersonales positivas y estables, que le aseguren la experiencia de sentirse en un mundo acogedor, en un mundo abierto, físico y humano, que lo invita a que lo explore sin miedo ni fracaso.

-Los padres de familia se encuentran pues enfrentados a una responsabilidad única, ineludible y difícilmente reemplazable y la inmensa mayoría de ellos no tienen acceso a los conocimientos inherentes al desarrollo, que les proporcionen los elementos necesarios para comprender los fenómenos propios del crecimiento de sus hijos, la verdadera trascendencia de la relación formadora y las opciones para efectuar cambios o mejoras en el difícil desempeño del papel de padres y de pareja.
3. MARCO FILOSÓFICO

La organización dedica todo su potencial humano y financiero al área de la educación familiar promocional y preventiva, posibilitando a la pareja, a los padres y madres de familia, a las personas solteras, a niños, niñas, jóvenes y a agentes multiplicadores el conocimiento científico y la reflexión participativa necesarios para un adecuado desarrollo de la personalidad y desempeño en el rol de pareja y formadores de los hijos.

Se trata de dar una opción y respuesta a la familia para que logre desarrollar, fortalecer, reestructurar y propiciar en las relaciones familiares cambios necesarios para crear un clima de relación estable, y una conciencia de permanencia que ofrezca a la pareja y a los hijos la posibilidad de desarrollar una personalidad sana, capaz de interactuar y afrontar diferentes situaciones de la convivencia familiar y social.

La educación familiar, promocional y preventiva es una estrategia acertada para permitir a las personas y a las familias realizar cambios de actitud y de comportamiento, y de esta forma lograr una mejor calidad de vida. La investigación y evaluación permanente de las acciones y los testimonios de los participantes han confirmado la validez de la estrategia. La Fundación ha realizado 22 investigaciones evaluativas de su modelo de trabajo, cuyos resultados aparecen publicados en: Cómo trabajar con padres y madres de familia. Un modelo de acción familiar preventiva. F.B.H. Medellín. 1994.

4. LOS CONCEPTOS DE PROMOCIÓN Y PREVENCIÓN

Ambos conceptos provienen del área de la salud y la medicina. En términos generales se entiende por promoción todo tipo de acción educativa formal, no formal e informal que mejore los estilos y hábitos de vida de las personas, familias y comunidades. La promoción es de carácter general, poblacional y universal. La prevención apunta a identificar poblaciones
vulnerables y en riesgo para luego intervenirlas y eliminar o mejorar su situación. La prevención tiene un carácter más especifico y una acción más profunda y permanente que la promoción. Desde la prevención de la enfermedad se consideran tres niveles básicos: el primario, el secundario y el terciario. La promoción estaría en el primer nivel. Los niveles de prevención se fundamentan en dos estrategias: Reducir y eliminar los factores de riesgo, y aumentar o reforzar los factores protectores. El enfoque de resiliencia llama la atención en considerar, además de los anteriores, los factores resilientes como aquellos que contribuyen a aumentar la capacidad de afrontar la adversidad y salir fortalecido.

5. PRINCIPIOS PARA LA ACCIÓN EN EL TRABAJO CON LAS FAMILIAS DE LA FBH
5.1 De la Relación Profesional.

El principio fundamental, del cual emanan los demás, es el RESPETO POR LA DIGNIDAD DE LOS PARTICIPANTES, sean ellos padres de familia, personas solteras, niños, niñas, jóvenes o agentes multiplicadores. Esto significa:
· Creer en los participantes, en sus capacidades y posibilidades para aprender, reflexionar y llegar a conclusiones propias, que los lleven a efectuar cambios en su vida de interrelación familiar -los padres de familia y los solteros-, y en su vida profesional, -los educadores- en lo atinente a la relación educar padres de familia.
· Aceptar a los participantes como son, a pesar de sus defectos, limitaciones o conflictos en su vida familiar o profesional y escuchar sus opiniones, dudas o reclamos, en forma positiva.
· Respetar las ideas de los participantes. Esto implica enseñar con convicción, pero no imponer ideas a los demás.
· Ante los conflictos o situaciones que expresen los participantes, la actitud del profesional debe ser no juzgadora. Limitará por lo tanto su intervención a dar elementos que ayuden a las personas a llegar a sus propias conclusiones.
· Delimitación de la relación profesional, en el tiempo. Esta durará mientras transcurre el curso que se dicta.
5.2 De los conocimientos y su enseñanza.

· Partimos del presupuesto que las ciencias sociales y de la salud, están en proceso de desarrollo. No hay pues verdades absolutas. Por lo tanto se transmitirán los conocimientos científicamente comprobados, sin dogmatismo pero con convicción y sustentándolos científicamente.
· Los participantes portan un saber personal y sociocultural producto de sus vivencias, percepciones, imaginarios y representaciones sociales los cuales son valorados como aportes significativos al encuentro de saberes.
· Para ser buen padre o buena madre no solo se requiere de un proceso biológico e instintivo. Los conocimientos que nos dan a comprender el desarrollo, son trascendentales en el desempeño como padre de familia.

Aceptamos que:
· El comportamiento humano es la suma de factores los cuales al interrelacionarse producen diferentes efectos. Por lo tanto no hay causas únicas generales que expliquen el comportamientos particular de cada cual.
· El proceso básico de desarrollo de los seres humanos es el mismo, pero se ve influido por el medio sociocultural.
· Evidenciamos que no siempre es posible a los participantes explicarse las causas de un determinado comportamiento, dado el hecho de que muchas motivaciones son inconscientes.
· Nuestro trabajo es a nivel promocional y preventivo. No podemos interpretar comportamientos ni aconsejar. Solamente damos elementos para el análisis, a la luz de los conocimientos científicos.
· Trabajamos con personas “normales”. Los casos terapéuticos no son objeto de nuestras acciones.
· El trabajo con solteros sólo se debe realizar cuando ellos, no por su edad sino por la madurez emocional, pueden involucrarse en el fenómeno de la relación padres-hijos.
· La esencia del objetivo de trabajo de la Fundación es propiciar cambios o mejoras en las actitudes, los comportamientos y las relaciones familiares.
· Los conocimientos relativos al desarrollo del ser humano y al ciclo vital de la familia son el elemento básico utilizado para propiciar el cambio, pero este no es dirigido. Se espera que cada participante efectúe los que considere convenientes, después de analizar y reflexionar a partir del encuentro de saberes.
. Proponemos el encuentro de saberes, entre el conocimiento científico y el saber popular, como el elemento para el cambio, pero aceptamos que no todas las personas puedan cambiar con base en este presupuesto.
· Para que el cambio pueda darse es elemento esencial de nuestro trabajo el que los participantes puedan expresar y analizar sus vivencias, sentimientos o situaciones familiares, para confrontarlas con los conocimientos impartidos.
· El encuentro de saberes debe basarse en la libre discusión e intercambio, en medio de un clima de confianza y respeto mutuo. Por lo tanto dicha transmisión debe hacerse en forma horizontal, profesional-participante, y no en forma vertical, de un profesional que posee la verdad a un grupo de personas que todo lo ignora. Todo lo que signifique: molestar, agredir o subvalorar a los participantes, crea defensa en ellos y bloquea la integración de conocimientos.
· El cambio positivo de actitud y de comportamiento no se da como efecto de una intervención puntal y aislada sino como resultado de un proceso continuo en el tiempo, en el cual se de la oportunidad a los participantes de internalizar conocimientos y optar libremente por el cambio.
· Se parte de aceptar el testimonio personal de cambio de los participantes en sus actitudes y comportamientos; sin embargo, es necesarios constatar con terceros la percepción del cambio y su permanencia en el tiempo.
· El profesional tallerista puede utilizar en su trabajo con grupos, las técnicas de grupo que encuentre apropiadas al conocimiento que enseña y a la dinámica propia del grupo, siempre que dichas técnicas sean las utilizadas en educación. No se hará uso de las propias del trabajo a nivel terapéutico, como el psicodrama.
· El profesional tallerista tendrá como eje de su intervención con las personas, grupos y comunidades los principios enunciados en el direccionamiento estratégico de la organización.
· El profesional tallerista no debe dejarse angustiar por las demandas de los participantes en busca de soluciones o consejos a sus problemas. Debe por lo tanto seguir siempre la línea de analizar comportamientos a la luz de los conocimientos científicos. Si ignora la respuesta a una pregunta, la actitud debe ser la de aceptar el hecho, consultar y luego dar la respuesta acertada.
6. CÓMO SURGIÓ LA HIPÓTESIS DE TRABAJO

Ante la alta incidencia en nuestro medio de personas que no logran desempeñarse como de ellas se espera en el medio familiar y social, convirtiéndose en un obstáculo para el logro de los fines de la comunidad, la Fundación para el Bienestar Humano se preocupó por encontrar salidas creativas y preventivas para contribuir a la solución del problema. En 1973, la institución decidió dedicar todo su potencial humano y económico a un programa que apuntará a prevenir en la familia, los conflictos padres-hijos, por ser esos conflictos una de las causas fundamentales del inadecuado desempeño social de las personas.

Esta decisión tuvo una clara sustentación teórica, científica y filosófica, en la razón de ser de la vida familiar y de la interrelación padres e hijos y en el papel que ambas juegan en el desarrollo de la personalidad de los seres humanos.

La Fundación para el Bienestar Humano, reflexionando acerca de la manera de dar forma a un programa de Prevención Primaria de los conflictos relacionales que se generan en la familia entre padres – hijos, llegó a establecer la siguiente hipótesis de trabajo:

Adquirir conocimientos es uno de los elementos que genera cambios de actitud y de comportamiento en las personas. Por lo tanto si se da acceso a los padres y madres de familia a los conocimientos científicos relativos al ciclo vital humano, se les dará oportunidad para que hagan cambios o mejoras en su desempeño como formadores de los hijos.
7. PROCESO MEDIANTE EL CUAL LA HIPÓTESIS SE CONVIRTIÓ EN EL PROGRAMA FORMACIÓN PARA LA VIDA EN FAMILIA.

Basados en la hipótesis ya mencionada, empezó a surgir el diseño del programa el cual previó:

La población a la cual iría dirigido.

Padres y madres de familia y solteros mayores de 18 años. Las formas establecidas para que la población tuviera acceso al programa fueron 2: o por motivación directa de la Fundación en las comunidades; ó por solicitud de personas, instituciones u organizaciones públicas o privadas.

Objetivo del programa

Que los participantes obtengan: los conocimientos relativos al proceso de desarrollo de la personalidad del ser humano a través del ciclo vital; las razones de los comportamientos de niños, adolescentes y adultos, y las implicaciones de los progenitores en la formación de los hijos, para que efectúen cambios o mejoras en su actual o futuro desempeño como padres de familia.
Conocimientos a compartir con los participantes.-

. Los relativos a las etapas del desarrollo de ser humano a través del ciclo vital – infancia, edad escolar, adolescencia, edad adulta, madurez y vejez – basados en la teoría freudiana al respeto.

. Los relacionados con el desarrollo intelectual de la persona durante el ciclo vital según el pensamiento de Jean Piaget.

. Los referentes aspectos del desarrollo biológico – herencia, órganos de la reproducción, embarazo, parto, y lo propio del desarrollo adolescente.

. Lo concerniente a la influencia del medio ambiente en el proceso de desarrollo humano, según Natha Ackerman, Erick Erickson, Paul Horton y Chester Hunt y Francis Merril.

Se previó que los anteriores conocimientos se tomarían en la medida en que atañen a la vida familiar y con la profundidad requerida para que propiciaran una buena relación padres – hijos.

Establecer entonces cuáles de esos conocimientos y en qué medidas se utilizarían, presupuso elaborar unos contenidos tentativos y confrontarlos con las inquietudes, intereses y necesidades de los padres. Este proceso no termina, se da permanentemente.

Metodología del Curso-Taller

“Vivamos en Familia” es un curso - taller de educación preventiva , su modalidad es educación no formal y se dicta utilizando la metodología de conferencia-taller. Esta metodología mixta permite una participación activa del grupo en la construcción del conocimiento; donde el coordinador orienta el proceso sin asumir el rol de catedrático.

Definición de Curso-Taller

La definición curso-taller obedece a dos razones fundamentales, y relacionadas con cada uno de sus términos así:

Curso: porque hay una secuencia de sesiones de trabajo, con un proceso de aprendizaje definido, donde existen tareas específicas a desarrollar, lectura de documentos y evaluación sección por sección.

Taller: Porque en cada sesión se realiza un trabajo temático, con tiempo definido que depende del tema, la profundidad con que se pretende trabajar y las características del grupo.

El taller implementado es de tipo pedagógico, donde el dispositivo de palabras y la reflexión en torno a los conceptos nuevos, tienen una función esclarecedora y reveladora por excelencia, con el objeto de propiciar el cambio actitudinal y comportamental en los participantes. De ahí que el taller pedagógico combine las metodologías de la conferencia con la participación activa del grupo, donde el coordinador no impone su palabra y saber sino que proporciona al grupo la oportunidad de expresarse y construir planteamientos sobre el tema y los conceptos tratados.
El taller debe conducir al planteamiento de alternativas en torno al tema tratado y a la responsabilización de cada participante frente a las mismas.

Para lograr la reflexión, el esclarecimiento y el aprendizaje, es necesario restringir el número de participantes, por lo que se sugiere trabajar con adultos grupos entre 12 y 30 personas y con jóvenes entre 12 y 20 personas.

La Fundación para el Bienestar Humano trabaja el taller dentro del campo de lo reflexivo o cognoscitivo lo que implica evitar los extremos totalmente teóricos o totalmente afectivo. Ya que no se trata de analizar conceptos de otros autores, ni ventilar los asuntos personales y particulares de uno o varios asistentes.

Actividades del Curso-Taller

El curso taller consta de 19 sesiones presenciales, en las cuales se aborda el ciclo evolutivo del individuo, enfatizando en la relación padres-hijos, especialmente en la infancia, dada la importancia que esta edad tiene para el desarrollo integral de la personalidad.
Las sesiones y los temas están organizados de la siguiente forma:

Þ Infancia
· Primer año de vida

Formación de la personalidad (2 sesiones)
Formación de la inteligencia (1 sesión)
Formación del cuerpo: Órganos de la reproducción
Órganos de la reproducción (1 sesión)
Herencia (1 sesión)
Embarazo y parto (1 sesión)

· Uno a tres años.

Formación de la personalidad (1 sesión)
Formación de la inteligencia (1 sesión)

· Tres a seis años.

Formación de la personalidad (2 sesiones)
Formación de la inteligencia ( 1 sesión)

· Resumen de la infancia. ( 2 sesiones)

Þ Edad escolar.
Formación de la personalidad: ( 1 sesión)
Formación de la Personalidad y la inteligencia: (1 sesión)
Formación del cuerpo y la personalidad: ( 1 sesión)
Þ Adolescencia.
Personalidad, inteligencia (delincuencia juvenil, farmacodependencia
y alcoholismo) (1 sesión)

Þ Edad adulta (1 sesión)

Þ Madurez y Vejez. (1 sesión)

2.6 Caracterización de la población usuaria del Curso-Taller

La población usuaria del curso taller Vivamos en Familia son: padres y madres de familia, parejas sin hijos, personas solteras mayores de 18 años y personas o instituciones que tengan bajo su responsabilidad la educación o crianza de menores.

Recursos

· Humanos: Los profesionales docentes de la Fundación para el Bienestar Humano son los coordinadores de los talleres. El equipo cuenta con profesionales en: Trabajo Social, Sociología, Promoción Social y Psicología.

· Didácticos: La Fundación para el Bienestar Humano produce sus propios recursos didácticos con base en sus recursos bibliográficos, sus propias publicaciones y estudios. Los recursos constan de carteleras, casetes de audio y audiovisuales, sonovisos, filminas etc.

· Técnicos y locativos: La Fundación para el Bienestar Humano cuenta con un auditorio técnicamente dotado ( energía, TV., VHS, grabadoras, mobiliario, tableros, papelógrafo etc.). Cuando los talleres se realizan fuera de la Fundación para el Bienestar Humano, se
deben tener las mismas garantías locativas y técnicas y estarán regidos por acuerdos previos con los grupos o instituciones interesadas en la ejecución del programa.

Los medios.-

El programa está diseñado como educación no formal, por lo tanto no se requiere un requisito previo en educación para participar en él.

Los conocimientos se estructuraron a manera de curso o taller, el cual fue elaborado para diferentes medios de acuerdo con las necesidades de los usuarios y las posibilidades de la Fundación.

El programa Formación para la Vida en Familia se inició en 1974 en Medellín y Valle de Aburrá. Se trabajó en forma presencial – con grupos - Para 1978 se estableció un nuevo medio para llegar a la población, el radio, y en 1979 se implementó la distancia – por correspondencia -.

En el año de 1980 se empezó a editar el periódico Generación, tabloide de 4 páginas el cual se edita 4 veces al año y se envía a quienes han participado en programas de Formación para la vida en Familia. Tiene como fin reforzar los conocimientos y la motivación al cambio de los participantes en el programa.

Diseño de los medios.

Para el trabajo presencial – con grupos –

El Curso - taller presencial de Formación para la Vida en Familia tiene una duración de cuarenta horas y opera con la siguiente metodología:

. Al iniciar cada tema, los participantes analizan los objetivos educativos. Al finalizar, responden un test para medir su aprendizaje.

. Técnicas de grupo: Las más empleadas son la charla, el Phillips 66, rumor, cuchicheo y sociodrama.

. Recursos didácticos: Carteleras para los aspectos biológicos e intelectuales; franelógrafo para los aspectos psicológicos; audiovisuales como resúmenes finales de los desarrollos biológicos y psicológicos; audio; estudio de casos y autoformación.

. Evaluación final del taller elaborada por los participantes.

Tanto los objetivos como los resúmenes y los recursos didácticos han sido diseñados y elaborados por la Fundación, en respuesta a las necesidades de aprendizaje de los participantes en el programa.

Para trabajo a distancia – correspondencia –

Se ha elaborado con base en veintinueve lecciones contenidas en 8 paquetes. La metodología de las lecciones está desarrollada con base en el método Sucre, así:

. Nombre y objetivos del tema a tratar.
. Primera lectura, de motivación o ambientación al tema.
. Cuatro o cinco lecturas de contenidos. Cada lectura lleva incluída una serie de ejercicios
para que quien estudie, responda preguntas, haga comparaciones, resúmenes, y establezca similitudes o diferencias con su propia experiencia y conocimientos.

. Espacio con sugerencias, que motiva a la persona a reflexionar sobre lo aprendido y a sacar sus propias conclusiones.

. Test final y un espacio para que la persona anote sus dudas e inquietudes. El test y las consultas son remitidas a la Fundación, en donde se procesan y se devuelven al participante con las debidas anotaciones.

. Evaluación final del taller elaborado por los participantes.

Pasos del trabajo a distancia. Lo más común en la utilización de este medio ha sido el establecer en un barrio, municipio o institución, un número determinado de participantes, a cargo de un responsable. Las funciones de éste son:

. Motivar a un grupo de participantes.
. Ser el intermediario entre la Fundación para el Bienestar Humano y el grupo.
. Recibir el material de lecciones que envía la Fundación para el Bienestar humano y entregarlo a los participantes.
. Recibir del grupo, los test correspondientes a cada lección y remitirlos a la Fundación para el bienestar Humano.
. Sostener la motivación del grupo y estar atento a las situaciones que surjan y que deterioren la realización del programa.

Para la Radio.

La serie radial Vivamos en Familia, consta de veintinueve programas de media hora cada uno. Su metodología comprende:

. Promoción. Con quince días de anticipación a la iniciación de la transmisión de la serie se pasan por la emisora diez cuñas o promociones diarias alusivas a los temas y su importancia, días y horas en que se transmitirá.
. El primer programa es de ambientación y explicación sobre la serie, los veintiocho restantes se transmiten diariamente de lunes a sábado o como sea conveniente a los radioescuchas.
. Los libretos de cada programa están elaborados con la siguiente metodología, saludo e instrucciones preliminares, objetivo del tema a tratar, motivación del tema, conocimientos relativos a la primera parte del programa, resumen parcial; intermedio musical, conocimientos relativos a la segunda parte del programa; resumen parcial; resumen general del tema; espacio musical para que el radioescucha reflexione y elabore sus propias conclusiones.

La enseñanza de los conocimientos incluye técnicas para que el radioescucha trabaje el tema, y así, responda a preguntas, hace comparaciones, resúmenes, establece similitudes o diferencias con su propia experiencia y conocimientos. Estos espacios son musicalizados. La serie está grabada a dos voces.

Los cuadernillos: Cada tema va acompañado de un cuadernillo el cual puede adquirir el radioescucha en la emisora, Contiene los veintiocho temas en que está dividida la serie, El tratamiento que se da a cada tema es el siguiente:

Los objetivos del tema; espacio para trabajar dos de los ejercicios; los resúmenes y un espacio para conclusiones. Llevan ilustraciones.

Campaña Radial Vivamos en Familia

Es una campaña educativa preventiva dirigida a padres, madres y personas solteras; su objetivo es similar a la de los talleres de formación para la vida en familia: La campaña consta de ocho subcampañas. Cada subcampaña incluye tres mensajes de 20 segundos cada uno, los cuales transmitidos, gratuitamente, nueve veces al día por las emisoras vinculadas a la campaña.

8. COBERTURA GEOGRÁFICA Y POBLACIONAL DEL PROGRAMA FORMACIÓN PARA LA VIDA EN FAMILIA: 1975 – 1997

Municipios atendidos: 478
Departamentos atendidos: 32

Formación Vida en Familia
Cursos realizados: 3.579
Número de participantes: 73.930
Cursos a distancia realizados: 765

Serie Radial Vivamos en Familia
Transmisiones realizadas: 668
Número de cuadernillos entregados: 14.051

Campaña Radial Formación para la Vida en Familia
Campañas transmitidas: 1.723
Emisoras que han transmitido la campaña: 260
9. COMPROBACIÓN DE LA HIPÓTESIS DE TRABAJO

La hipótesis planteada para este modelo partía de adquirir conocimientos para efectuar cambios de actitud y comportamiento. Comprobarla presuponía hacer cuatro estudios con los participantes en el programa Formación para la Vida en Familia, así:

¨ Integración del conocimiento al recibir cada uno de los temas del taller Formación para la Vida en Familia.
¨ Permanencia en el tiempo de los conocimientos adquiridos en el taller Formación para la Vida en Familia.
¨ Cambios de actitud y de comportamiento efectuados por los padres de familia participantes en el programa Formación para la Vida en Familia en el desempeño de su papel como formadores de los hijos, al finalizar el taller.
¨ Permanencia en el tiempo de los cambios de comportamiento en el desempeño del papel de formadores de los hijos realizados por quienes participan en el programa Formación para la Vida en Familia.

Este proceso investigativo se realizó en la forma que a continuación se describe.

¨ Integración de conocimientos al recibir cada uno de los temas del programa Formación para la Vida en Familia. 1975 - 1981

Este estudio se realiza permanentemente en la Fundación en cada uno de los talleres, con el total de la población participante.

Para medir el aprendizaje se tiene elaborado: para presenciales 6 test con 6 ú 8 preguntas cada uno; para distancia 25 test con el mismo número de preguntas. El proceso a seguir en ambos casos es corregir las preguntas bajo estos parámetros:
. Acertada – respuestas sin errores.
. Incompleta – respuestas acertada pero que omiten conceptos.
. Confusa – respuestas con aciertos y errores a la vez.
. Erradas – respuestas solamente con errores
. Sin respuesta – omisión de la misma.

Durante todos estos años no se ha encontrado diferencia en el aprendizaje ni por área geográfica, ni en talleres presenciales o a distancia, ni en el tiempo o sea de unos años a otros.

La tabulación global de los tres primeros años de medición de integración de los conocimientos arrojó el siguiente resultado:

Respuestas acertadas 89%; incompletas 5%; confusas 2%; erradas 3%; sin respuesta 1%.

Sobre el aprendizaje por radio también se ha hecho evaluación. Se realizó con 72 personas en Amalfi y Concordia en Antioquia y San Vicente de Chucurí en Santander en el año de 1981. El resultado fue:

Respuestas acertadas 58%; incompletas 14%; confusas 4%; erradas 17%; sin respuesta 7%.

Este primer estudio arrojó pues un resultado muy satisfactorio en relación con su propósito.

¨ Permanencia en el tiempo de los conocimientos adquiridos en el taller Formación para la Vida en Familia. 1988 -1989

Dos o tres años después de haber recibido el taller presencial, se realizó con los participantes el presente estudio. Se tomaron para él los participantes en talleres presenciales en los años comprendidos entre 1975 y 1978. De un total de 1949 participantes se tomó una muestra del 23% en los municipios de Caldas, Marinilla y Medellín, en comunidades de estratos medio – medio, bajo.

Al tabular la información por municipios y barrios, ésta no arrojó diferencias significativas por área geográfica o estrato, por lo tanto los resultados globales obtenidos fueron: respuestas acertadas 68.50%; incompletas 7.75%; confusas 4.75%; erradas 11%: sin respuesta 8%.

Lo anterior indica que la permanencia del conocimiento entre quienes recibieron los talleres de Formación para la Vida en Familia, es muy satisfactoria. Este hecho indicó a la Fundación el tercer paso a seguir en la comprobación de la hipótesis de trabajo.

¨ Cambios de comportamiento efectuados por los padres de familia participantes en el programa Formación para la Vida en Familia, en el desempeño de su papel como formadores de los hijos, al finalizar el taller. 1992

Transcurrieron varios años entre la realización del estudio anterior y éste, debido a consideraciones específicas sobre las técnicas de investigación y su validez.

Ya en 1988 y 1989, la Fundación decidió emprender el estudio mencionado. La muestra estuvo conformada por el 55% de los 2.437 padres y madres participantes en los talleres presenciales y a distancia.

Los participantes residían en 23 municipios del departamento de Antioquia. Al tabular la información recolectada no se encontraron diferencias significativas por municipio. Las cifras globales arrojadas fueron: sí hicieron cambios 98%; no hicieron cambios el 2%; el total de cambios fue 2.848 y el promedio de cambios por persona 2.95%.

La relación con el tipo de cambios realizado por las personas, encontramos que éstos se efectuaron en relación con treinta asuntos básicos en el desarrollo el ser humano a través del ciclo vital. Las cifras más altas de cambios se encuentran en los mayores logros que se esperan del programa Formación para la Vida en Familia. Los cambios anotados derriban patrones y creencias muy arraigadas en la población. Anotamos a continuación los más sobresalientes, en su orden y en relación con el número de cambios, no del de personas.

Comprender más a los hijos y darles más confianza: 40.02%; castigar sin violencia o con menos violencia 34.17%; ser más cariñoso con los hijos, quererlos más 30.93%; tratar mejor a los hijos, no ser tan ofuscado, rígido y mal genio con ellos 30.30%; comprender más al adolescente, interesarse en su vida, darle cariño, dialogar con él 27.48%; aceptar las manifestaciones de la curiosidad sexual en los niños y dar educación sexual 21.63%; comprender más a la pareja, dialogar y relacionarse mejor con ella 16.20%; dialogar con los hijos y escucharlos, comunicarse mejor 13.79%; expresar amor al recién nacido 8.78%.

Poseedora la Fundación de esta información, quedaba dentro del proceso de confirmación de la hipótesis de trabajo conocer si los cambios de comportamiento permanecían o no en el tiempo, en quienes lo realizaron.

¨ Permanencia de los cambios de comportamiento en el desempeño del papel de formadores de los hijos, realizados por quienes participan en el programa Formación para la Vida en Familia. 1991

En el año de 1991 se definió realizar esta última investigación con los mismos participantes en el estudio que le antecedió. Se trabajó con el 35.11% de las 957 personas que realizaron cambios. Sus respuestas en relación con la permanencia en ellos, del cambio, se puede sintetizar así:

En el 76.4% de los entrevistados los cambios permanecen; sólo permanecieron en parte, en el 17.9% y no permanecen, o sea que se perdieron, en el 5.7%.

Al indagar si las personas hicieron o no nuevos cambios, el 44.8% respondió afirmativamente. Es interesante observar cuales fueron esos nuevos cambios; veamos los más sobresalientes:

Dialogar con los hijos, escucharlos y comunicarse menor 20.9%; comprender más a los hijos y darles más confianza 17.7%; comprender más a la pareja, dialogar y relacionarse mejor con ella 13.3%; tratar mejor a los hijos, no ser tan ofuscado, tan mal genio y tan rígido con ellos 12.2%; castigar sin violencia o con menos violencia 11%.
[1]

Finalizado el análisis de los cuatro estudios realizados con un alto porcentaje de la población participante en el programa Formación para la Vida en Familia a fin de comprobar la hipótesis de trabajo de la Fundación para el Bienestar Humano en ese programa, se pudo llegar a la siguiente conclusión:

Efectos que tiene en relaciones familiares y el desarrollo de los hijos, el nuevo repertorio actitudinal y comportamental adquirido por los padres de familia con el programa Formación para la Vida en Familia (Vivamos en Familia).

Luego de comprobada, con las investigaciones precedentes, la hipótesis de trabajo y más específicamente, la efectividad de cada paso del proceso secuencial de aprendizaje con el que se garantiza una estabilidad comportamental en los padres debido a los conocimientos (información) y las reflexiones (procesamiento) facilitadas por el programa. La Fundación para el Bienestar Humano quiso indagar sobre las características de los efectos que tenía en las relaciones familiares, y en el desarrollo de los hijos, el nuevo repertorio actitudinal y comportamental de las personas que realizan el curso.

Para ello fue necesario pensar en una investigación cuya población objeto de estudio directo no fueron las personas que habían recibido el programa (tratamiento), sino quienes sin haberlo realizado reciben las influencias de éste o sea los hijos.

10. HIPÓTESIS DE EVALUACIÓN DEL CURSO-TALLER VIVAMOS EN FAMILIA. 1996
Con las investigaciones, anteriormente reseñadas, se adelantó bastante en cuanto al conocimiento de los alcances del curso-taller Vivamos en Familia, pero aún quedaban irresolutos interrogantes como los siguientes:
¿Qué efecto tiene en el desarrollo de los hijos y en las relaciones familiares los conocimientos y cambios de actitud y de comportamiento producidos por los padres y madres de familia que realizan el curso-taller Vivamos en Familia?
¿Los efectos producidos son un factor que reduce el riesgo de aparición de desajustes personales, familiares y sociales?.

Estos cuestionamientos fueron el problema a resolver en la investigación. Se constituyeron entonces en la hipótesis de trabajo, dado que de su esclarecimiento iba a depender el carácter preventivo o no del curso taller “Vivamos en Familia”.

11. OPERACIONALIZACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN EVALUATIVA

11.1 Componentes de coyuntura que la motivaron

Debido a los múltiples y vertiginosos cambios que se están produciendo en el sistema social, caracterizando nuestra época por su complejidad y dinamismo, la institución familiar se ha visto abocada a una crisis dadas las circunstancias que enfrenta a diario. Esta crisis familiar, ha llamado la atención a personas y entidades que trabajan en pro del bienestar familiar y social. Este fenómeno ha hecho que prolifere muchos programas de acción social que tienes como objeto la familia; pero en el medio se ha notado un gran déficit en cuanto a la evaluación de estos programas hasta el punto de que en muy pocas ocasiones se conocen los verdaderos logros y alcances de éstos.

Típicamente las evaluaciones que se realizan son un sondeo de opinión entre los participantes, luego que se realiza el programa, aunque este es importante, no garantiza que el programa tenga efectos positivos y que estos permanezcan en el tiempo. Muchas son las ocasiones también en que el grado de satisfacción expresado por los participantes de un programa se ha considerado como el logro cabal de los objetivos propuestos.

La Fundación para el Bienestar Humano consciente de esta situación y con el objeto de garantizar la mejor eficacia y eficiencia a todas las personas e instituciones que demandan sus servicios, ha buscado siempre aproximarse al conocimiento de las condiciones más óptimas para la ejecución de sus programas, y a las opciones que representan realmente un avance en la calidad de vida de la familia. Para ello ha diseñado un riguroso plan de investigación evaluativa del curso taller “Vivamos en Familia” que le permita conocer sus fortalezas y debilidades, a fin de hacerle las modificaciones pertinentes, para mantenerlo a la vanguardia de los programas preventivos en familia.

11.2 Objetivos
11.2.1 Generales

· Propender por el mejoramiento de la calidad de vida personal, familiar y social
· Confrontar los resultados obtenidos con los objetivos propuestos en el taller Vivamos en Familia.
· Determinar si el curso-taller Vivamos en Familia cumple con los criterios para ser catalogado como preventivo respecto a desajustes personales, familiares y sociales.
· Observar a través del reporte de los hijos, los comportamientos y actitudes de los padres.
· Determinar si los comportamientos y actitudes de los padres favorecen el desarrollo integral de los hijos.
· Mantener la filosofía investigativa-evaluativa en la Fundación para el Bienestar Humano como base para el mejoramiento continuo de sus programas.
· Dar a conocer a los diferentes clientes y a los medios académicos y científicos los alcances y límites del Curso - taller Vivamos en Familia.

11.2.2 Específicos.

· Determinar si los comportamientos y actitudes de los padres, favorecen en los hijos el desarrollo adecuado de la personalidad y la inteligencia.
· Observar qué efecto tiene en el desarrollo de la personalidad de los hijos, los conocimientos y cambios comportamentales adquiridos por los padres en el curso taller Vivamos en Familia.
· Observar si los comportamientos y actitudes de los padres generan relaciones adecuadas con los hijos y si estas son un factor de protección frente a violencia familiar, drogadicción, alcoholismo, prostitución, etc.
· Observar las características de autoestima, socialización, comunicación y educación sexual de los hijos de quienes han realizado el curso taller “Vivamos en Familia”.
· Analizar los elementos susceptibles de cambios o mejoras del curso taller Vivamos en Familia.
· Brindar a las diferentes instituciones elementos objetivos que le permitan tomar decisiones racionales sobre la implementación o continuidad del curso- taller Vivamos en Familia.

11. DISEÑO METODOLÓGICO DE LA EVALUACIÓN.

El diseño metodológico empleado en la investigación evaluativa, fue pre experimental con postprueba. Este diseño consiste en aplicar un instrumento para recoger información y evaluar un grupo, tiempo después de haber realizado el programa.

Pero como la investigación buscaba conocer además, los efectos de estos cambios en personas que no habían realizado el programa, entonces se tomaron a los hijos, como universo de referencia, para medir dichos efectos. Para lo cual, se hizo un análisis comparativo entre lo expresado por los padres y lo percibido por los hijos.

11.1 Justificación del diseño.
La investigación evaluativa fue de impacto o sea que las personas con la que se realizó la investigación, ya habían hecho el taller, y como no hubo evaluación ex-ante, obviamente no podía aparecer una pre-prueba dentro del diseño metodológico.
Debido a que uno de los objetivos de la investigación, era establecer si los conocimientos y cambios adquiridos por los padres, producían un efecto positivo en el desarrollo de la personalidad de los hijos, la investigación debió realizarse tiempo después de la ejecución del programa. Para ese entonces no se había previsto la realización de esta investigación, razón por la cual, la muestra para el estudio no podía garantizar su total aleatoriedad ni tampoco la selección de un grupo control para cumplir los requisitos de un experimento puro.

De otra parte y dado los límites temporales de la investigación, no se contactó un grupo preestablecido con características similares al grupo estudiado para haber realizado un diseño cuasi-experimental. Estas circunstancias hicieron que se optara por el diseño pre-experimental con post-prueba.

El análisis comparativo se implementó porque en la evaluación de programas sociales, el universo de estudio puede o no coincidir con el universo de participantes en el programa. En este caso se trabaja con los dos grupos; uno con tratamiento (padres) y otro sin tratamiento (hijos), pero no opera como grupo control, sino como grupo que recibe la influencia del tratamiento (programa) suministrado al primer grupo.

11.2 Población o muestra.

El estudio se realizó con 38 niños, entre 8 y 12 años, 43 jóvenes entre 12 y 18 años, y 69 padres que habían realizado el curso-taller Vivamos en Familia entre 1988 y 1993.

Los criterios para establecer los rangos de edad de los hijos fueron:

· A los 8 años, en condiciones normales, todos los niños están escolarizados, han desarrollado la lecto-escritura y pueden expresar, vía escrita mediante preguntas simples, algunas características de relación con los padres y de los conceptos y actitudes de estos.
· Los 18 años, aunque no son límite cronológico rígido, es la edad donde está más o menos definidas las características de personalidad. Y es donde realmente se hace más notorio la forma como fueron educados, orientados y tratados por sus padres.
· La división de la muestra en dos grupos (8 a 12 y 12 a 18) obedece al cambio en el desarrollo evolutivo que de manera normal se produce en la relación con los padres. Así luego de los 12 años el niño tiene mayor autonomía y su socialización adquiere otras dimensiones al estar más con sus amigos y compañeros que con sus padres en casa, además en este período aparecen las primeras relaciones con el sexo opuesto.

11.3 Selección de la muestra

Por las razones ya expuestas, la selección de la muestra no podía garantizar su total aleatoriedad debido a que muchas de las personas que habían realizado el curso - taller entre los años de 1988 y 1993 habían cambiado de domicilio. Se optó entonces por convocar la muestra de la siguiente manera: primero se seleccionó una entidad, EE.PP. de Medellín, que hubiera contratado consecutivamente con la Fundación para el Bienestar Humano entre 1988

y 1993 la realización del curso taller, y mediante llamadas telefónicas se contactó a la mitad de la muestra. La otra mitad se seleccionó entre las personas que habían realizado el curso - taller directamente con la Fundación para el Bienestar Humano en el mismo período. Cada parte de la muestra fue citada para efectos de recolección de la información. Como contraprestación se les brindó el taller educativo “Encuentro de Familias”, encuentros que se realizaron en las instalaciones de EE.PP en Ancón Sur y en el Jardín Botánico respectivamente.

10.4 Características de la muestra
Se convocaron familias que tuvieran hijos entre 8 y 18 años de edad y que asistieran con representación de al menos uno de los padres.
El siguiente cuadro expone el total de la muestra señalando el rango de edad, el rol y el sexo.

Cuadro # 1

Rango edad
Rol
Sexo femenino
Sexo masculino
Total
18-65
Padres
45
24
69
12-18
Hijos
26
17
43
8-12
Hijos
24
14
38
Total

95
55
150

El número total de familias fue de 46. A continuación se muestran discriminadas según representación del sistema conyugal.

Cuadro # 2

Familias con representación de:
Total
Ambos padres (parejas)
23
Sólo la madre
22
Sólo el padre
1
Total
46

Promedio de personas por familia: 3.3 aproximadamente
Promedio de hijos por familia: 1.8 aproximadamente

10.5 Medición de resultados.
Por las características del curso-taller Vivamos en Familia y por los objetivos que persigue, la verdadera evaluación de los resultados, no podía hacerse inmediatamente después de efectuado el curso-taller, ni tampoco exclusivamente con los padres y madres de familia que lo realizaron. Para que la investigación fuera más coherente con sus presupuestos, la medición de los resultados se hizo después de pasados mínimo dos años de realizado el curso taller, cuando se consideró que los padres ya habían introducido dentro de sus repertorios comportamentales cotidianos los cambios derivados de los aprendizajes obtenidos en el curso taller, y que estos habían influido de alguna manera en la interacción familiar.

Pero al curso-taller, para lograr sus fines preventivos, no podía bastarle con los aprendizajes de los padres y los cambios que estos reportaban haber tenido. Fue necesario entonces medir los efectos de dichos aprendizajes y cambios en los hijos, pues en última instancia, eran ellos, quienes podían informar si los cambios de los padres favorecían las relaciones interpersonales y garantizaban un desarrollo adecuado de la personalidad y la inteligencia.

Lo anterior significa que para determinar si el curso taller “Vivamos en Familia” es o no preventivo respecto a desajustes personales, familiares y sociales, necesariamente el universo de referencia tienen que ser los niños y jóvenes, y en este caso el universo de referencia, aparece desplazado por el grupo de personas que le sirven de instrumental (padres y madres de familia que realizan el curso-taller) . O sea que para dar cuenta del objetivo principal esta investigación consideró a los padres como centro directo de la acción (programa), y a los hijos como el verdadero universo para medir los resultados, ya que es en ellos donde se esperan los efectos de los conocimientos y cambios producidos en los padres.

De ahí que esta investigación ( a diferencia de las anteriores que midieron los resultados obtenidos con los padres) fue destinada a apreciar los efectos instrumentales y finales del taller, es decir a conocer la adecuación o no del desarrollo de la personalidad y la inteligencia, y más específicamente el desarrollo y características de la autoestima, la socialización, la autonomía, la educación sexual, la comunicación, la expresión afectiva, la confianza etc. de
los hijos de quienes realizaron el taller y determinar en que medida estas características de desarrollo son un factor de protección personal, familiar y social.
Queda claro que los resultados evaluados son complejos, difíciles de medir y constan de muchos elementos que reaccionan de diversas maneras. Por eso la comparación de los efectos del programa con sus objetivos, subraya el necesario uso de criterios explícitos y técnicos (psicológicos y sociológicos) para juzgar hasta que punto el programa va marchando bien.

11.6 Instrumentos utilizados en la recolección de la información.

Para recoger la información inherente a las variables de estudio, se empleó la técnica del cuestionario.

Se diseñaron tres cuestionarios. Dos para hijos (por las razones expuestas en el numeral 4.2) con preguntas sencillas que apuntaran a lo que ocurre con cierta regularidad en la vida cotidiana familiar de cada encuestado. Y otro para padres, que indagan por lo que hacían en diferentes situaciones de la vida familiar.

Específicamente las preguntas, a los hijos apuntaban a conocer el juicio, las motivaciones y predisposiciones de estos, respecto del comportamiento de los padres en la interacción familiar; para determinar en consecuencia si el tipo de relaciones parento-filiales favorecen o no un desarrollo bio-psicosocial armónico de los hijos.
Se utilizaron preguntas abiertas y mixtas, no se usaron preguntas exclusivamente cerradas ya que, aunque las respuestas eran más concisas y fáciles de analizar, limitaban el volumen de información que podrían suministrar las personas encuestadas.
Los cuestionarios utilizados constaron de 25 preguntas para niños de 8 a 12 años y de 20 preguntas para los jóvenes de 12 a 18 años. Las preguntas tenían la misma orientación pero diferente formulación debido a que por razones evolutivas las características de la interacción padres - hijos es diferente en estas edades. A los pa
dres se les hicieron 19 preguntas.
La diferencia entre el número de preguntas de los cuestionarios de los hijos se debe a que a los niños se les hizo más preguntas de control debido a que en estos se presenta mayor probabilidad de labilidad en sus respuestas.
Las preguntas de todos los cuestionarios abordaron los temas fundamentales, respecto a la relación padres - hijos, tratados en el curso taller Vivamos en Familia: identificación, expresión afectiva, comunicación, autonomía, autoestima, socialización etc.

11.7 Instrumentos de medición.

Debido a la inexistencia de directrices que pudieran adaptarse a las características del curso taller Vivamos en Familia y a los objetivos de esta investigación evaluativa, los parámetros para medir los resultados fueron diseñados por el mismo equipo investigador de la Fundación para el Bienestar Humano y los profesionales encargados de desarrollar el programa.

Fundamentados en los criterios psicológicos y sociológicos relacionados con la evolución de la personalidad, la inteligencia y los procesos de socialización tratados en el curso taller, se establecieron categorías dentro de los cuales podía ubicase cada respuesta. Por ejemplo: Para determinar la forma como los padres sancionan y corrigen a sus hijos (castigos), se les preguntó a los niños: ¿Cómo te reprenden tus padres cuando haces algo indebido? Si las respuestas denotan que la acción del padre tiende a decrementar la probabilidad de que el comportamiento del niño se vuelva a presentar en el futuro y dicha acción está exenta de agresión y además presenta un comportamiento afectivo, entonces se incluyen dentro de la categoría adecuada. Si las respuestas por el contrario denotan que la acción del padre es contraria al criterio técnico entonces se cataloga como inadecuada. Para las respuestas intermedias se utilizan categorías de parcialmente adecuada o parcialmente inadecuada de acuerdo con la mayor tendencia a la adecuación o inadecuación del comportamiento del padre descrito por el niño.
Cada pregunta tiene un criterio definido pero todas las respuestas se enmarcaran dentro de las 11 categorías tratadas en el curso-taller.
La forma de medición hasta aquí descrita, hace referencia exclusivamente a cada cuestionario de los hijos. Para obtener los resultados de toda la muestra (población) se procedió a la tabulación o conteo de las respuestas para luego hacer una traducción a datos porcentuales.

Estos resultados se compararon luego con los resultados obtenidos de los padres.
13. RESULTADOS
Los cuadros que a continuación se presentan, son el compendio de los resultados obtenidos en el estudio. Se muestra en cada uno de ellos el número de respuestas adecuadas (A), parcialmente adecuadas (PA), parcialmente inadecuadas (PI) e inadecuadas (I), con su respectiva traducción a datos porcentuales. El cuadro # 1 es el análisis unificado de los hijos (niños y jóvenes), el # 2 (padres) incluye además los casos en que el ítem evaluado no es aplicable (N.A) y la omisión de las respuestas (N.C)

Cuadro # 3
Respuestas de los hijos respecto a la actitud y comportamiento de los padres y madres en la interacción familiar cotidiana.




A
%
P.A
%
P.I
%.
I
%
1
Expresión Afectiva
77
95.06
4
4.93
0
0
0
0
2
Los padres como modelos y
figuras de identificación
74
91.35
6
7.40
1
1.23
0
0
3
Las madres como modelos y figuras de identificación
71
87.65
7
8.64
3
3.70
0
0
4
Facilitan autonomía
65
80.24
9
11.11
4
4.93
3
3.70
5
Promueven desarrollo de
autoestima y autoconcepto
60
74.07
12
14.81
6
7.40
3
3.70
6
Tipo de Comunicación
60
74.07
10
12.34
7
8.64
4
4.93
7
Forma de corregir
(Sanciones y castigos)
45
55.55
20
24.69
1
1.23*
15
18.51
8
Socialización
57
70.37
7
8.64
16
19.75
1
1.23
9
Valoración del estudio
71
87.65
5
6.17
4
4.93
1
1.23
10
Ejercicio de la autoridad
57
70.37
20
24.69
0
0
4
4.93
11
Actitud de escucha (confianza)
57
70.37
17
20.98
4
4.93
3
3.70

TOTAL
694
77.88
117
13.13
46
5.16
34
3.81

Cuadro # 4
Respuesta de los padres y madres respecto a su propia actitud y comportamientos en la interacción familiar cotidiana.


A
%
PA
%
PI
%
I
%
NA
%
NC
%
1
Expresión Afectiva
37
53.62
29
42.02
2
2.89
0
0
0
0
1
1.44
2
Forma de corregir
(Sanciones y castigos)
31
44.92
22
31.88
7
10.14
6
8.69
1
1.44
2
2.89
3
Socialización
(Facilitan autonomía)
27
39.13
20
28.98
11
15.94
3
4.34
7
10.84
1
1.44
4
Forma de educar
sexualmente a los hijos
44
63.76
12
17.39
5
7.24
6
8.69
1
1.44
1
1.44
5
Facilitan autonomía
42
60.85
17
24.63
5
7.24
3
4.34
2
2.89
0
0
6
Socialización (facilitan relación con personas del sexo opuesto)
47
68.11
15
21.73
0
0
2
2.89
3
4.34
2
2.89
7
Actividades recreativas en familia
51
73.91
3
4.34
7
10.14
7
10.14
0
0
1
1.44
8
Formas de corregir
(Sanciones y castigos)
36
52.17
14
20.28
15
21.73
3
4.34
1
1.44
0
0
9
Expresión afectiva
40
57.97
29
42.02
0
0
0
0
0
0
0
0
10
Actitud de escucha (confianza)
57
82.60
10
14.49
1
1.44
1
1.44
0
0
0
0
11
Confianza hacia los hijos
56
81.15
10
14.49
1
1.44
2
2.89
0
0
0
0
12
Ejercicio de la autoridad
57
82.60
7
10.14
3
4.34
2
1.89
0
0
0
0
13
Acuerdos en la pareja con
relación a la educación de los hijos
60
86.95
4
5.79
1
1.44
1
1.44
2
2.89
1
1.44
1
4
Elementos interaccionales
de aceptación
67
97.10
0
0
0
0
0
0
0
0
2
2.89
15
Elementos interaccionales
de rechazo
44
63.76
10
14.49
3
4.34
4
5.79
0
0
8
11.59
16
Conciencia frente a los riesgos reales a que están expuestos los adolescentes
42
60.86
25
36.23
0
0
1
1.44
0
0
1.
1.44
17
Estrategias preventivas de los padres frente a los riesgos a que están expuestos los jóvenes
40
57.97
23
33.33
2
2.89
2
2.89
0
0
2
2.89
18
Valoración del estudio
66
95.65
1
1.44
2
2.89
0
0
0
0
0
0
19
Atribuciones respecto a la
función adecuada y formadoras del colegio
53
76.81
11
15.94
1
1.44
1
1.44
0
0
3
4,34

TOTALES
897
68.42
262
19.98
66
5.03
44
3.35
17
1.29
25
1.90


13.1 Interpretación de resultados.

Entre los múltiples factores que intervienen en el desarrollo de la personalidad, la inteligencia y la socialización de las personas, se encuentra la interrelación padres - hijos en las primeras etapas evolutivas. Esta interrelación a su vez está compuesta por muchos factores, algunos de ellos tratados directamente en el curso taller evaluado, y de cuya adecuación o no, al interior de la dinámica familiar, va a depender en gran medida los factores de protección o riesgo frente a desajustes no solo a nivel personal sino también a nivel familiar e incluso social.

Los resultados obtenidos, luego de analizar los elementos inherentes a la interacción padres-hijos indican, desde la perspectiva de los hijos que: en el 95% de los casos los padres tienen comportamientos que denotan una expresión afectiva adecuada hacia sus hijos.

Al revisar por separado a los padres y a las madres como modelos y figuras de identificación se observó que, el desempeño de su rol es adecuado en un 91% para los padres y un 87% para las madres. La diferencia a favor de los padres, aunque no de gran significación estadística, se explica porque al parecer las madres son mas susceptibles de comportamientos proteccionistas o encubridores lo cual produce alianzas de los hijos con ellas, sin que necesariamente estas impliquen un comportamiento adecuado del modelo.

El desarrollo de la autonomía, entendida como la responsabilización que se le da a los hijos de sus propios actos, se ve facilitada en un 80.24% de los casos y en un 74.07% los padres promueven un desarrollo adecuado de la autoestima y el autoconcepto generando en los hijos la confianza básica necesaria para el posterior desempeño social.

La comunicación concedida como la conducta verbal abierta, de doble vía, fundamentada en el respeto recíproco, se da adecuadamente en el 74.07% de los casos estudiados.
En cuanto a la forma de corregir, en los testimonios de los hijos, se nota: que aunque en la mayoría de las veces es adecuada, se presenta, no obstante en un 18.51% de los casos la utilización de estrategias inadecuadas por los padres para sancionar o corregir, destacándose dentro de este 18.51% la agresión verbal y física como método corrector. Este fenómeno obedece, muy posiblemente, a factores idiosincrásicos ya que en nuestra cultura el empleo de la agresión física es frecuente, e incluso se notan casos de hijos que la aceptan y la reconocen como mecanismo corrector.

Los comportamientos de los padres tendientes a facilitar la socialización, son adecuados en el 70.37% de los casos. Además, los hijos son conscientes del alto reconocimiento que los padres hacen del papel que juegan instituciones diferentes a la familia (escuela y colegio) en la función socializadora al valorar el estudio en un 87.65% no solo como la opción de adquirir conocimientos, sino como la oportunidad de ir confrontando las relaciones interpersonales en contextos diferentes a los domésticos e intermedios entre la familia y la sociedad.

Las normas generalmente son negociadas en estas familias, siendo adecuadas en un 70.37% aunque se hace notorio, un componente de autoritarismo (24.69%) donde existe imposición de la norma, pero como en estos casos no se notó un carácter caprichoso o arbitrario de la imposición, ni tampoco una reacción abiertamente en contra de las normas por parte de los hijos, se consideró parcialmente adecuado, dado que existe el reconocimiento tácito por parte de los hijos de la necesidad de ser implantada de esa forma, lo que posiblemente obedece a factores idiosincrásicos o a estereotipias culturales frente a la normatividad en las familias.

Los niveles de adecuación comportamental y actitudinal de los padres frente a su desempeño en la función educadora, va a depender en gran medida de su capacidad de escucha, la cual a su vez es fundamental para desarrollar la confianza de sus hijos. Esta capacidad de escucha es adecuada en el 70.37% de los casos, hecho significativo si se tiene en cuenta que los conflictos entre las dos generaciones tienen a la cabeza problemas comunicacionales.

De otra parte las respuestas adecuadas de los padres, observadas en el cuadro # 4 correlacionan, en las variables que se cruzan directamente, con las respuestas adecuadas de los hijos (cuadro # 3). Lo que indica que los padres a parte de decir, actúan lo que dicen y los hijos reciben de forma positiva la influencia directa de estas acciones de los padres.

Las variables que analiza el cuadro # 4 y que no se cruzan de forma directa con el cuadro # 3 son otros elementos que dan cuenta de la generalización, integralidad y estabilidad de la actitud y comportamiento de los padres en su función educadora y formadora.

14. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES DE LA EVALUACIÓN

Las investigaciones evaluativas anteriores del curso taller Vivamos en Familia, dan cuenta del proceso de aprendizaje desarrollado por quienes realizaron el curso. Mostrando como, al cabo de dos o tres años, estos aprendizajes se consolidan o sea que se convierten, con la práctica repetida, en repertorios comportamentales y actitudinales estables o, lo que es lo mismo, generan cambios en los padres respecto a la crianza y educación de los hijos.

Con base en estos antecedentes se realizó esta investigación, que en sus puntos nodulares muestra: que luego de instalados repertorios conductuales y actitudinales estables derivados de la asimilación de los contenidos del curso taller Vivamos en Familia, estos tienen un efecto significativo en la dinámica interaccional de la familia en general y específicamente en el desarrollo integral de los hijos. Los efectos observados son de carácter positivo, lo que quiere decir que los padres potencian o facilitan un desarrollo de la personalidad y la inteligencia, ajustado, en la gran mayoría de los casos, a los criterios psicológicos y sociológicos definidos como adecuados dentro del proceso evolutivo de las personas y que tienen que ver, básicamente, con las características interaccionales de los subsistemas parentales y filiales.

Los resultados corroboran que las diferentes temáticas tratadas en el curso taller, son variables altamente intervinientes en la interacción familiar y por ende en el desarrollo adecuado de la personalidad y la inteligencia de los hijos, generando, correlativamente, un factor de protección ante los siempre presentes riesgos a que se ven expuestas las personas y las familias en nuestro medio. En consecuencia puede afirmarse que Vivamos en Familia es un curso taller profiláctico y puede inscribirse dentro de la categoría de prevención primaria, entendida esta, como las acciones tendientes a reducir la probabilidad de aparición de situaciones o eventos que conllevan a disfunciones o patologías a nivel personal, familiar y social.
Si operacionalizamos un poco las conclusiones anteriores, obtenemos la siguiente secuencia lógica de afirmaciones: El curso taller Vivamos en Familia introduce conocimientos que producen un cambio de actitud y comportamiento en las personas que lo realizan, mejorando significativamente el desempeño de su rol como formadores y educadores de los hijos. El mejoramiento del rol de padres, potencia relaciones parento filiales más adecuadas. La adecuación en este tipo de relaciones favorece la aparición de situaciones que dan seguridad, confianza, autonomía y alta autoestima a los hijos , lo que a su vez va a incidir positivamente en las características de personalidad e inteligencia de los hijos las cuales en última instancia son el factor protector o preventivo.

Estos resultados son una base sólida para aumentar la racionalidad de las decisiones frente al taller educativo Vivamos en Familia, por lo tanto se sugiere no solo mantenerlo sino seguirlo evaluando, bien sea replicando esta investigación o diseñando nuevas, porque obviamente ni las familias ni la sociedad son estáticas sino que están en continua evolución y cambio por lo que los programas que se diseñan para mejorarlas tampoco pueden quedarse estancados, sino que deben estar continuamente evaluados y mejorados para garantizar así la mayor efectividad y eficacia en su pretensión de mejorar las personas y con estas a la familia y a la sociedad.

Por fortuna las diferentes entidades que trabajan el tema de la familia a nivel preventivo y las que contratan esta acción, son cada vez más conscientes de que la labor educativo-formativa, en este campo requiere, aparte de una sólida estructuración de los programas y de un proceso continuado de estos, un sistema de evaluación constante. Estos requerimientos, en un mundo cada vez más complejo, abogan por la necesaria interinstitucionalidad, a la cual también estamos abiertos en la Fundación para el Bienestar Humano. Por eso los resultados de esta investigación, que redondea un proceso evaluativo de cada uno de los pasos necesarios para la profilaxis familiar, deben ser el aliciente fundamental para unir esfuerzos y continuar con el ejercicio investigativo - evaluativo este tipo de gestión social.
CONCLUSIONES GENERALES

Alcances y límites de la educación familiar promocional y preventiva:

1. El posibilitar el acceso al conocimiento científico sobre temas relativos al ciclo vital humano si posibilita cambios positivos de actitud y de comportamiento en las personas.
2. El conocimiento científico debe darse en forma pedagógica y adaptarse al lenguaje y al contexto socioeconómico, cultural y educativo de los participantes.
3. El taller educativo – reflexivo propicia el encuentro del conocimiento científico con el saber personal y grupal de los participantes.
4. El conocimiento entendido como mera información no genera por sí solo cambios positivos de actitud y de comportamiento en las personas. Para que esto suceda es fundamental que el conocimiento sensibilice la conciencia y afecte la percepción, la reflexión y la experiencia vivida de las personas.
5. Las condiciones de vida de las personas como: pobreza, marginalidad, intenso conflicto psicosocial, analfabetismo, carencias afectivas y materiales, entre otros, son factores objetivos que limitan el alcance de la educación familiar preventiva. La intervención sobre estas poblaciones demanda otros enfoques y estrategias.
6. El conocimiento debe ser comprensivo, integrado y permanecer como pauta de orientación; solo así es posible el cambio de actitud y comportamiento.
7. La utilización adecuada de técnicas y metodología de trabajo grupal facilitan los procesos de enseñanza – aprendizaje. Su empleo inadecuado limita los resultados esperados en los programas de educación familiar preventiva. Las metodologías no son un fin en sí mismo, son herramientas de trabajo y siempre deben de estar al servicio del conocimiento, la reflexión y la participación.
8. Los cambios positivos de la actitud y de comportamiento son el resultado de un proceso secuencial, intensivo e integral. Eventos puntuales como conferencias magistrales o mensajes masivos de corta duración no logran impactar en forma significativa y permanente.
9. Los programas y las acciones de educación familiar preventiva deben tener un carácter sistémico y de integralidad que involucre, en lo posible, a todos los miembros de una familia, aun cuando por motivos de método o de edad, género, generación y ocupación logística, se intervenga por separado en cada subsistema familiar, es esencial no perder de vista la unidad y el fortalecimiento de las relaciones intrafamiliares.
10. Si bien la sociedad colombiana reconoce y acepta las nuevas tipologías familiares aun el estado del conocimiento acerca de la estructura y funcionalidad de esta realidad es precario e insuficiente. Esta carencia investigativa limita el diseño, contextualización y ejecución de programas específicos de promoción y prevención a estas nuevas familias.
11. La Fundación a podido constatar la validez de los niveles y ciclos de cambio propuestos por Hersy y K.H Blanchard; Management Of Organisational Behavior, en cuanto a que hay una relación directamente proporcional entre el tiempo requerido y el grado de dificultad para el logro de los diversos niveles de cambio.
12. Si bien los testimonios son importantes y deben ser valorados y aceptados como prueba del cambio, en la medida de lo posible deben, además, ser confrontados con las personas que conviven con el participante.
13. La evaluación temprana da cuenta de los cambios inmediatos generados en una población determinada por la acción dirigida y planeada por agentes externos, con participación de la comunidad, en un tiempo determinado. La evaluación de impacto debe de dar cuenta de la permanencia en el tiempo de los cambios y transformaciones generados por el proyecto o programa de intervención. En el caso de la educación familiar y preventiva, la evaluación de impacto debe poder demostrar con indicadores y verificadores ciertos, válidos y confiables, que el cambio fue causado por la intervención en las áreas predeterminadas por la línea de base y la medición exante. La no permanencia de los cambios y la no generación de nuevos cambios en los participantes lleva a pensar en problemas de diseño y ejecución de los programas. Los estudios longitudinales y de seguimiento son indispensables para confirmar la permanencia o no de los cambios. El establecimiento de grupos de control, bajo un modelo cuasiexperimental, es también, un requisito fundamental para constatar el alcance positivo, en el tiempo, de la intervención; sin embargo, por la naturaleza subjetiva de las actitudes y del comportamiento humano y la imposibilidad de controlar todas las variables externas, se difícil precisar con exactitud la magnitud e intensidad del cambio debido a la intervención propiamente dicha.
14. La construcción de una línea de base es crucial para la determinación del impacto. Los indicadores empíricos, tanto cuantitativos como cualitativos, el acercamiento etnográfrico, sicológico, y sociológico deben proporcionar una visión comprensiva de la realidad exante en que viven las personas, familias y comunidades a intervenir. La delimitación de las actitudes, creencias, patrones, conductas, imaginarios y representaciones es clave para precisar el alcance de la intervención su impacto expost.
15. La educación familiar, promocional y preventiva, tiene que enmarcarse en una ética que respete la opción, libre y consciente, de los y las participantes por decidir el cambio positivo en sus actitudes y comportamientos. La educación familiar puede proponer nuevas formas de asumir la cotidianidad pero no imponer una determinada concepción o forma de vivir la vida.
16. El grado de escolaridad de la población a intervenir en un proyecto de educación familiar es determinante para el logro de los objetivos y la medición de los resultados. Una baja escolaridad dificulta la comprensión y la retención de nuevos conocimientos. Este tipo de grupos requiere de metodologías y estrategias de enganche más emocional que posibilite la cognición y la reflexión participativa. Es deseable la elaboración y entrega de material escrito como refuerzo del trabajo presencial.
17. La intervención ideal con personas, grupos, familias y comunidades es aquella en la cual se da la articulación y ejecución simultanea de proyectos con enfoques promocional, preventivo y terapéutico, por cuanto permite una atención más integral, eficaz y eficiente de las capacidades y recursos.
18. La convocatoria, el número de personas por grupo, la duración de las sesiones, el número de las sesiones, los temas, los profesionales talleristas y las estrategias metodológicas y de motivación son factores de suma importancia para mantener en el tiempo el interés y la participación. Una alta deserción atenta contra los resultados y la evaluación en el tiempo del proyecto o programa y, también, en la relación beneficio/costo.

TIEMPO REQUERIDO Y GRADO DE DIFICULTAD PARA DIVERSOS NIVELES DE CAMBIO
(alto)

COMPORTAMIENTO DE GRUPOS O DE ORGANIZACIONES (4)


COMPORTAMIENTO INDIVIDUAL (3)
Grado de
dificultad

ACTITUDES (2)




(bajo)CONOCIMIENTOS Y REFLEXIÓN PARTICIPATIVA (1)



Tiempo (corto) (largo)

P. Hersey y K. H. Blanchard: Management of organisational behaviour (N.J., Prentice-Hall, 1972), pág. 160.


BIBLIOGRAFÍA

· La relación padres-hijos: resultado de la investigación evaluativo sobre el curso-taller Vivamos en Familia, realizada con participantes de las Empresas Públicas de Medellín. Fundación para el Bienestar Humano. 1996
· La relación padres-hijos: fundamentos de la convivencia social. Investigación evaluativo del curso-taller Vivamos en Familia. Modalidad presencial. (años 1985 – 1991). Fundación para el Bienestar Humano. 1996
· Evaluación de la serie radial Vivamos en Familia en cuatro municipios de Antioquia. Fundación para el Bienestar Humano. Medellín. 1993
· Permanencia de los cambios de comportamiento efectuados por unos grupos de padres y madres de familia asistentes al programa Formación para la Vida en Familia de la Fundación para el Bienestar Humano. Ruth Stella Galindo Cadavid, Nieves Astrid Gil Gil, Luz Marina Grosso Mugno. Universidad de Antioquia. Departamento de Trabajo Social. Medellín. 1992.
· Cambios de comportamiento en la vida familiar realizados por los participantes en cursos de Formación para la Vida en Familia entre 1989 y 1990. Fundación para el Bienestar Humano. Medellín. 1989
· Estudio sobre la proyección de los educadores capacitados para el trabajo con padres y madres de familia. Fundación para el Bienestar Humano. Medellín. 1989
· Padres de familia y paternidad. Universidad de Antioquia. Departamento de Trabajo Social. Fundación para el Bienestar Humano. Medellín.1988
· Análisis estadístico comparativo sobre participación masculina –padres y madres – solteros y solteras- de los participantes en cursos de Formación para la Vida en Familia, presenciales, de comunidades geográficas entre 1975 y 1983 en 30 barrios de Medellín e Itagüi. Fundación para el Bienestar Humano. Medellín. 1986.
· Cambios de actitud y de comportamiento. Fundación para el Bienestar Humano. Medellín.
· Actitudes, vivencias y opciones de paternidad. Fundación para el Bienestar Humano. Medellín.1985
· Estudio sobre características personales y familiares de la población participante en cursos de Formación para la Vida en familia, presenciales y a distancia entre 1979 y 1983. Fundación para el Bienestar Humano. Medellín. 1985
· Estudio sobre actitudes, vivencias y opciones en relación con la paternidad de 335 padres de familia- hombres- de 5 barrios de Medellín. Fundación para el Bienestar Humano. Medellín. 1986
· Estudio realizado por la Fundación para el Bienestar Humano para confrontar si los conocimientos recibidos por los y las participantes en el Curso Formación para la Vida en Familia, permanece o no en el tiempo. Fundación para el Bienestar Humano. Medellín. 1982
· Estudio sobre conocimientos y motivación en los programas de Formación para la Vida en Familia, realizados por la Fundación para el Bienestar Humano en forma presencial mediante el grupo con esposos, padres, madres y personas solteras mayores de 18 años, en áreas urbanas y rurales de los municipios de Caldas, Marinilla y Medellín de 1980 a 1985. Fundación para el Bienestar Humano. Medellín. 1982
· Estudios realizados por la Fundación para el Bienestar Humano para confrontar sus objetivos de trabajo con padres, madres de familia y educadores. Fundación para el Bienestar Humano. Medellín. 1982
· Evaluación de conocimientos por radio del programa Formación para la Vida en Familia. Fundación para el Bienestar Humano. Medellín. 1981
· Estudio sobre la proyección del trabajo realizado con padres, madres de familia, por los educadores de primaria de siete departamentos de Colombia capacitados para tal fin por la Fundación para el Bienestar Humano mediante cursos de Formación para el Trabajo con la Familia entre 1979 a 1980. Fundación para el Bienestar Humano. Medellín. 1980
· Análisis sobre respuestas a la motivación para participar en cursos de Formación para la Vida en Familia en el municipio de Caldas –departamento de Antioquia en los años 1976-1980. Fundación para el Bienestar Humano. Medellín. 1980
· Estudio realizado en el área urbana del municipio de Marinilla-Antioquia para verificar la participación y motivos de la no participación en los cursos de Formación para la Vida en Familia entre 1976 y 1979. Medellín. 1979
· Evaluación de los conocimientos adquiridos en el programa de radio: Serie Radial Vivamos en Familia, municipios de Versalles y Santa Bárbara, Antioquia. Fundación para el Bienestar Humano. 1978
· Estudio sobre integración de conocimientos efectuado por las personas que recibieron el curso de Formación para la Vida en Familia en el barrio Manrique de Medellín, en los años de 1975 a 1977. Fundación para el Bienestar Humano. Medellín. 1977
[1] Con relación al programa de Formación para el Trabajo con la Familia la FBH realizó dos estudios, en 1982 y 1989, con una muestra de 4.190 educadores de 13 departamentos donde se constató que el 95% de los educadores si proyectaron los conocimientos recibidos con los padres y madres de familia de sus instituciones educativas mediante trabajo individual y en grupo. Con relación a la serie radial Vivamos en Familia se efectuaron dos estudios de seguimiento en los años de 1993 y 1980.

sábado, diciembre 04, 2004





DE LAS ONG A LAS EMPRESAS SOCIALES: ¿QUÉ CAMBIA?, ¿QUÉ PERMANECE?


Luis Julián Salas Rodas
Sociólogo
Especialista y Magister en Ciencias Sociales
Magister en Ciencias de la Educación
Director Ejecutivo de la Fundación Bien Humano



Una buena obra de teatro es aquella donde confluyen una acertada dirección, un libreto bien escrito, unos actores y actrices conocedores y experimentados en su oficio, un escenario adecuado, una escenografía pertinente y un tema que cautive la atención del público. La taquilla, los aplausos, las ovaciones y la permanencia en cartelera indican si la obra tuvo éxito.
En el debate ideológico, político y académico hay un consenso en reconocer y aceptar los distintos actores sociales que tienen ingerencia, recursos y acciones en el desarrollo humano: el Estado, la empresa privada, las organizaciones civiles del tercer sector, las comunidades, las agencias multilaterales y la cooperación internacional. Los representantes de estos actores exponen y confrontan sus tesis en multitud de escenarios públicos y privados del planeta. El reconocimiento como actor social implica el desempeño de un rol preciso en cuanto a ser portador de intereses, de poder, aspiraciones, voluntades y propósitos específicos de un sector sea este gubernamental o no gubernamental; y en un mundo globalizado los escenarios de actuación cruzan lo internacional, lo nacional, lo regional y lo local haciendo de lo simple un asunto complejo.
A diferencia de la obra teatral los actores sociales no disponen de una director escénico ni de un único libreto que guíe sus pasos y ordene sus diálogos; de ahí que sea frecuente la confusión de roles y la descoordinación en los escenarios donde se promueve el debate ideológico, político y académico acerca del desarrollo humano. Desde hace tiempo las organizaciones no gubernamentales, ONG, son reconocidas como actores sociales y por lo tanto tienen acceso a participar de dichos escenarios. Una fracción de ellas justifica su actuación ante lo que denomina el “vació del Estado” en el cumplimiento de sus responsabilidades ante los grupos mas pobres y vulnerables de la sociedad. Su papel, en consecuencia, es “ocupar” esos espacios con la ejecución de programas y proyectos que suplan la falta de acción gubernamental. Otro grupo de ONG esta convencido que su tarea fundamental es la de ser representante y vocero de los intereses de las comunidades marginadas ante el Estado y la sociedad. Otras insisten en su posición de evitar cualquier contacto o acción conjunta con el Estado por temor de “contaminarse” o de perder autonomía. Y de un tiempo para acá, en Colombia, ha surgido un movimiento que desean ser reconocidas no como ONG sino como empresas sociales. Argumentan que el nombre las estigmatiza y les cierra las puertas del apoyo económico del sector privado. Opinan que para la consecución del logro de la sostenibilidad es menester adoptar un enfoque, un estilo y una mentalidad empresarial. Piensan que les iría mejor si cambian no solo de nombre sino de rol adoptando el de las empresas productivas. Las consecuencias de tal hecho no son superficiales, tienen o tendrán consecuencias importantes para la configuración y desempeño del Tercer Sector [1]. En Europa, a su vez, se viene afirmando una tendencia que busca transformar el voluntariado y el asociacionismo en empresa social como generadora de empleos, bienes y servicios. La profesionalización, el empleo asalariado y la sujeción a las normas ISO de calidad son componentes de este direccionamiento.
Definición de empresa social en el contexto europeo
La RED EMES es una red científica europea dedicada, entre otros asuntos, ha realizar estudios sobre el Tercer Sector. Según ellos a la empresa social se la puede definir de acuerdo con criterios económicos y sociales. Para ser fiel y no malinterpretar acudo a la cita textual:
“Según los criterios económicos, una empresa social, independientemente de su forma jurídica, debe poseer las siguientes características:
- Producción y distribución de bienes y servicios, es decir, debe tener contacto con el mercado de carácter no eventual, ni ocasional, sino permanente.
- Autonomía de gestión, es decir, contar con su propio proyecto y desarrollarlo en forma autónoma. La empresa social no es un brazo instrumental de otra organización. La autonomía de gestión debe constar en los estatutos y formalizarse en protocolos.
- Riesgo económico, debe existir una mínima diversificación en la producción (distribución) de bienes y servicios.
- Fuerza de trabajo remunerada, al menos un mínimo.
- Carácter innovador del servicio, tiene que ofrecer algo diferente, un añadido, un plus de producción.
Según los criterios sociales, una empresa para definirse como “social” debe tener las siguientes características:
- Iniciativa emprendida por un grupo de ciudadanos, debe ser expresión de una forma de auto organización de los ciudadanos, iniciativa de la comunidad.
- Tener relación directa con el territorio, en tanto iniciativa de la comunidad debe permanecer unida a ella, participa en el desarrollo local.
- El poder de decisión no se basa en la posesión de capital, sino en la participación de las personas.
- Participación democrática en la gestión de las actividades, debe asegurar los mecanismos de participación en las decisiones. La democracia es un criterio ligado a los socios, “una persona, un voto”; la participación es un criterio que remite a los destinatarios de las actividades de la empresa.
- Limitación en la distribución de beneficios. Se trata de un elemento constituyente, irrenunciable, pero no suficiente. A diferencia del criterio anglosajón, en el que la distribución de los beneficios es el único criterio, es necesario identificar, no sólo las limitaciones de dicha distribución, sino también otros criterios que garanticen la finalidad social.[2]
Alcances y límites del concepto de empresa social en el contexto colombiano
Si la denominación de ONG[3] peca por resaltar como atributo esencial de identidad la diferenciación de origen con respecto a lo gubernamental, la denominación de empresa social resulta un híbrido que en vez de resolver el problema de la identidad lo agrava aun más, por cuanto pretende asemejarse a las organizaciones lucrativas del sector privado creando más confusión de roles entre los actores sociales.
Atendiendo a los “criterios económicos”, a diferencia de Europa, en Colombia las ONG hace rato que producen y distribuyen bienes y servicios; asumen riesgos económicos; disponen de autonomía de gestión, de fuerza de trabajo remunerada y son innovadoras del servicio. En cuanto a los “criterios sociales” la mayoría de las ONG del país son iniciativas emprendidas por un grupo de ciudadanos; tienen relación con el territorio y se acogen, por Ley, a disposiciones estatutarias de índole democrática en la designación de sus autoridades: “una persona, un voto” lo mismo que en relación a la participación democrática en la gestión de actividades. Con respecto a la distribución de beneficios económicos la Ley no los permite. Si nos acogemos a los “criterios económicos y sociales” de las empresas sociales europeas un porcentaje muy alto de las ONG colombianas cumple los requisitos de admisión. ¿Debiéramos, en consecuencia, desestimular el uso del término de ONG y promover el de empresas sociales en el Tercer Sector ? El debate apenas comienza... de mi parte aporto cuatro argumentos:
. Existencia de un mercado social imperfecto. El mercado es la institución económica donde se intercambian los bienes y servicios producidos bajo la ley de la oferta y la demanda. El mercado fija precios, regula el volumen de las mercancías y es un indicador de las decisiones de compra y venta de millones de personas, familias y organizaciones. Los mercados de mercancías han desarrollado instrumentos de medición y manipulación que dan cuenta de la abundancia, la escasez, el alza y la reducción en los precios. Las empresas privadas producen para atender una demanda solvente de clientes y consumidores que tienen capacidad de compra o de endeudamiento. Los bienes y servicios que producen las ONG no cuentan con clientes y consumidores solventes sino con intermediarios que pagan por ellos o que los subsidian como el Estado, la cooperación internacional al desarrollo o donantes. Las ONG no atienden mercados sino cuasimercados. ¿Quién y como se define el tamaño del cuasimercado de lo social? ¿De que forma opera la ley de la oferta y la demanda en este cuasimercado en cuanto a fijación de precios? ¿Cuáles son las fallas de este cuasimercado y como se corrigen? ¿Hay un perfil de ONG oferentes para cada segmento de clientes?¿Qué tan flexible y elástica es la oferta de las ONG ante los requerimientos de los cuasimercados? ¿Disponemos de información confiable y actualizada de la competencia? ¿Qué tan estudiada y conocida son las necesidades de los demandantes? ¿Sabemos el porcentaje de participación de nuestros competidores en el cuasimercado social? ¿Qué tan fluida y confiable es la información disponible? ¿Deben primar las relaciones de competencia a las de cooperación en las empresas sociales para la conquista del mercado? ¿Estarían dispuestas las empresas sociales a fusionarse o a dejarse absorber por otras en búsqueda de la eficiencia y de la obtención de una posición dominante?. ¿No será acaso que los que caracteriza el marco de operación de las organizaciones del Tercer Sector es precisamente la existencia de cuasimercados? Si se llegase a conformar un verdadero mercado social a semejanza del mercado económico, o sea un mercado que fije precios, márgenes de rentabilidad, ciclos de auge y recesión, etc, ¿qué papel y espacio tendrían las empresas sociales ante la competencia de las empresas económicas? ¿Qué tan efectivo es el diseño y ejecución de un plan de mercadeo de una empresa social en un cuasimercado? Son muchos los interrogantes y muy pocas, aun, las posibles respuestas satisfactorias con respecto a este tema.
. Insuficiencia de recursos financieros. Las empresas económicas requieren de capital, ya sea propio o prestado, para iniciar labores, funcionar, ampliarse o crecer. Existen bancos de fomento y políticas gubernamentales que facilitan los recursos, prestan asesoría y avalan ante terceros. La mayoría de las ONG colombianas, léase empresas sociales, no contaron con un capital suficiente en su origen y tampoco pueden mostrar en sus estados financieros un patrimonio importante que se aproxime, siquiera, a las organizaciones del sector solidario como las cooperativas y los fondos de empleados. Tienen serias restricciones para acceder a créditos bancarios y no tienen la posibilidad, como las empresas económicas, de ser capitalizadas por sus socios para crecer o para enfrentar situaciones adversas. Si se les aplicara la norma de las empresas económicas de tener que liquidarse si los pasivos igualan la mitad del valor del patrimonio muchas entrarían en concordato. No olvidemos que el conjunto de las organizaciones del Tercer Sector en Colombia sólo representan el 2.1% del PIB[4]. Ni las ONG, ni las empresas sociales disponen, y dispondrán, de los recursos suficientes para reducir, mitigar o aminorar en una proporción significativa los efectos negativos de la pobreza y la exclusión social. Antes que proveer bienes y servicios, nuestra misión y nuestros esfuerzos deben ir encaminados a incidir en el Estado, poder político, y en el sector privado, poder económico, a reorientar las políticas y el modelo de desarrollo que generan y mantienen en situación de pobreza el 60% de la población colombiana.
- Bajos salarios y pocos incentivos económicos. La insuficiencia de recursos financieros para desarrollar la misión, fortalecer la organización y aumentar los servicios en las ONG incide, además, en la permanencia de una estructura de bajos salarios y pocos incentivos económicos a sus profesionales y empleados. Las comparaciones de curva de salarios frente a las organizaciones gubernamentales, la empresa privada, las universidades y las cooperativas las pone en desventaja. Los ingresos apenas alcanzan para cubrir las obligaciones de Ley, en el mejor de los casos, y no dan lugar a establecer políticas de incentivos, bonificaciones, prestaciones extralegales y reconocimientos por productividad. Los programas de bienestar laboral para los empleados y sus familias son escasos y la mayoría de las veces se limita a la oferta institucional de las Cajas de Compensación. Las ONG ofrecen posibilidades de un primer enganche laboral pero no logran retener el personal que cualifica ante las ofertas de empleo que llegan de otros sectores, lo que a su vez incide en situaciones de baja competitividad en el mercado de trabajo. Los bajos salarios y la falta de incentivos económicos se suplen con mística, entrega, sentido de pertenencia y un alto compromiso personal y social.
- Déficit de formación gerencial. La gerencia social es hija legítima de los programas de modernización del Estado impulsados desde la CEPAL y el INDES a principios de los años 90 del pasado siglo que luego se extendieron a las organizaciones del Tercer Sector las cuales fueron “descubiertas” como instrumentos de ejecución de las políticas sociales y de los proyectos que las entidades gubernamentales no estaban interesadas en seguir realizando en forma directa. Este viraje se enmarca en el paso de la matriz estadocéntrica a la matriz sociocéntrica.[5] Contratación de servicios, eficiencia, amplia cobertura, bajos costos y flexibilidad fueron los criterios gerenciales que el Estado empezó a promover en su relación con las ONG que pretendían acceder a los recursos públicos. Esta exigencia externa a la par con las de la cooperación internacional de desarrollo hizo más visible el déficit cuantitativo y cualitativo de la formación gerencial Tercer Sector. Déficit extendido a la ausencia de indicadores y sistemas de control y evaluación de la gestión no sólo social sino administrativa, humana y financiera de las ONG. Exigencias que se siguen aumentando con la implementación de sistemas de gestión de la calidad para calificar en licitaciones públicas de contratos de consultoría y prestación de servicios. Presiones del entorno que han llevado a un grupo representativo de ONG a evolucionar al concepto de empresa social.
La gerencia social es un campo de conocimiento de muy reciente aparición en la oferta académica y de muy corta trayectoria en las organizaciones del Tercer Sector. El personal directivo y los equipos operativos de profesionales de las ONG, en nuestro caso particular, cuentan con una adecuada formación humanística pero aun carece de una adecuada formación gerencial en cuanto a teoría, herramientas y procedimientos , en especial, en el nivel de postgrado.
Con que facilidad y rapidez migran del sector empresarial al Tercer Sector enfoques, escuelas, modas y estilos gerenciales de las empresas productivas. Las organizaciones sociales, entre ellas las ONG, las acogen sin análisis previos, como tabla de salvación, para después tener que reversar o suspender procesos que no dan los resultados esperados. No basta con el aporte de los académicos, ni de los asesores empresariales para avanzar en el desarrollo de la gerencia social, es fundamental que las ONG, sus profesionales y el gremio asuman la tarea de construir pensamiento, teoría y conceptos propios que den cuenta de la realidad de nuestro que hacer. En esta perspectiva las acciones de fortalecimiento institucional deben dirigirse a superar el déficit y a cualificar la formación gerencial del capital humano del Tercer Sector.
La evolución de las ONG hacia la empresa social no es un imperativo del Tercer Sector ni de todas las ONG. Como en todo proceso hay oportunidades y hay amenazas. Las oportunidades residen en el logro de la sostenibilidad, en el aseguramiento de excedentes para el fortalecimiento institucional, en la optimización de los recursos, en la posibilidad de mejorar los niveles de remuneración del personal y en poder alcanzar estándares de calidad. Las amenazas se incuban en los riesgos de perdida de identidad, de renuncia al ideal de cambio humano y transformación social, del predominio de los objetivos e intereses económicos sobre los sociales, en el incentivo de la competencia sobre la colaboración, en la adopción de prácticas “non santas” como el trafico de influencias y la corrupción para hacerse a los contratos oficiales y en el abandono definitivo de la mística y del voluntariado como fuerza social. Corresponde a cada Asamblea de socios, a cada Junta Directiva, a cada Dirección Ejecutiva de las ONG analizar los pro y los contra de tal evolución. Por último, no olvidemos que la implantación a ultranza de la gerencia social no es garantía certificada contra las quiebras y el colapso...
Sus comentarios a este artículo puede enviarlos a: bienhumano@epm.net.co
[1] El investigador social Fernando Fantova, sicólogo y sociólogo español, señala el riesgo que asumen las organizaciones del Tercer Sector al relacionarse estrechamente con el Estado, la comunidad y el sector privado. Si las ONG no construyen un pensamiento y una agenda propia terminan siendo solicitas y reactivas a las demandas del Estado convirtiéndose en Organizaciones Neogubernamentales. Si las ONG no toman distancia de los intereses y necesidades de la comunidad acaban confundiéndose en el tejido comunitario. Si las ONG adaptan y adoptan sin reflexión crítica el modelo empresarial y la lógica de la rentabilidad económica acaban relegando a un segundo plano sus fines sociales y de desarrollo humano.

[2] La Evolución del Tercer Sector hacia la Empresa Social. Francisco Salinas Ramos y otros. Plataforma para la promoción del voluntariado en España. Madrid. 2001. Págs: 34 - 35
[3] En el ordenamiento jurídico colombiano no existe el concepto de ONG sino de entidades sin ánimo de lucro. El término de ONG tiene, más que todo, una significación sociológica.
[4] La Sociedad Civil Global: Las dimensiones del sector no lucrativo. Salamon, Lester ; Villar, Alvaro y otros. Johns Hopkins University. USA. Pág: 499
[5] Ver. Los paradigmas de la política social en América Latina. Rolando Franco. En: Políticas Públicas y Gestión Social, una mirada desde la Gerencia Social. Municipio de Medellín. 1997. Pág: 29

martes, noviembre 23, 2004

70 AÑOS DE LA FUNDACIÓN PARA EL BIENESTAR HUMANO

Luis Julián Salas Rodas
Sociólogo
Especialista y Magister en Ciencias Sociales
Magister en Ciencias de la Educación
Director Ejecutivo de la Fundación Bien Humano



Muy apreciados amigas y amigos de la FBH:

Es muy grato tener la oportunidad de celebrar con ustedes estos 14 lustros de vida institucional. La ingratitud humana solo haya excusa y comprensión cuando se padece de Alzahimer. No es todavía, nuestro caso personal e institucional. La memoria es esa facultad mental que impide la instalación del olvido, que nos hace recordar personas, fechas, eventos y situaciones. Las organizaciones son creación humana y como tal están expuestas a crisis y desafíos constantes en el transcurso de su ciclo vital.

La palabra escrita es fiel evidencia de cómo sucedieron los hechos cuando ya han fallecido sus protagonistas. Mas de 1.000 actas de Junta Directiva y 100 de la Asamblea General conforman el archivo histórico de la Sociedad de Damas de la Caridad y de la Fundación para el Bienestar Humano. De su lectura atenta y reflexiva pude recrear el contexto de la épocas, los temas de interés, el cambio en las formas de sentir, pensar y actuar, el origen y resolución de las amenazas externas, de los conflictos personales y de poder, de las afugías económicas, de los logros sociales y de los relevos generacionales entre otros muchos asuntos.

Según la Cámara de Comercio de Medellín el 80% de las sociedades que se crean se liquidan antes de cumplir el tercer año. Siete décadas continuas de trabajo evidencian que la organización ha sabido afrontar con éxito las dificultades, los retos y las incertidumbres que conlleva la existencia; sin embargo la sostenibilidad nos es aún un seguro que pueda comprarse para cubrirnos del riesgo de la quiebra y la disolución. La sostenibilidad es una tarea diaria que se logra con ideas claras, decisiones oportunas, visiones acertadas y compromiso efectivo. De todo esto dieron fe, y con creces, durante 37 años la Sociedad de Damas de la Caridad. Una idea clara: crear una organización que permitiera la práctica del sagrado precepto de la caridad a un grupo de mujeres católicas más allá de la limosna y de la ayuda esporádica al necesitado. Decisiones oportunas: no dudar en cambiar, abrir o cerrar programas cuando las condiciones objetivas así lo aconsejaban. Al no contar con los recursos económicos suficientes para continuar con la construcción y mantenimiento de las viviendas colectivas, las Damas dieron paso a otra etapa cuando se concentraron en el desarrollo comunitario, durante 20 años en el barrio las Estancias, gracias al fideicomiso y luego donación de la familia de una de las socias de un terreno de 20 hectáreas. Decisión oportuna: crear, en 1966, la Fundación para el Bienestar Humano y traspasarle a ella todos el patrimonio y los recursos cuando la Comunidad Vicentina quiso centralizar el manejo de las distintas sociedades de Damas de la Caridad en el país. Decisión oportuna: cesar actividades en el barrio las Estancias para no involucrar a la comunidad en conflictos de poder y celos institucionales con el cura párroco y dar paso, así, al trabajo promocional y preventivo con las familias a nivel nacional, actividades con las cuales continuamos. Visión acertada: la visión de doña Ana Restrepo de Gautier cuando a mediados de los años cincuenta del pasado siglo propuso la constitución de un fondo acumulativo, intocable para cubrir gastos de funcionamiento, que se fuese incrementando con un porcentaje de los ingresos operacionales y la acumulación de intereses. Fue así como en 1970 la Fundación obtuvo su primer millón de pesos en efectivo, dinero que fue prestado luego a importantes empresas de la ciudad para que con sus réditos financiara la operación de los programas. Dejo a los economistas curiosos la tarea de su actualización a valor presente. Hoy en día las ONG saben de sobra que no bastan los recursos de contratación con el Estado, de la cooperación internacional y de la filantropía para asegurar la sobrevivencia financiera. Que se requiere de un patrimonio propio para sobrellevar las contingencias del día a día. Y ese millón de pesos junto con el producto de la venta de las instalaciones del barrio Las Estancias al municipio de Medellín fue el origen del patrimonio actual de la Fundación. Extraordinaria visión la de doña Ana en una época donde la beneficencia y la “ponchera” surtían aún efecto. La planeación estratégica no deja de insistir en el poder transformador de una visión. Cuando era niño tener visión era cosa de locos y si por alguna razón uno la tenía debía permanecer callado so pena de ser considerado como tal. Doña Ana no sabia nada de planeación estratégica pero siempre fue una persona muy lúcida que no tuvo nunca temor de expresar y compartir sus visiones. Visión acertada: la de tener un negocio rentable, un almacén de venta de lanas el cual generó ingresos por muchos años para cubrir los gastos, visión que muchas ONG del presente empiezan a contemplar como alternativa económica. Visión acertada la de las Damas al permitir, a principios de los años 70 del pasado siglo, la presencia, la participación y el pensamiento de un grupo de señores en calidad de socios activos en una organización de origen netamente femenino. Visión anticipada, por lo demás, al presente donde ya es común hablar y aceptar de equidad de género; participación que ya ocupa la Presidencia y la Dirección Ejecutiva de la organización. Compromiso efectivo: en su mejor época las Damas lograron tener en sus filas un voluntariado de 260 socias que aportaban una cuota de sostenimiento mensual, tiempo, conocimiento y experiencia en la prestación de los servicios; voluntariado que acompañaba el trabajo de profesionales expertos pagados por la Sociedad. Durante 20 años el barrio las Estancias fue el centro de prácticas y de formación de varias generaciones de trabajadoras sociales de la Universidad Pontificia Bolivariana. Los programas y servicios sociales de las Damas cubrían el 50% de una población estimada de 10.000 personas. La Sociedad fue pionera en ser un modelo de gestión de una entidad sin ánimo de lucro que apoya y acompaña el desarrollo vecinal y comunitario, modelo que aun siguen varias fundaciones de la ciudad. Compromiso efectivo: el de anteponer siempre los intereses de la organización a los personales, el de procurar siempre el mejor valor agregado a las acciones, el de renunciar a tiempo y dar paso a las nuevas generaciones, el de permitir las evaluaciones y someterse a sus recomendaciones.

La gerencia moderna nos remarca la obtención de resultados y la aplicación de herramientas como la planeación estratégica, la reingeniería y el marco lógico. Nada de esto existía, ni estaba al alcance en los tiempos de las Damas, pero a su manera eran efectivas y producían resultados. En una de las actas de Junta Directiva la directora de la guardería informaba de la necesidad de disponer de una camioneta para el transporte de los niños. Dicho y hecho. En esa misma reunión doña Eugenia Ángel de Vélez donó la camioneta, doña Luisa Ángel de Henao asumió el pago del salario del conductor y doña Margarita Posada de Vieira se comprometió a sufragar los gastos de gasolina y aceite del vehículo. Y asunto solucionado. ¡Qué maravilla! ¡Qué instantáneo poder de decisión! Sin tener que nombrar una comisión, redactar una carta o elaborar un proyecto ¿Quién de ustedes colegas, directores y directoras, no quisieran tener en su Junta Directiva este trío de generosas damas? Estas y muchas otras situaciones están escritas a mano, con tinta verde, en bella caligrafía, en los libros de actas de la Sociedad de Damas de la Caridad. Se dice en una de ellas textualmente: “las cartas dirigidas a las empresas solicitando ayuda económica son efectivas pero no olvidemos que lo es aun más, en reemplazo de la carta, la presencia distinguida de una de nosotras en las oficinas de los gerentes”. No dudo que así era. Y de esta forma ingresaba a las arcas de la Sociedad los $15 de Cemento Argos, los $20 de Coltejer, los $10 de Fabricato, los $30 del Banco Comercial Antioqueño, los $35 de la Naviera Colombiana y así por el estilo de todas las sociedades anónimas. En esos tiempos el dinero si era dinero. Y si las arcas continuaban vacías y el déficit aumentaba se acudía al trabajo de las socias para organizar el bingo, el baile de sociedad, la rifa del anillo, al arreglo de vitrinas, a las presentaciones del grupo escénico y a todo tipo de actividades para recaudar fondos, actividades que aun siguen vigentes en muchas ONG del presente. Las Damas sabían que la Divina Providencia no desampara pero que no tenía porque hacerlo todo... En el libro de actas no se verificaba el quórum sino que se escribía, en el estilo de la época, “Asistencia: la mejor posible”. Se reunían en la casa de la Presidenta, muy puntuales, y después de “invocar al Espíritu Santo y de rezar las oraciones acostumbradas” daban inicio a la reunión. Fueron damas muy católicas que recibían con fervor las bendiciones del señor Arzobispo y con humildad sus llamados de atención cuando la práctica del culto decaía, pero no admitían: “ intromisiones indebidas del asesor espiritual en los asuntos propios de la Junta”. Damas que no vacilaron en enfrentarse con valor y respeto a las jerarquías eclesiásticas cuando sentían que atentaban contra el manejo autónomo de la Sociedad. Damas que asumían con firmeza las consecuencias de las decisiones tomadas.

Además de un patrimonio son muchas las lecciones de vida que heredamos de las Damas: su transparencia, la pulcritud y la austeridad en el manejo de las finanzas, el entusiasmo por el trabajo, el sentido de pertenencia, el compromiso personal más allá de lo estrictamente laboral y la satisfacción por el cumplimiento de una responsabilidad social. De todas las lecciones de vida de las Damas me merece especial mención el valor de la generosidad, la cual consiste, en palabras del filósofo Séneca, en el “arte de dar”, dar sin esperar nada a cambio. El gobierno da y reclama siempre contraprestaciones políticas, el empresario dona pero exige el certificado de donación para deducir impuestos, la cooperación internacional ayuda pero espera recibir el respectivo crédito. La generosidad esta hoy en desuso, la hemos remplazado por la solidaridad la cual requiere de la ocurrencia de un evento inusual y catastrófico que logre conmovernos y así despertarla. Cuando pasa el suceso cesa la solidaridad. El poder de los medios de comunicación incentiva, suena feo decirlo, el mercado de la solidaridad nacional e internacional. Cada vez deben de ser más impactantes las imágenes televisivas de las tragedias humanas para movilizar la ayuda humanitaria. Como dice la filósofa española Victoria Camps: “la virtud de la solidaridad se ha institucionalizado, su objetivo son las personas extrañas al ámbito más cercano y familiar: las víctimas de un terremoto, de una guerra, de un accidente, siempre algo lejano”. La generosidad, en cambio, se práctica con las personas conocidas y con las cuales queremos mantener vínculos. La generosidad es el mejor antídoto contra el egoísmo del cual decía la madre Teresa de Calcuta que era el origen de todos los males de la humanidad. La solidaridad requiere de campañas promocionales; la generosidad solo de corazones desprendidos. La solidaridad es transitoria; la generosidad es perenne.

Característica de lo contemporáneo es juzgar con ligereza, desconocimiento o prejuicio lo relativo a un tiempo pasado. El valor de la caridad cristiana es hoy un asunto desprestigiado en el discurso y la práctica social. Hoy nos da pena decir que nuestro que hacer institucional apunta a aliviar sufrimientos, preferimos hablar de desarrollo social, de calidad de vida, de desarrollo humano integral y sostenible. En búsqueda de la eficacia, la eficiencia y la efectividad, deseamos convertirnos, en un curso acelerado, en empresas sociales para dejar de lado el estigma que cargamos por ser ONG o entidades de beneficencia. Y el riesgo que corremos, y no vemos, es el de preocuparnos más por el cumplimiento de los términos de un contrato para evitar la aplicación de multas que el de incidir en el cambio y en la transformación de las condiciones de vida de la población que pretendemos atender. Las Damas estuvieron siempre cercanas, atentas a la escucha, solícitas y pendientes de las necesidades de las familias. Hoy como ayer la pobreza no ha sido superada en el país; todavía persiste la exclusión y se niegan oportunidades a más del 60% de los compatriotas. Colombia es, según reportes de Naciones Unidas, el tercer país del mundo en concentración del ingreso de sus habitantes. Si el asistencialismo no es la respuesta, y en ello estamos todos de acuerdo, las propuestas y acciones unilaterales de las organizaciones del llamado Tercer Sector tampoco lo son así hallamos renovado nuestros conceptos y discursos. No tenemos, ni tendremos, los recursos económicos para ello, apenas generamos el 3% del PIB del país, escasos 3.000 millones de devaluados dólares. Dejemos el mesianismo y seamos realistas. No se ofendan colegas pero en términos financieros una sociedad de pobres es solo una pobre sociedad. Nuestra razón de ser no esta tanto en atender y solucionar los problemas y necesidades de la población sino en emplear nuestro poder social para que junto con el poder político del Estado, el poder económico del sector empresarial y la autogestión y empoderamiento de las comunidades marchemos de común acuerdo en la senda del desarrollo. Y mientras esto ocurre no tenemos otro oficio que seguir apoyando y acompañando a las comunidades y grupos excluidos. Decía hace poco un alto funcionario de la Organización Internacional del Trabajo; OIT, de paso por la ciudad, al comentar un informe acerca de la globalización que los Estados debían volcar su atención y los recursos en el desarrollo de lo local y pensaba para mis adentros que si de algo podemos ufanarnos las ONG es de haber estado siempre en lo local, en lo territorial, hombro a hombro, cara a cara, lado a lado, de las personas, los grupos, las familias, las comunidades y esta opción preferencial, acorde con nuestros recursos y posibilidades, ha sido objeto de múltiples críticas, y autocríticas, de diversos sectores. Es esta cercanía la que nos da la credibilidad, la autoridad, el conocimiento y la legitimidad para ser considerados como actores sociales. Es cierto que nos falta más coordinación, mas trabajo en alianza, más unidad gremial, tenemos que avanzar más en estos aspectos pero sin perder de vista la riqueza que nos da la diversidad. Así como una selva tropical es mas rica en fauna y en especies vegetales que un bosque de pinos, una sociedad es mas rica entre más diversa y diferente sea. Y ¡ojo! no confundamos diferencia con desigualdad. Así como aceptamos la biodiversidad aceptemos la sociodiversidad, de la cual el Tercer Sector da buena cuenta.

Y es esta cercanía la que nos posibilita a las personas que trabajamos en las organizaciones del Tercer Sector el vivir gratas experiencias de transformación humana. Quiero relatarles una de ellas, con el perdón de mis colaboradores cercanos que ya la conocen. Hace muchos años, antes de ser Director de la Fundación, y cuando era más joven que hoy, fui tallerista por cinco años. Al tercer año empezaron las dudas, las vacilaciones acerca del sentido y la utilidad del trabajo promocional y preventivo con los padres de familia. Todos los viernes, durante 4 meses debía dictar un curso los viernes, de tres a cinco de la tarde, en un precario salón comunal, en el sector de la Avanzada, allí donde el viento se devuelve, 20 minutos a pie por unas empinadas y peligrosas escaleras, desde el barrio Santo Domingo Savio y luego de casi una hora de recorrido en bus desde el viejo Guayaquil. Ni en la imaginación más febril estaba la idea de que algún día la distancia sería acortada por la construcción y puesta en servicio de un metrocable. Los viernes en la tarde, precisamente, se agudizaba la crisis y el deseo de renunciar. Al final del cuarto mes, al terminar una sesión del curso se me acerco un niño, calculo que debía tener alrededor de 10 años, el cual esperó a que yo estuviera solo, a darme las gracias. Le pregunte gracias porque o de que y el me contesto: “Profe, es que desde que mi mamá asiste a sus clases me quiere más porque ya no me grita ni me pega y yo vi que ella cambio gracias a sus consejos”. Sobra decirles que las dudas se esfumaron en el acto, que allí, con el testimonio libre y espontáneo de ese niño comprendí que el trabajo de la Fundación tenía sentido, que valía la pena el esfuerzo del viaje en bus y de la subida y bajada a pie por las tortuosas escaleras. Habíamos logrado cambiar la relación de una madre con su hijo, habíamos hecho posible la felicidad y el bienestar de un niño. Y aun hoy, después de tantos años, cuando los inevitables y recurrentes momentos de soledad y desesperanza que la dirección ejecutiva de una ONG conlleva, viene a mi mente la sonrisa, la cara alegre de ese niño que me anima a continuar con la tarea de generar desde la Fundación oportunidades de felicidad para más familias.
La fuerza de un testimonio se convirtió en una honda convicción del poder de transformación que logran las personas cuando introyectan un conocimiento, reflexionan y luego modifican en forma positiva actitudes y comportamientos. No podemos desconocer que hay situaciones de extrema indigencia y enfermedades mentales que impiden a las personas cambiar, pero no menos cierto es que como seres humanos estamos dotados de inteligencia, de conciencia, de juicio y que tenemos, también, la opción de elegir y decidir.
En la gestión humana y social de las ONG nos vemos, muchas veces, abrumados por toda la parafernalia de construcción de indicadores, líneas de base, monitoreo y evaluación de impacto que las agencias de cooperación han vuelto exigencia para acceder a sus recursos. Es un hecho que debemos tener herramientas de medición pero no se nos debe olvidar que los datos y los informes no pueden ser más importantes que la vida, que los anhelos y la felicidad de las personas a quienes decimos apoyar y acompañar. Trabajar en el sector social nos mantiene cercanos a las alegrías y sufrimientos de la gente. Nos hace ser más generosos. Como en el comercial de televisión se encuentra en el lugar equivocado quien pretenda ganar mucho dinero vinculandose a una ONG o creando una. El enriquecimiento que se obtiene no es el de los billetes sino el de la satisfacción personal por contribuir al bienestar humano, a la formación de ciudadanía, a la ampliación de oportunidades, a la justicia social y a la participación democrática en una mejor sociedad. Satisfacción que se extiende al poder conocer otras organizaciones y tratar colegas y compañeros de ruta que comparten objetivos y visiones. Es una razón más para quedarnos, para afianzar el arraigo y el compromiso.

Permanencia y cambio son factores clave en la sostenibilidad de una organización. Permanencia de los ideales, de los principios, de la buenas prácticas, de las lecciones aprendidas; cambio para enderezar el rumbo, para conocer otras miradas, para emular a los que saben, para no perder vigencia. En la FBH lo permanente ha sido el trabajo con las familias; han cambiado las modalidades de atención, el enfoque, el tipo de programas. Cambiamos de nombre pero permanece la convicción de que sin las familias no es posible aportar a la construcción de una sociedad más justa, pacífica y democrática. Pasamos de ser una entidad de carácter asistencial a una organización especializada en servicios educativos con las familias. Permanece la política de la Asamblea de Socios y de la Junta Directiva por continuar en el nivel de promoción y prevención a las familias y cambiamos de logosímbolo y de imagen institucional como mensaje de renovación. En los tiempos que corren no basta ya con enseñar a pescar, luego de la pesca es que comienza el verdadero trabajo...

Muchas gracias por su presencia y compañía.

Luis Julián Salas Rodas
Director Ejecutivo de la Fundación para el Bienestar Humano
Medellín, Noviembre 23 de 2004


viernes, enero 16, 2004


¿Qué hacer con los socios y las socias de las ONG?


Luis Julián Salas Rodas
Sociólogo
Especialista y Magister en Ciencias Sociales
Magister en Ciencias de la Educación
Director Ejecutivo de la Fundación Bien Humano




La asamblea de socios(as) es la máxima autoridad en una ONG. Es ella quien tiene el poder de dar vida o muerte a la organización. Tanto a nivel nacional como internacional las ONG conforman un universo denso, complejo y heterogéneo de clasificar. Para poder iniciar la respuesta a la pregunta del presente artículo, trataremos de elaborar una tipología de socios(as) de acuerdo con su filiación y relación estatutaria:

Socio(a) natural: Tiene membresía y vinculación con la organización por haber participado en su fundación o por ingreso posterior. Aporta conocimientos, tiempo y recursos sin percibir retribución económica alguna y sin adquirir vínculo laboral. Anima su participación un sentido filantrópico y/o compromiso social. En muchos casos hay coincidencia de sus conocimientos y experiencias personales con el objeto social de la organización. Su grado de compromiso, participación y sentido de pertenencia varía con relación a sus ocupaciones, tiempo disponible, relaciones laborales y sociales. Puede ser socio(a) de una o varias ONG. Este tipo de socio(a) se equipara al voluntario.

Socio(a) trabajador(a): Generalmente participó en la fundación de la organización. Su pertenencia a ella obedece al deseo de compartir conocimientos, experiencias e intereses políticos, sociales y concepciones del mundo con otros pares académicos o generacionales. La diferencia esencial con el socio natural es que mantiene con la organización una vinculación laboral por la cual percibe una remuneración. Su dedicación a la organización, la mayoría de las veces, es total y de tiempo completo, llegando a coincidir su proyecto de vida personal con el proyecto de la organización. De ahí que tenga un gran conocimiento de ella, un fuerte compromiso y sentido de pertenencia. Como socio(a) trabajador hace parte de la asamblea general y de otros órganos de gobierno y control como Junta Directiva y comités. Es un socio(a) deliberante y asume posiciones, las cuales entran en conflicto entre lo personal y lo institucional , debilitando la línea de mando y haciendo muy lento la toma de decisiones para no afectar el consenso y el clima organizacional. Para evitar cerramientos mentales y exclusión de ideas y propuestas nuevas los estatutos de estas ONG deben incluir normas que propicien la participación y la consulta de personas externas a los socios(as) trabajadores. El riesgo que corren es el del sobreenvolmiento y mezcla difusa entre lo personal y lo institucional. La figuras jurídicas de asociación y corporación son las más acogidas por este tipo de socios(as) que hacen de la organización un modo de vida.

Socio(a) familiar: Reúne las mismas características del natural. La diferencia fundamental es su pertenencia a la organización por vínculos de parentesco y afinidad con quienes la fundaron o la dirigen. Muchas se crean en memoria de un ser querido fallecido o para dar cumplimiento a una voluntad testamentaria. Generalmente son organizaciones cerradas donde se restringe la membresía y la participación en cargos de alta dirección al círculo de la familia. Es práctica usual la transmisión hereditaria de los cargos. Los socios(as) familiares se convierten en benefactores y aportantes económicos para la sostenibilidad de la organización. Casi siempre priman la visión, la tradición y los intereses familiares sobre los requerimientos de la organización.

Socio(a) institucional: Su afiliación, permanencia y participación esta definida por la naturaleza jurídica de la organización de primer grado a la que pertenece, por ejemplo: gremios o corporaciones mixtas, las cuales aportan cuotas de membresía para su sostenimiento económico. Desempeñan cargos en la Junta Directiva en representación de organizaciones y/o sectores de la sociedad o del Estado. Su elección y permanencia están dadas por su continuidad en la organización afiliada. Su grado de compromiso y aportes a la Junta Directiva esta mediado por su sentido personal de responsabilidad, por su disponibilidad efectiva de tiempo y por las ocupaciones de su cargo principal. Antes que un compromiso personal, como en el caso de los socios(as) antes citados, prima en ellos una relación institucional la cual cesa una vez se deja el cargo principal.

Como puede apreciarse de la naturaleza del socio(a) depende, en gran medida, su razón de ser y su hacer en la organización. No tiene el mismo grado de compromiso y responsabilidad un socio(a) trabajador que un socio(a) institucional. De ahí que las estrategias y las acciones a desarrollar con ellos y ellas debe de tener en cuenta este diferente origen y tipo de vínculo. Con excepción de los socios(as) trabajadores, en los demás prima el carácter de voluntario. Recordemos que el voluntario es aquella persona de dona y comparte con otros tiempo y conocimientos sin percibir ninguna contraprestación económica para sí. En el mundo existen, desde hace muchos años, varias organizaciones de voluntarios como los Rotarios, los Leones y Kiwanis así como organizaciones de ayuda humanitaria como la Cruz Roja Internacional y Médicos sin fronteras. El voluntariado trae del pasado una connotación muy femenina, ya que eran mujeres y damas de la sociedad las que podían disponer de tiempo libre y relaciones para acometer obras sociales. En el presente empieza a tomar fuerza la figura del voluntariado empresarial que agrupa a jóvenes profesionales vinculados laboralmente, quienes, durante un tiempo acordado, prestan servicios de asesoría gratuita en asuntos específicos a ONG.

En principio todo socio(a) natural, familiar e institucional es un voluntario pero no todo voluntario es o quiere ser socio o socia de una ONG. En los últimos años las ONG han tenido que transformarse y efectuar cambios en la gestión social, humana, administrativa y financiera para poder responder a los retos y las exigencias del Estado, de la empresa privada, de la cooperación internacional y de las mismas comunidades. En la actualidad, las direcciones ejecutivas y los equipos operativos de este tipo de ONG están a cargo de profesionales graduados con vínculo laboral y remuneración salarial. Son ellos quienes más conocen la organización, sus programas, proyectos así como del entorno social y político que las rodea; pero los órganos de gobierno, Asamblea y Junta Directiva, siguen en manos de socios(as) voluntarios que poco conocen, poco se interesan y poco tiempo disponen para ocuparse y tomar decisiones oportunas y eficaces.

El desarrollo de las organizaciones debe atender todos los frentes, tanto el externo como el interno, sin embargo la realidad de las ONG nos muestra que la atención y los recursos se han dirigido más a la cualificación del personal remunerado que a los socios y socias. Pareciera ser que nos hemos resignado a considerar a estas personas como figuras decorativas, como una formalidad estatutaria necesaria para la existencia y representación legal, la cual no aporta ningún valor agregado de importancia para la organización. Este vacío de poder es el campo abonado para que se perpetúen las presidencias de Junta Directiva y las direcciones ejecutivas autocráticas en las ONG. Allí no hay conciencia de democracia, de rendición de cuentas, y de transparencia en todos los ámbitos de la gestión. Allí se forman y solidifican intereses opuestos al cambio y a la apertura en las instancias de gobierno, las cuales tratan de mantener, a toda costa, la cómoda tranquilidad de las formalidades protocolarias.

Si bien las ONG se rigen por el derecho privado cumplen funciones públicas al prestar servicios y oportunidades de acceso a bienes por parte de las comunidades menos favorecidas. Y al desempeñar funciones públicas están en la obligación ética de informar a la sociedad del cumplimiento o no de sus objetos sociales. Si las ONG decimos estar de lado de la legalidad, de la gobernabilidad, de la democracia, de los Derechos Humanos al tiempo que rechazamos toda forma de violencia deberíamos ser ejemplo de esa buenas prácticas dentro de nosotros mismos, garantizando y promoviendo, por ejemplo, el derecho de cualquier socio o socia de hacer parte de los órganos de gobierno y autoridad. Muchas de estas personas que inician con entusiasmo su vinculación, como voluntario, se decepcionan al darse cuenta de estos manejos indebidos de poder y terminan alejándose y renunciando. Por eso es muy importante que los estatutos contemplen la posibilidad de rotación y de tiempo cumplido de los socios y socias.

¿Qué hacer, entonces, con los socios(as) de una ONG? Ya hemos dado dos pistas: consultar la naturaleza jurídica del vínculo y permitir tanto la discusión en los asuntos internos como su elección a cargos de poder y autoridad. Otras pistas son:

Identifique la etapa del ciclo vital en que se encuentra la organización: A semejanza de los seres humanos las organizaciones pasan por diferentes etapas de crecimiento y desarrollo. Así como en la infancia el asombro es parte del conocimiento del mundo, la audacia y el empuje caracterizan la juventud, la serenidad y la prudencia los años de la madurez y en la vejez nos acompaña el escepticismo y la resistencia a los cambios, en el ciclo vital de las organizaciones varia, también, el entusiasmo, la dedicación, el interés y el compromiso de los socios y socias. En el período del nacimiento bullen las ideas y ante la falta de recursos los socios y socias se arremangan la camisa y asumen directamente la gestión. Luego cuando se establecen los programas, se ejecutan los proyectos y los ingresos permiten pagar personal la participación directa de ellos se reduce. Viene el momento del apoyo puntual, de la asesoría especifica, de las tareas concretas, de tal forma que lo que congregaba al inicio de la organización ya no es igual a las demandas del presente y del futuro. No podemos esperar que nos acompañen, por siempre, los socios y socias fundadores. Recordemos: “ las personas pasan, las instituciones permanecen”. Lo ideal es procurar una buena mezcla generacional así como un equilibrio entre los géneros y las profesiones de los socios y socias.
Participación en comités de trabajo: Según la misión, el tamaño, los recursos y la complejidad de la ONG, la Dirección Ejecutiva debe crear y mantener comités asesores donde tengan cabida tanto los socios(as) voluntarios como los empleados. Estos comités tienen que tener funciones específicas y regularidad y a ellos deberá asistir el Director Ejecutivo o algún miembro de la Junta. Los comités no están para reemplazar o competir con el trabajo de los empleados; ni deben levantar la suspicacia de ellos. Son, ante todo, instancias de consulta y apoyo a la gestión. Los socios(as) harán parte de los comités que sean afines con sus estudios, experiencia o campo laboral. Por principio, todo socio o socia debe de hacer parte de un comité, con agenda de trabajo y procedimientos de evaluación..
Crear un comité permanente de nominación de nuevos socios(as): Las organizaciones las hacen y deshacen las personas. Las personas se enferman, migran o mueren. La organización debe diseñar procedimientos de selección, enganche, inducción, reemplazo y despido de socios(as), de acuerdo con lineamientos claros y específicos de la Junta Directiva. Para cada vacante deberá tenerse antes que el candidato el perfil requerido según las necesidades presentes y futuras de la organización. Este comité debe enfatizar en el candidato la responsabilidad y el compromiso que se adquiere y que no por el hecho de ser voluntario implica estar exento de cumplir tareas o servicios, o que estos se presten de acuerdo a la disponibilidad y el estado de ánimo. . Dicho comité es el que posibilita que halla siempre personas dispuestas para el empalme o el relevo generacional y que este no obedezca a criterios subjetivos o amiguistas. En cuanto al número de socios(as) no hay una recomendación única, ni muchos, ni pocos; su número lo determina el tamaño de la organización y la capacidad de la Junta y de la dirección ejecutiva por asignarles trabajo.
Mantener comunicación fluida y oportuna de las actividades: Los socios(as) son personas que tienen otros intereses y ocupaciones distintas a las de las ONG a la que pertenecen. Es tarea de la Dirección Ejecutiva mantenerlos informados ya sea vía impresos, llamadas telefónicas, reuniones o boletines virtuales. No tiene presentación que solo se entre en contacto con ellos y ellas una vez al año, 15 días hábiles antes de la asamblea general, con el único propósito de confirmar el quórum. La ausencia de información y comunicación personal debilita el vínculo y extingue el interés. En el mundo globalizado de hoy la competencia no es solo por los mercados y los clientes, los socios y las socias reciben también llamados de otras ONG y si nuestra oferta ya no es atractiva, se van.
Ofrecer oportunidades de formación y de capacitación: En general la relación entre socio(a) y ONG se establece entre alguien que dona o aporta, el socio(a), y alguien que recibe, la ONG. Este tipo de relación unidireccional pone en desventaja a la organización pues es esta la que debe agradecer el favor y valorar siempre lo que el socio(a) buenamente quiera hacer. ¡No! La relación debe ser en los dos sentidos. La ONG debe ofrecer oportunidades de formación y capacitación que no solo sean del interés de los socios y socias sino que, además, contribuyan a su desarrollo personal y profesional. Al hacer esto, la ONG queda en un plano de igualdad de aportes con sus socios y socias; además estos espacios propician el encuentro personal y social, base de la confianza y el mutuo conocimiento.

Así como la democracia requiere de ciudadanía que la legitime, las sociedades anónimas de accionistas, los establecimientos educativos de asociaciones de padres de familia, los sindicatos de sindicalistas, los conjuntos residenciales de copropietarios, las ONG necesitan personas que asuman a cabalidad el papel de socios y socias; que den línea; tracen políticas; ejerzan control fiscal; nombren ejecutivos honestos y competentes; participen con interés y entusiasmo en las decisiones, en las actividades, en los logros; que aporten al fortalecimiento del tejido social y a la disminución de los factores de exclusión y de pobreza. De nada le sirven a las ONG y a la sociedad socios y socias ausentes, poco informados y comprometidos, que solo asisten o mandan su representación a la asamblea anual; que su única motivación es la de hacer parte de la lista por figuración social. Las ONG son un medio comprobado para que las personas que sienten el llamado del voluntariado y del compromiso social puedan realizarse; pero ya no basta con querer hacer el bien, rápido y de cualquier manera: o se hace como se debe o no se hace. Si después de motivarlos y ofrecer espacios de participación, los socios y las socias, no responden y no hay resultados positivos, no queda otra salida que desprenderse del lastre, escribir cartas de despido y activar el comité de nominación...

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