Fundación Apostolado La Aguja
Por: Luis Julián Salas Rodas
Crónica # 35
Especialista y Magíster en Ciencias Sociales
Magíster en Ciencias de la Educación
Luijus34@gmail.com
Twiter: @LuisJulianSalas
Medellín - Colombia
La vivienda. Desde la Prehistoria los seres humanos han tenido la necesidad de buscar abrigo, un refugio para proteger el cuerpo de las inclemencias del tiempo y descansar, dormir y recuperar fuerzas. Alrededor de la hoguera, una vez conocido dominado el fuego, donde las familias se reunían para darse calor y cocer los alimentos recolectados se fueron conformando los hogares.
Superada la época de las cavernas los humanos empezaron a
construir viviendas con los materiales que la naturaleza les proporcionaba. Y
las viviendas conformaron aldeas, pueblos y luego ciudades.
Tener acceso a un techo, a una casa y si es propia mejor, es
una aspiración legítima de cada familia. Vivienda sí, pero no cualquier vivienda:
vivienda digna, con conexión a los servicios públicos, con una cocina, baño,
dormitorios y sala - comedor. Es obligación de los Estados y gobiernos diseñar
e implementar políticas públicas que permitan a las familias, de diferentes
estratos, poder financiar, mediante subsidios y bajas cuotas mensuales, su
aspiración a un vivienda propia.
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