lunes, abril 18, 2011

INFORME FINAL DE GESTIÓN DEL CONSEJO DIRECTIVO DE LA FEDERACIÓN ANTIOQUEÑA DE ONG A LA ASAMBLEA GENERAL
PERÍODO 2009 – 2011

A la Asamblea General del 2011 le corresponde elegir un nuevo Consejo Directivo para el período 2011 – 2013. Como presidente, y en nombre del Consejo saliente, es mi deber dar cuenta de los principales logros y asuntos aun no culminados de esta gestión. En el marco de la IV Rendición Social Pública de Cuentas realizada en junio del 2009, el Consejo y la Dirección Ejecutiva nos comprometimos, ante ustedes, a trabajar juntos en las siguientes tareas; ellas fueron:

• Crear más conciencia gremial, asociatividad y sentido de pertenencia.
• Impulsar el fortalecimiento institucional: en este tema consideramos importante incluir tres aspectos: ampliar la base gremial y asegurar la sostenibilidad económica, mejorar el desempeño de las juntas Directivas y propender por la gobernabilidad democrática de las organizaciones; fomentar el bienestar de nuestros empleados y sus familias.
• Avanzar en una Federación más antioqueña e incluyente.
• Mejorar la contratación con el Estado, la normatividad y lo tributario.
• Combatir los estigmas, persistir en la rendición de cuentas y la transparencia.
• Mantener el pluralismo, la representación y la incidencia política.
• Apoyar las mesas de trabajo

LOGROS:

El informe de gestión de la Dirección Ejecutiva da cuenta detallada de las tareas, en este informe me referiré a algunas de ellas.

RENDICIÓN DE CUENTAS: La Federación sigue ejerciendo el liderazgo en la Rendición Social Pública de Cuentas en el país. Ha sido invitada a contar su experiencia en distintas geografías nacionales e internacionales. El número de organizaciones federadas que rinden cuentas cada año es creciente y se espera que el 100% la lleven a cabo. No vemos argumentos válidos para excusarse de hacerla. El consolidado regional y nacional de ONG que rinden cuentas también ha aumentado. Cada vez, con más frecuencia, entidades del sector público piden certificaciones de afiliación y en las mismas se hace constar que la organización también rinde cuentas.

Los espacios de representación no solo se mantienen sino que, además, la Federación participa en la formulación de las POLÍTICAS PÚBLICAS SECTORIALES EN EL MUNICIPIO DE MEDELLÍN: de adulto mayor, discapacidad, familia, infancia, cooperación internacional y fortalecimiento de organizaciones sociales. Es de destacar el papel de la Federación en la Confederación Colombiana de ONG y en la Veeduría Ciudadana al Plan de Desarrollo de Medellín, en los cuales ejerce la presidencia y aporta lineamientos. Resalto el alto reconocimiento que la Veeduría tiene como bien público no estatal. Medellín es la única ciudad del país que desde 1995 cuenta con una Veeduría independiente, financiada con los aportes, heroicos, de 14 ONG, 9 de ellas federadas, que constituyen un capital social y de conocimiento puesto al servicio de los intereses colectivos y en defensa de la transparencia de la gestión pública.

POLÍTICA PÚBLICA DE FORTALECIMIENTO: A partir de la propuesta de constitución de una Mesa de Entendimiento, entre la Alcaldía de Medellín y la Federación, se desataron dos temas de crucial importancia para el sector social. El primero está relacionado con la construcción y formulación de la Política Pública de Fortalecimiento de Organizaciones Sociales de Medellín, tarea que se realizó gracias a la insistencia y perseverancia de la Federación y que luego dio lugar a que se ampliara el escenario de actores sociales para el abordaje como lo fueron el Comité Intergremial de Antioquia, Asencultura, Confecoop, Corporación Región, Alianza Focus, la Alcaldía de Medellín y la Federación. El segundo tema está relacionado con la CONFEDERACION COLOMBIANA DE ONG CCONG: A partir de lo anterior y por la responsabilidad que nuestro gremio tiene en la Presidencia de la CCONG, se propuso que esta iniciativa se llevará al territorio nacional, y fue así que a partir del foro que se programó en la Universidad del Rosario de Bogotá con los candidatos a la Vicepresidencia de la República, el candidato Angelino Garzón garantizó que de resultar electo esta iniciativa la incluiría en las tareas del nuevo gobierno y así sucedió. Hoy está incluida la formulación de la política pública nacional para el fortalecimiento de las organizaciones sociales en el Plan de desarrollo del Gobierno Nacional. Dicho de otra manera, este logro lo lideró nuestra Federación con la acción coordinada con la CCONG.

MESAS DE TRABAJO: Desde el 2.000 se tomó la decisión de impulsar las mesas de trabajo. Hoy por hoy es el programa más estructurado y coordinado de la federación. Garantiza la más amplia participación. Cada mesa tiene su agenda de trabajo, su plan y proceso de evaluación. Es la mejor posibilidad de encuentro de los profesionales de las organizaciones. Por primera vez en la historia del gremio una mesa, la de Niñez y Familia redactó y presentó, con el apoyo del Consejo, derechos de petición a entidades públicas como el Ministerio de la Protección Social y la Secretaría de Gobierno de Medellín. Se logró la participación activa de la Mesa de Discapacidad para la formulación de la Política Pública para la ciudad de Medellín en este tema. Se conformó la Mesa de Ruralidad y el Grupo de Estudio de Cooperación Internacional. En el 2011 se dará inicio a la de Fundaciones Empresariales y a la de Equidad de Género. Agradecemos el apoyo financiero de la Fundación Fraternidad Medellín que hace posible que tengamos un profesional coordinador permanente de las mesas de trabajo.

EL ENCUENTRO ANUAL DE LAS ONG es otro espacio ganado por la Federación que posibilita reafirmar el sentido de gremio y la construcción y socialización de conocimiento entre los federados y no federados. Ha contado con el apoyo económico de la Alcaldía de Medellín, Bancamía, y las Empresas Públicas de Medellín. A la fecha se han llevado a cabo 5 encuentros.
El Consejo revisó el Plan Estratégico formulado por el Consejo Anterior y efectuó ajustes y seguimiento al mismo.

EN ALIANZA CON MICROSOFT. Realizamos la feria de la tecnología, la cual permitió que las ONG interesadas obtuvieran de esta firma licencias gratuitas, las cuales, según reporte generaron ahorros por trescientos millones de pesos ($ 300.000.000).

FONDO DE EMPLEADOS DE LAS ONG – FEDONG: Procurando el bienestar de los empleados y las familias del personal a término indefinido de la Federación se obtuvo la afiliación de estos al Fondo de Empleados de las ONG - FEDONG, lo mismo que la suscripción de un seguro de vida colectivo pagado por la Federación. El objetivo de FEDONG es estimular la cultura del ahorro a largo plazo y el acceso fácil y oportuno al crédito.

DIPLOMATURA EN DIRECCIÓN INTEGRAL DE ONG: Un logro significativo es el diseño y realización del Diplomado de Dirección Integral de ONG cuya primera cohorte inició en febrero de 2011 y la segunda en mayo de este año. El diplomado pretende ser la escuela de formación de nuestros presentes y futuros directivos; tiene el aval académico de la Universidad Pontificia Bolivariana y vinculó a varios directivos de ONG como docentes. Para su mejor coordinación y proyección se creó la unidad de pensamiento en la Federación.

Se avanza, también, en la investigación de indicadores no convencionales en convenio con la Universidad de Antioquia, con la prueba piloto en tres ONG federadas, bajo la dirección de la profesora María Cecilia Múnera López.

No puede subestimarse el logro en materia de cooperación internacional al desarrollo, pues la Federación hace parte de la Red Antioqueña de Cooperación Internacional, que está conformada por la Gobernación de Antioquia, la Alcaldía de Medellín, la Universidad de Antioquia, Comfama y Comfenalco.

LOGROS POR ALCANZAR A PLENITUD

LA AMPLIACIÓN DE LA BASE GREMIAL: ha sido una meta de gestión. En la asamblea del año pasado se determinó, por unanimidad, que todos los agremiados participarían en la tarea de ampliación gremial y que para ello se hacía necesario que la Federación diseñara una buena campaña al respecto. Pues bien, la tarea por parte del equipo de la Federación se hizo y prueba de ello son las numerosas felicitaciones que se recibieron por la campaña emitida; sin embargo solo dos ONG, la Fundación Solidaria la Visitación y la Fundación Bienestar Humano motivaron la afiliación de algunas ONG. Lo normal es que las ONG que solicitan afiliación lo hagan por iniciativa propia. En el momento tenemos 123 ONG federadas, siendo 130 el número más alto conseguido. Se estima que en el departamento de Antioquia hay constituidas alrededor de 11.000 ONG. ¿Por qué tan bajo el porcentaje de ONG federadas? ¿Falta conciencia de agremiación? ¿Es la cuota de sostenimiento un factor restrictivo en la toma de decisión? Hay que seguir procurando, por todos los medios posibles, incrementar la base gremial no solo por razones económicas sino, además, por razones de representación y legitimidad.

En el mandato de avanzar en UNA FEDERACIÓN MÁS ANTIOQUEÑA E INCLUYENTE los resultados no son los mejores. Seguimos concentrando el trabajo, tanto de la Federación como de la mayoría de los agremiados, en los municipios del Valle de Aburrá. Aunque la Federación ha hecho intentos por abrirse a otras subregiones, no logra encontrar la figura operativa y estatutaria que se lo permita, pues no es clara su orientación en esta materia, sobre todo en los aspectos relacionados con su sistema interno de representación, el cual no puede ser delegado en otras organizaciones. Las dos visitas realizadas al Bajo Cauca, en compañía del Comité Intergremial de Antioquia, aún no dan los resultados para adelantar tareas específicas con las organizaciones sociales de esa subregión. La conformación del Grupo de Ruralidad en el 2010, integrado por 10 ONG federadas con presencia y programas en las subregiones es una iniciativa prometedora; también parece serlo la convocatoria conjunta de Proantioquia y la Federación a 37 ONG empresariales y cofinanciadoras para revitalizar el proyecto de la Alianza de Antioquia por la Equidad.

CUMPLIMIENTO EN EL PAGO DE CUOTAS : El 80% de los costos y gastos de funcionamiento de la Federación es cubierto por el pago cumplido de las mensualidades. El recaudo es eficiente y la cartera morosa es casi inexistente. La situación ideal sería que con las cuotas mensuales se cubriera el 100% de los costos y gastos, pero, como ya dijimos, aún no se llega a ese estado. Debido a lo anterior la operación de la Federación arroja un déficit aproximado de $4.000.000 mensuales. Aún pesa en el balance y en el P y G las deudas con la Unión Europea y con Confiar por el préstamo que se pagó por la indemnización de la comunicadora social en el 2009. Los diplomados en curso, los eventos académicos, sin competir con los agremiados, generarán, eso esperamos, los recursos faltantes que darán caja a la Federación, sanearán las deudas y posibilitarán, por fin, dotarla de un patrimonio propio que le permita crecer y apalancarse. En cuanto a una nueva sede, no se concreta por parte del alcalde Alonso Salazar Jaramillo la promesa pública de una casa en comodato. La actual sede es propiedad del grupo SURA, está dada en comodato y hay una promesa de una donación en dinero en el momento que ellos realicen la venta a un tercero.

LA CONTRATACIÓN CON EL ESTADO, LA NORMATIVIDAD JURÍDICA Y LO TRIBUTARIO siempre tendrán que estar en la agenda de la Federación. Con respecto al municipio de Medellín tratamos de conformar y darle vida a la Mesa de Entendimiento en cabeza de los secretarios de Desarrollo Social, Bienestar Social y de las Mujeres. Después de unas reuniones iniciales no fue posible concertar y darle trámite a las distintas sugerencias. No obstante lo anterior, se logró la realización de encuentros entre funcionarios de la Alcaldía y las ONG federadas. Insistimos en la desventaja que los convenios de asociación generan en la situación financiera de las organizaciones por el IVA y la cuantificación monetaria de los aportes.. Quisimos avanzar en la propuesta de crear interventorías sociales con el propósito de que los proyectos de esta naturaleza sean auditados de manera distinta a como se hace con los proyectos de infraestructura u obras físicas. No tuvo eco la propuesta. Lo que sí tuvo eco fue la iniciativa de la política pública de fortalecimiento de organizaciones sociales de Medellín, ya comentada, la cual espera ser aprobada este año por el Concejo Municipal. Las lecciones aprendidas en la Mesa de Entendimiento con el municipio de Medellín indican que los cambios de funcionarios, los aplazamientos de las agendas por múltiples compromisos y la construcción de mutua confianza son factores que pesan en el mantenimiento de la comunicación y la mutua confianza. Es de mencionar el interés creciente del gobierno nacional, por intermedio de la Vicepresidencia, del tema de la autorregulación y el registro único nacional de organizaciones sociales; labor que tiene a cargo la Confederación Colombiana de ONG en Bogotá. La contratación con el Estado implica una doble condición: oportunidad de allegar recursos en la ejecución de programas y proyectos y riesgo de convertirnos en meros operadores, renunciando a la visibilidad y a la incidencia política.
En cuanto a MEJORAR EL DESEMPEÑO DE LA JUNTAS DIRECTIVAS Y PROPENDER POR LA GOBERNABILIDAD DEMOCRÁTICA DE LAS ORGANIZACIONES desde el Consejo y la Dirección Ejecutiva de la Federación encontramos desinterés, apatía y resistencias de los federados a las convocatorias realizadas para tratar el tema. Hubo poca disposición de las entidades a suministrarnos los nombres y correos electrónicos de los miembros de juntas. Es poca o nula la información que llevamos a los miembros de junta de lo que hace la Federación. Ellos y ellas desconocen el que hacer gremial. ¿En cuántos de nuestros boletines institucionales hacemos mención de las actividades de la Federación? Más, sin embargo, logramos realizar una reunión con los miembros de junta de 14 organizaciones donde fue posible entablar un dialogo positivo con ellos. ¿Será que a muchos colegas les asusta el cambio en sus juntas? ¿Prefieren, acaso, mantener el status quo y el poder autocrático en su manejo y no dar paso a la gobernabilidad democrática? Por conocimiento y experiencia propia sé del valor que aporta al cumplimiento de la misión y al fortalecimiento de la organización una junta directiva informada y comprometida. Apreciados colegas, en sus manos y en las de sus presidentes(as) está la de continuar cargando el fardo de unas juntas protocolarias e ineficaces o hacer de ellas un motor de impulso y de generación de valor. Tomen ustedes la decisión…

FEDONG: Si bien el Fondo de Empleados de las ONG, no fue una iniciativa de la Federación quiero aprovechar esta tribuna para comentar algunos aspectos de esta entidad. Hace 6 años Rubby Estela Diáz de Conciudadanía, Carmen Lía Moncada de Región y quien les habla, en nombre de la Fundación Bienestar Humano, con el apoyo irrestricto de nuestras juntas directivas dimos vida jurídica a FEDONG. Con una contribución institucional de $36.000.000, correspondiente a medio salario mínimo legal vigente por empleado asociado, el Fondo cuenta hoy con activos de $ 342.674.965, 163 asociados y 8 ONG. (Además de las fundadoras hacen parte: la Federación Antioqueña de ONG, Comité Privado de Asistencia a la Niñez Pan, Fundación Integrar, Corpindes y Amigos de los Limitados Físicos). A la fecha se han concedido 539 créditos por valor de $743.000.000 sin ningún problema en el recaudo y la cartera. De los 120 fondos de empleados que hay en el departamento de Antioquia FEDONG ocupa el puesto 120 en relación a los activos. Cifras que nos llenan de orgullo y satisfacción. Es cierto que las ONG se deben en primer lugar a sus grupos y comunidades misionales pero no basta con cumplir esta tarea y la legislación laboral; tenemos, además, responsabilidades sociales con nuestros empleados y sus familias. Las escalas salariales son bajas si nos comparamos con otros sectores. No podemos seguir siendo indiferentes sabiendo que los empleados deben recurrir al llamado “pago diario o gota gota”, al cobro de intereses de usura para cubrir créditos de consumo que lesionan el presupuesto familiar. Las denominadas “natilleras” además de ser ilegales no son la solución adecuada. La mayoría de las ONG federadas tienen menos de 15 empleados en nómina. El reducido número no hace viable un fondo para cada organización. FEDONG no es un sueño, es una realidad muy concreta. Los invito a que en pro del bienestar y calidad de vida de sus empleados y familias se vinculen a él.

Y ya para terminar esta presentación unos comentarios finales. En dos períodos no consecutivos, 1995 – 1998 y 2009 – 2011 la Asamblea General y el Consejo Directivo me han llamado a ser su representante y vocero como Presidente del gremio. La evaluación y percepción de mi desempeño queda en la memoria de ustedes. De mi parte puse, siempre de primero los intereses gremiales sobre los institucionales y personales. He sido testigo y actor de los avances y momentos de crisis de la Federación. No imagino un futuro promisorio para el gremio sin la presencia activa de la Federación. La veo ejerciendo y liderando propuestas regionales y nacionales de representación y fortalecimiento, ganando, cada vez más, reconocimiento en todas las instancias del desarrollo humano y social del país. Desearía verla dotada de un patrimonio que hiciera posible pasar de la afugia, del día a día, a su plena sostenibilidad. Quisiera que continuara con el pensamiento pluralista de la diversidad y heterogeneidad del mundo de las ONG; que siga creciendo el número de las ONG afiliadas; que logre más incidencia política, más relacionamiento con el Estado y las comunidades; que las mesas de trabajo sean un espacio que propicie más el trabajo interinstitucional e intersectorial en proyectos concretos; que seamos un referente en la gestión del conocimiento de los temas de intervención social; que se demande de su Consejo y su Dirección Ejecutiva más pronunciamientos públicos frente los problemas y debates nacionales. Reclamo de los federados más sentido de pertenencia, más participación en las actividades y eventos. La gestión institucional que realizamos como directivos de nuestras organizaciones es valiosa pero insuficiente si de lo que se trata es de CONSTRUIR PAÍS, en mayúsculas. Lo gremial no puede ser concebido solo desde las dimensiones de la defensa y representación de intereses. Hablamos que pertenecemos al Sector Social o Tercer Sector pero yo me sigo cuestionando su verdadera existencia. El Estado tiene sus voceros, el sector privado empresarial los suyos. Los medios de comunicación los buscan y les dan micrófono y pantalla. ¿Es suficiente los cálculos de la existencia de miles de organizaciones sociales para afirmar que hay un Tercer Sector en Colombia? ¿Sabemos, a ciencia cierta, cual es la magnitud de los recursos económicos que movilizamos y la participación en el PIB del país? ¿Quiénes son los voceros del Sector Social? ¿Qué dicen y que poder e influencia real ejercen? ¿Disponemos, acaso, de medios de comunicación masivos para influir en la opinión pública ¿Qué papel y alcance tienen las ONG en el denominado Sector Social? En mi modesta opinión falta mucho para construir y consolidar un verdadero y actuante Sector Social. Hay que pasar del “complaciente silencio” o “la algarabía desbordada” a la expresión, gremial y sectorial, con una voz firme y unificada en asuntos tan cruciales como la corrupción, el conflicto armado, la inequidad social, la pobrezas, las políticas públicas, los planes de desarrollo, la convivencia, la seguridad, el medio ambiente. Tenemos que ser más insistentes en el desarrollo del mandato constitucional que tiene el Estado de fortalecer las organizaciones sociales, porque no es una dádiva o una benévola concesión. Sin formación y cultura política, sin participación ciudadana no es posible un país más justo, pacífico y democrático. Siguen vigente los principios propugnados en el Acuerdo Programático por la Paz de la Confederación Antioqueña de ONG, en el 2001 de “orientar las acciones que fortalezcan el Estado Social de Derecho, promuevan la Democracia, defienda los Derechos Humanos, coordinen la construcción de bienes públicos, el trabajo en red y fomenten la alianza con distintos actores del desarrollo”. Invito a los que aun no conocen este documento y a su relectura a quienes alguna vez lo hicieron.
Hoy la Federación Antioqueña de ONG FAONG tiene trazada una clara senda de fortalecimiento y crecimiento. No nos es dado, ni ética ni políticamente, olvidarnos del entorno y de las organizaciones pares y hermanas en otras regiones y en el país mismo. Ser una la única federación fuerte en el país no es un escenario adecuado. Requerimos de otras federaciones regionales fortalecidas y una Confederación Colombiana de ONG, CCONG, más fuerte aún. En lo que podamos poner el hombro para ayudar a este propósito debemos hacerlo, máxime cuando vemos, de manera creciente, como personas y grupos inescrupulosos acuden a la figura de crear entidades sin ánimo de lucro para servir de mampara a oscuros intereses, dejando, en la opinión pública, dudas y sospechas sobre las actividades de nuestro gremio. Para que el Gobierno no termine cortando por lo sano y pagando” justos por pecadores” es prioritario seguir rindiendo cuentas y lograr los objetivos de la autorregulación
Propuse y fue acogida por el Consejo, la Dirección Ejecutiva y la CCONG, la realización en Medellín, en julio de 2011, de un ENCUENTRO NACIONAL DE ONG. Con el tema de la Construcción de Bienes Públicos y la contribución de las ONG, el Encuentro será una oportunidad para la deliberación y los balances. El gremio requiere de estos eventos de proyección nacional para darse a conocer y plantear propuestas. Con el respaldo de la comisión académica auguramos una amplia respuesta a la convocatoria y esperamos que se institucionalice bianualmente. Desde ya están todos y todas muy cordialmente invitados.

En el discurso de los 70 años de la Fundación Bienestar Humano escribía que: “permanencia y cambio son factores clave en la sostenibilidad de una organización. Permanencia de los ideales, de los principios, de las buenas prácticas, de las lecciones aprendidas. Cambio para enderezar el rumbo, para conocer y compartir otras miradas, para emular a los que saben”. Hago extensivo lo anterior a la Federación. Al culminar este período en la presidencia, sin ninguna aspiración reeleccionista y después de seis años de “servicio social obligatorio” doy paso al cambio, al empalme y a la renovación del Consejo. Anhelando, como no, que los logros de la permanencia continúen y que las metas trazadas se cumplan en un futuro cercano. Agradezco a ustedes la confianza otorgada. A los miembros de la junta directiva de la Fundación Bienestar Humano, y el personal a mi cargo, por comprender y aceptar compartir parte de mi tiempo laboral en los asuntos gremiales. A los colegas directores y directoras que me acompañaron con su compromiso, conocimientos y oportunos consejos: A Mery Velandia, vicepresidenta del Consejo y directora del Instituto de Capacitación Los Álamos, Gloria Carvalho del CINDE, Olga Ramírez de la Corporación Vamos Mujer, Rubén Fernandez de la Corporación Región, Oscar Mejía de la Fundación Conconcreto, Raul Montoya de la Biblioteca de Itagüi y Juan Sebastían jaramillo de la Fundación Berta Martínez. Un reconocimiento muy especial a Mauricio Cadavid, director ejecutivo de la Federación y a su equipo por “sudar la camiseta” y estar dispuestos a dar lo mejor en su trabajo por el bien del gremio.

Su servidor,
Luis Julián Salas Rodas
Presidente Consejo Directivo
Federación Antioqueña de ONG, período 2009 – 2010
Medellín, abril 15 de 2011

viernes, noviembre 05, 2010

Palabras de instalación del V Encuentro de las ONG
El Desarrollo como reto de las ONG

Luis Julián Salas Rodas
Sociólogo
Especialista y Magister en Ciencias Sociales
Magister en Ciencias de la Educación
Director Ejecutivo de la Fundación Bien Humano

En este V Encuentro consecutivo de nuestro gremio. La jornada de este día retoma la reflexión que iniciamos el año pasado en el IV Encuentro, con la pregunta: ¿Cómo estamos frente al desarrollo? Una mirada prospectiva de las ONG. La invitación al análisis, al debate y la reflexión está centrada en cuatro ejes temáticos, los cuales orientarán los grupos de trabajo: El Territorio, las Relaciones entre Actores Sociales, Las Políticas Públicas y la Gestión organizacional.
Las ONG nos hemos ganado un espacio y un reconocimiento como actores sociales frente al desarrollo. Independiente de los adjetivos que queramos ponerle a la categoría desarrollo, el objeto misional de nuestras organizaciones pretende el cambio, la transformación positiva de situaciones personales, grupales o colectivas. A este propósito aunamos todos los recursos materiales y humanos disponibles; pero el desarrollo es, también, asunto de la voluntad y de las decisiones de otros actores, entre ellos, y de manera muy principal, el Estado, como detentador del poder político y el sector privado, como detentador del poder económico.
En cuanto ONG hacemos parte del denominado Sector Social o Tercer Sector conformado por una pluralidad de organizaciones y colectivos que no siempre convergen y le apuestan a objetivos comunes. A veces me pregunto si en Colombia tenemos un verdadero Sector Social que sea vocero y representante del pensamiento y las propuestas de las organizaciones de la sociedad civil. ¿Qué tanto contribuimos e incidimos en el desarrollo del país? ¿De qué monto es la participación del Sector Social en el producto interno bruto del país? En plata blanca no lo sabemos. Con los ejercicios de rendición de cuentas, que es una buena práctica, hemos empezado a dimensionar el aporte de las ONG federadas. A pesar de la energía, y de la ingente gestión en la consecución y movilización de recursos económicos, del fortalecimiento organizacional, del manejo eficiente de los ingresos, estos siempre serán insuficientes para atender las demandas de las comunidades, y la sostenibilidad y el crecimiento. Seamos más realistas y más humildes. El trabajo institucional tiene límites muy estrechos. El poder de la solidaridad que detentamos las ONG y el pretendido Sector Social es valioso pero insuficiente para alcanzar todos los retos del desarrollo. En mi opinión, sin dejar la gestión social y organizacional, tenemos que trabajar más como gremio en la agenda de la Incidencia Política.
La incidencia política son “los esfuerzos de la sociedad civil organizada para influir en la formulación e implementación de las políticas y programas públicos a través de la persuasión y la presión ante las autoridades e instituciones del poder público”. (www.programafrida.net)
No es posible transformar la sociedad sin transformar el Estado, es decir, el sistema político. Los políticos, en una democracia, son aquellas personas que mediante la vinculación a un partido o movimiento pretenden y detentan el poder político, es decir gobiernan, y toman decisiones que afectan a toda la sociedad o a un sector en particular. Entre nosotros tanto los políticos como los partidos no gozan del suficiente respeto, credibilidad y por eso el noble ejercicio de la política y el arte de gobernar se lo dejamos solo a ellos, para no contaminarnos. El 50% de la población colombiana en edad de ejercer el derecho al sufragio no lo hace. El Estado colombiano tiene serios problemas de corrupción, legitimidad y gobernabilidad; aún no ha logrado el control total del territorio, ni el monopolio de las armas y sigue enfrentando un conflicto armado, desde hace décadas, que destruye el capital físico, humano y social del país.
En cuanto a la participación ciudadana la cuestión también es grave, la encuesta de percepción ciudadana de Medellín Como Vamos afirma que, en el 2010, el 97% de los encuestados dicen no pertenecer a algún grupo u organización comunitaria. La apatía y la escasa participación personal e institucional en la política hace vulnerable y precaria la permanencia de nuestra gestión social en las comunidades. Hace falta mayor formación de la ciudadanía en cultura política. La representación social que tenemos de lo público no es tanto aquello que pertenece a todos sino aquello que no es de nadie, aquello que carece de dolientes. La incidencia política sigue siendo una herramienta, subvalorada, de participación ciudadana. La incidencia política debe convertirse en un ejercicio de poder de las organizaciones de la sociedad civil. Incidir en política desde las organizaciones sociales no tiene como objetivo la toma del poder político, la supresión o suplantación de los partidos políticos; y mucho menos infiltrar, penetrar, o capturar el Estado con propósitos de beneficio privado. Incidir en política es influir en los políticos y en los servidores públicos que toman decisiones, que fijan prioridades, que ordenan y ejecutan los presupuestos. Incidir en política es fijar posiciones claras, firmes y convincentes para resolver problemas específicos de las comunidades y colectivos en contextos de conflictos y de juegos de intereses.
La incidencia política no debe concebirse como una acción coyuntural u ocasional. Es una acción organizada y planeada que implica el despliegue de capacidades de análisis, de propuestas, de negociación, de investigación, y de comunicación. La incidencia política nada tiene que ver con las prácticas de lobby contractual y de concesión de preferencias. Es cierto que las organizaciones sociales vienen entendiendo y asumiendo tareas en la formulación de políticas públicas sectoriales. Es un avance pero insuficiente. De poco sirve consignar en un documento y en una ley lineamientos sino se está atento a monitorear y dispuestos a movilizar y realizar veeduría sobre su correcta aplicación. Cuando su aplicación es incorrecta, por acción u omisión, es el momento de incidir políticamente. Incidir en lo político implica entrar y mantener relaciones con autoridades gubernamentales que no siempre ven con agrado esta tarea, que desconfían de las intenciones, que mantienen prejuicios muchos de ellos producto del desconocimiento de la razón de ser las organizaciones sociales. El ejercicio de la incidencia política está expuesto a las contingencias de los cambios de gobierno, de la movilidad de los servidores públicos, de la coyuntura, de la cuantía y prioridad de los planes de desarrollo. Lo logrado en incidencia política puede devolverse o anularse. Es un trabajo de estrategia y persistencia. Requiere de formación y de habilidades en el relacionamiento y en la argumentación por parte de los responsables.
La defensa y representación de los intereses sectoriales es una actividad propia de los gremios. Es necesaria e indelegable y en cuanto incidencia política es algo muy distinto a financiar campañas o a involucrarse en contiendas partidistas. La incidencia política se enmarca en la construcción y defensa de los bienes públicos. La Federación Antioqueña de ONG tiene la trayectoria y el reconocimiento suficientes para incidir más en la política regional y local. En tal sentido la Federación en unión con otros gremios y la secretaría de desarrollo social del municipio de Medellín viene trabajando en una propuesta de formulación de una política pública de fortalecimiento institucional de organizaciones de la sociedad civil. Así mismo lleva a cabo una Mesa de Entendimiento con la administración de Medellín como un espacio válido para concertar iniciativas de interés común.
El desarrollo de un país es un proceso dirigido y de logros acumulados donde los actores sociales, bajo el liderazgo del poder político del Estado, convergen en alianzas y en la fijación de propósitos. En reciente intervención del Presidente Piñeras de Chile en las Naciones Unidas afirmó que su país se ha propuesto acabar con la pobreza extrema en 4 años y la pobreza restante en 20 años. Pensé cuando será que el Estado y la sociedad colombiana asumirán el reto de un objetivo similar. Sin la intervención del sistema político, sin una mejor formación en cultura política de la ciudadanía y sin acciones de incidencia política por parte de los gremios y las organizaciones de la sociedad civil no será nunca posible alcanzar mayores niveles de desarrollo. Insisto: el reto del desarrollo implica y obliga a las ONG a construir relaciones con el Estado, con los gobiernos de turno y sus funcionarios, aun cuando dichas relaciones no siempre sean cómodas, por las presiones y la veeduría ciudadana que debemos ejercer; demanda, para las ONG, para el gremio, para el Sector Social y para quienes participamos en las organizaciones un doble trabajo, una doble condición: como ciudadanos en cuanto personas naturales y como representantes de una persona jurídica llámese Fundación X, Corporación Y o asociación Z. Son responsabilidades y compromisos ineludibles.
En nombre del Consejo Directivo de la Federación Antioqueña de ONG agradezco su asistencia y su apoyo económico; igualmente a Bancamía, a las Empresas Públicas de Medellín y a la Alcaldía de Medellín por hacer posible la realización de este evento. Expreso, además, el reconocimiento al equipo de la Federación por su diligente trabajo en la organización. Celebro que el encuentro sea en este espacio verde y ecológico del Jardín Botánico, un bien público de la ciudad, resultado de la unión entre la administración y reconocidas ONG.
Muchas gracias
Medellín, Jardín Botánico, noviembre 3 de 2010

jueves, enero 28, 2010

Del Comité de Damas de la Caridad a la Fundación Bienestar Humano: 75 años de trabajo con las familias colombianas

Luis Julián Salas Rodas
Sociólogo
Especialista y Magister en Ciencias Sociales
Magister en Ciencias de la Educación
Director Ejecutivo de la Fundación Bien Humano

www.bienhumano.org

El tiempo. El misterio del tiempo. La conciencia de su paso determina todo acontecer en la vida de los seres humanos. De la cuna a la tumba la sociedad y la cultura definen las tradiciones y los ritos de paso que evidencian las distintas etapas del desarrollo humano. Etapas que la sicología evolutiva engloba en el concepto de ciclo vital. Es la finitud de nuestro tiempo personal sobre la tierra la que nos hace valorar lo que hicimos, hacemos, dejamos de hacer o haremos. Del pasado, o sea de lo que hicimos o no, se encarga la memoria, esa facultad de la mente que es vulnerada por la ingratitud, el olvido y la enfermedad del Alzheimer. Lo que hacemos es el dominio del efímero presente. El futuro, más incierto que cierto, es el tiempo de las probabilidades, de lo que puede ser o no ser. Es imposible abstraernos del tiempo y aún ni la fe, ni la ciencia, han logrado descifrar su enigma. Las celebraciones, los aniversarios y las conmemoraciones son expresión de eventos significativos de nuestro ciclo vital: los cumpleaños, las graduaciones, los años de matrimonio, la fecha de muerte del ser querido nos recuerdan, siempre, el transcurso inexorable de los años.
En las sociedades rurales del pasado la comunidad y la familia delimitaban la trama de relaciones de las personas, sus horizontes de vida y la mayoría de los bienes y servicios indispensables para el consumo material. Las personas nacían, se enfermaban y morían en sus casas, acompañados por sus familias. La industrialización y la migración del campo a la ciudad conllevaron la aparición de la división técnica y social del trabajo. Ya no fue posible para la comunidad y la familia el poder satisfacer todas las necesidades de las personas. La vida urbana implica la existencia de multitud de organizaciones, formales e informales, que regulan nuestra cotidianidad: la empresa, el jardín infantil, la escuela, el colegio, la universidad, las iglesias, los restaurantes, los parques deportivos, las unidades residenciales, el parche de la esquina y los costureros de las señoras son, entre otras muchas, las organizaciones, que regulan, ordenan y dan sentido a la existencia humana. Los carnets y las tarjetas plásticas que abultan las billeteras no son otra cosa que la evidencia de nuestra vinculación a las organizaciones. Las organizaciones son expresión de la voluntad humana, no de la naturaleza. Si no las creamos, ellas no se crean solas. Sin las organizaciones sería hoy imposible la obtención de bienes y servicios. Las tareas complejas no pueden ser realizadas por individuos aislados, se requiere la cooperación y la asociación de talentos, competencias y habilidades. Leo en un texto de gerencia moderna: “Una organización puede definirse como dos o más personas que colaboran dentro de unos límites definidos para alcanzar una meta común”. Sin organización no hay eficiencia, no hay resultados. Hasta la delincuencia tiene que estar organizada para cumplir con eficacia sus destructivos propósitos contra la sociedad… Y si las organizaciones son creación humana y si les damos vida propia son también afectadas por el paso del tiempo, por el ciclo vital, por períodos de auge y decaimiento, y dependiendo de nuestras decisiones y de las contingencias externas sujetas a permanecer por muchos años, a la muerte temprana, súbita, o en definitiva al cierre y la liquidación.
Los inicios de las Damas
El primero de junio de 1934, en Medellín, en la sala de su casa, la señora Mercedes Restrepo de Bernal y un grupo de amigas crea el Comité de Damas de la Caridad con el objetivo de “Ayudar a las personas y familias necesitadas en sus propios domicilios y en general socorrer a los indigentes en toda forma y por cuantos medios sean posibles”. Las Damas que acompañaron a doña Mercedes como socias fundadoras fueron: Luisa Ángel de Henao, Ana Cárdenas de Molina, Luz Echavarría, Inés Fernández, Maruja Gómez, Ángela Jaramillo, Margarita Jaramillo de Restrepo, Maruja Molina de Tamayo, Ana Restrepo de Gautier, Isabel Restrepo Restrepo, Clementina Trujillo y Maggy Villa de Ortiz.
En su viaje de luna de miel a la ciudad de París doña Mercedes y su esposo el médico Alberto Bernal Nicholls conocieron la obra de las Damas de la Caridad, fundada por San Vicente de Paul en Francia en 1617, con el objetivo de luchar contra la pobreza y otorgar a las mujeres un papel reconocido en la Iglesia Católica y la sociedad. San Vicente vio que era indispensable organizarse para atender la pobreza. Caridad: Sentimiento que impulsa a amar y procurar el bien al prójimo, dice el diccionario Planeta de la lengua española. Y la misericordia, tomado del mismo diccionario, es la compasión que impulsa a ayudar o a perdonar. Como mandato para sus fieles estableció San Vicente el cumplimiento de las obras de misericordia a las que clasificó en corporales y espirituales:
Las corporales:
· Visitar a los enfermos
· Dar de comer al hambriento
· Dar de beber al sediento
· Visitar a los presos
· Regalar vestido a los pobres
· Dar posada al peregrino
· Dar sepultura a los muertos
Las espirituales:
· Enseñar al que no sabe
· Dar buen consejo al que lo necesita
· Corregir al que se equivoca
· Consolar al triste
· Perdonar las ofensas
· Rogar a Dios por los vivos y los muertos
· Sufrir con paciencia los defectos del prójimo
Se concebía y se practicaba el sagrado precepto de las obras de misericordia atendiendo por igual las necesidades corporales y las espirituales. Mientras que la acción filantrópica implica el acto de donar sin contacto con el donante, la acción caritativa implica, necesariamente, la relación personal entre el donante y el beneficiario. Para la doctrina protestante sólo la fe en Dios salva las almas, para la doctrina católica además de la fe es necesario hacer el bien a los semejantes para ganar indulgencias a la vida eterna.
A la visita semanal a los enfermos las Damas de la Caridad de Medellín le sumaron otros deberes a ser cumplidos por las socias:
· Velar porque los niños asistan a las escuelas y al catecismo y que hagan la primera comunión a su debido tiempo.
· Informarse personalmente y por medio de personas vecinas o conocidas de dicha familia de sus necesidades materiales.
· Enseñarle a las familias principios de higiene, haciéndolo con la mayor discreción y tacto, viendo que su casa esté limpia y aseada; que si hay niños menores de un año se les dé leche esterilizada, enseñándosela a preparar, y si son mayores se les dé una alimentación apropiada.
· Llevar a la familia visitada la limosna que haya ordenado la Presidenta.
· Informar a la Presidenta sobre el estado de la familia a su cuidado. Este informe debe darlo lo más pronto posible, después de su visita; puede hacerlo personalmente o por teléfono.
· Asistir a reuniones cada vez que lo exija la Presidenta.
· Dar una limosna mensual para la Sociedad, esta limosna es voluntaria.
La obra social toma cuerpo:
Dos meses después de la creación del Comité, el día 4 de agosto de 1934, en la casa de la señora Presidenta y fundadora, a las 10:30 de la mañana, Doña Mercedes y su equipo de 12 socias voluntarias informan que eran ya 27 el número de familias socorridas con los bonos. Nombraron, además, comisiones para la Obra como mercados, leche, vestuario y drogas. El 9 de octubre de 1941, el Comité se constituye en Corporación para obtener la personería jurídica. Establece un Comité Directivo compuesto por 10 Damas y cada Dama presidía un subcomité que se componía a su vez por otras 10 Damas. El Comité Directivo elegía por votación secreta la Presidenta, Vicepresidenta, Secretaria y Tesorera. En el primer año de labores los servicios prestados fueron de ayudas económicas. De 1936 a 1951, en una segunda etapa, sin dejar las ayudas económicas, trabajan en proveer vivienda en alquiler a familias sin padre bajo la modalidad de pabellones. En 1944 encomiendan la administración de los pabellones a las Hermanas Vicentinas extendiendo a esas familias servicios de jardín infantil, escuela primaria, complemento alimenticio, becas, consulta médica y colonia de vacaciones escolares. En 1947 se da la administración del programa a personal profesional en bienestar social. Por esos años Doña Luisa Ángel de Henao, socia fundadora, y segunda presidenta, dona a la Sociedad una finca de 18 cuadras en el barrio las Estancias de Medellín, habitado por familias de bajos recursos en la zona centro oriental de la ciudad, en la vertiente del cerro Pan de Azúcar. Esta donación fue hecha con el fin de que la organización tuviera un lugar adecuado donde proyectarse a una comunidad total, en un programa amplio. Las Damas inician el trabajo de desarrollo comunitario en las Estancias en 1951, que para entonces contaba con 5.000 habitantes y dieron por terminado allí su labor en 1971, con un estimado de 12.000 personas. El trabajo en el barrio se realizó a través de tres proyectos:
a) Centro Vecinal el Rosario
b) Refugio Santa Luisa de Marillac
c) Construcción de vivienda
Las actividades del Centro Vecinal el Rosario la realizaban conjuntamente voluntarias, trabajadoras sociales y estudiantes de práctica de la Facultad de Trabajo social de la Universidad Pontificia Bolivariana y de Promoción Social del Cefa. Las actividades del Refugio (salas cunas, jardín infantil, restaurante, costurero y almacén de ropa) estuvo a cargo de las Hermanas Vicentinas.
¿Cómo y de dónde las Damas obtenían los recursos económicos para sostener la Obra?
Ayer como hoy la obtención de fondos es una actividad incesante y permanente de las ONG. Sin recursos adecuados no es posible la sostenibilidad de la organización y la prestación de servicios a la comunidad en forma oportuna y con calidad. Múltiples y muy creativos fueron los medios empleados. Desde la rifa de un anillo hasta la administración de una bomba de gasolina. Y todo fue posible porque además de su mística y de su compromiso alcanzaron a tener, en su mejor época, una fuerza organizada de 360 voluntarias. Es de destacar la labor y la visión de doña Ana Restrepo de Gautier, socia fundadora, Presidenta y tesorera en varios períodos; fue ella la que tuvo y mantuvo la brillante idea de crear el fondo acumulativo, el cual consistía que por cada peso que entrara a las arcas de las Damas se destinaba un porcentaje, intocable para gastos de funcionamiento. La constitución del fondo, su pulcro y atinado manejo fue el origen del patrimonio del cual hoy sigue disponiendo la Fundación.
DE LA SOCIEDAD DE DAMAS DE LA CARIDAD A LA FUNDACION BIENESTAR HUMANO
A continuación transcribo de la reseña histórica institucional las notas escritas por las socias Stella Jaramillo e Inés Elvira Gautier Restrepo:
“En el acta 227 de octubre 6 de 1961 , de la Junta Directiva de las Damas de la Caridad, se presenta la primera inquietud de fundar una entidad jurídica diferente a ésta, a raíz de una noticia que llega a la Junta, sobre la posibilidad de centralizar, inclusive económicamente, las Asociaciones de las Damas de la Caridad del país. Se recibe, además, una comunicación de la Asociación de París, en la cual se sugiere cambiar el nombre “Damas de la Caridad” por no estar de acuerdo al momento que vive el mundo.
Posteriormente surgen presiones para que se nombre, como director de la institución, a un sacerdote. Esa dirección se sugiere, no solo para los aspectos de orden espiritual, sino también directivo, administrativo y financiero.
En el mes de agosto del año 1963, las Damas de la Caridad ven con mayor claridad que el hecho de pertenecer a una organización mundial se está prestando, poco a poco, para que dicha pertenencia sea, no una afiliación de tipo espiritual, sino temporal, con influencia en la dirección, en el manejo de bienes y programas. Se cristaliza entonces la idea de formar una Personería Jurídica paralela, a la cual puedan transferir los bienes en caso de necesidad. En este momento no se realiza el proyecto debido al desacuerdo de dos socias. La Junta respeta el pensamiento de sus socias y decide esperar a que los acontecimientos determinen la conducta a seguir.
Dos años después, a raíz de los Congresos de Damas de la Caridad realizados en Manizales y Barranquilla, se presentaron hechos más claros acerca del objetivo de los sacerdotes y religiosas vicentinas, de asumir en toda Colombia, como ya lo tenían en la mayoría de ciudades, la dirección, orientación y manejo de las Asociaciones de Damas de la Caridad.
A mediados del año 1966 se recibió una visita oficial, en la cual los Padres Lazaristas manifestaron su intención de asumir la dirección de la Sociedad de Damas de la Caridad. Este hecho hizo realidad la idea surgida en 1963 y fue así como el 9 de noviembre de 1966 en la sede del Centro Femenino de Estudios un grupo de 22 Damas se reúnen en asamblea y crean la Fundación para el Bienestar Humano, la cual obtiene Personería Jurídica de la Gobernación de Antioquia el 15 de febrero de 1967.
En junio de 1967, mediante contactos con las Asociaciones de Damas de la Caridad de Manizales y Cartagena, se supo que la comunidad Vicentina asumió la dirección de esas Asociaciones y la orientación tanto administrativa, como económica; se evidenció, además, el proyecto de hacer lo mismo con las asociaciones que aun eran independientes.
De acuerdo a la constancia del Acta 292, se determinó pasar los bienes de la Sociedad de Damas de la Caridad a la Fundación para el Bienestar Humano. Quedaron, pues, en adelante, los bienes en manos de la Fundación, y los contratos de trabajo del personal y los programas del barrio Las Estancias, en manos de las Damas.
En el año de 1968, a raíz de nuevos hechos confirmatorios y de haber visto muy claramente la Asociación que su nombre, Damas de la Caridad, no daba una respuesta al espíritu del Concilio Vaticano II, determinó pasar los contratos de trabajo y la dirección, orientación, administración y ejecución de programas de trabajo, a la Fundación para el Bienestar Humano.
Quedó establecido muy claramente, en el acta 308, que la Sociedad Damas de la Caridad subsistiría como personería jurídica, por el tiempo que se considerara prudente, mientras la ciudadanía se familiarizara con el nombre de la Fundación y aprendía a verla como lo que es, la depositaria y continuadora de la obra de las Damas de la Caridad.
(…) El barrio Las Estancias formaba parte de una parroquia. Durante los veinte años de trabajo, la parroquia fue regentada por tres sacerdotes. Con los dos últimos se presentaron dificultades, que con el tiempo se hicieron imposibles de manejar e impidieron la presencia de la Fundación en Las Estancias.
Los hechos más determinantes fueron las situaciones de conflicto que se creaban en el trabajo al ser la Fundación una institución civil e independiente sobre la cual los párrocos no tenían injerencia, ni en la dirección, ni en la administración, ni en la toma de decisiones.
Como el trabajo que realizaba la Fundación en el barrio tenía como base la participación activa con la comunidad, ésta se veía implicada en las acciones y la ponía en serio dilema entre los valores religiosos representados por la parroquia, y los programas que desarrollaban con la Fundación”.
La Fundación Bienestar Humano redefine su misión y sus programas
Beatriz Restrepo Gallego, filósofa eminente y siempre cercana al mundo de las ONG nos ha señalado el talante moral y ético que anima y permea el modo de ser y de actuar de estas organizaciones sociales. Cuando en una organización priman los criterios éticos estos no se negocian ni se transigen, en especial cuando se presentan conflictos de interés.
Admirable y aleccionador ejemplo de resolver un conflicto en beneficio, ante todo, de los intereses de la comunidad sobre los de la organización. Cuando las personas son éticas, la organización es ética. De poco sirven los reglamentos, las declaraciones de principios y los códigos de gobierno corporativo si las personas no encarnan los valores éticos.
Los conflictos y su forma de resolución son, en definitiva, cruciales para el cambio personal y organizacional. El retiro del barrio Las Estancias dio inicio a una nueva etapa en la vida de la Fundación: la etapa del trabajo promocional y preventivo, a nivel nacional, con las familias y los educadores. Incluyó como socios, en su Junta Directiva y los comités, por primera vez, a un grupo de hombres: Juan Isaza, Luis Fernando Sanín, Francisco Luis Palacio, Julio Ospina, Sergio Martínez y Juan Guillermo Jaramillo, nuestro actual Presidente de la Junta Directiva. Otro mérito de la Damas: haber sido precursoras de la equidad de género… con los hombres.
En 1973 se elaboró el primer Plan General de Trabajo con “el propósito de dedicar todos sus recursos materiales y humanos a trabajar en la interrelación familiar, con los padres y madres de familia como gestores, autores y primeros responsables de esa interrelación”. En ese año establece la primera imagen corporativa de la Fundación. En 1974 se conforma un equipo de profesionales de las ciencias sociales pagados por la Fundación y vinculados a término indefinido. Tres programas determinaron la acción: Formación para la vida en Familia, Formación para el trabajo con la Familia y la investigación social. Las modalidades de atención fueron presencial, a distancia y por radio. Metodologías innovadoras en su tiempo que permitieron, y aun permiten, llegar a las familias rurales que viven en lugares lejanos y de difícil acceso. En los años 90 del siglo pasado se amplió el trabajo con niños, niñas y adolescentes. Se diseñaron y ofertaron nuevos servicios educativos y otras metodologías de intervención. En 1994, después de 60 años, un socio hombre el Doctor Oscar Pelaez Villa llega a la Presidencia de la Junta Directiva. El trabajo interinstitucional y en alianza se afianzó como norma. En la primera década del presente siglo se amplía el portafolio de servicios: La conferencia-taller, el conversatorio, el taller terapéutico, el taller evaluativo, el taller reflexivo, la asesoría psicosocial y la terapia familiar y de pareja se introducen como técnicas en la gestión social con las familias. En el 2004 al celebrar los 70 años cambia la imagen institucional y empieza a denominarse Fundación Bienestar Humano. Las cifras consolidadas de esa gestión dicen que hemos hecho presencia en todos y cada uno de los 32 departamentos del país y en 521 municipios; que hemos realizados convenios y/o contratos con 420 organizaciones público/privadas y con 725 emisoras comunitarias y parroquiales así como 63 investigaciones sobre temas relativos a la dinámica familiar. La proyección cuantitativa total estimada de los asistentes, sin incluir la cobertura radial, la estimamos en 1.330.222 personas.
Significativas las cifras de la cobertura geográfica y poblacional de los servicios a las familias. Honrosos los reconocimientos de las ONG colegas y las distinciones oficiales otorgadas las cuales se agradecen, pero lo más valioso es tener la certeza, testimonial y científica, del cumplimiento de la misión institucional: “Contribuir a crear una sociedad más justa, democrática y pacífica, propiciando cambios positivos de actitud y de comportamiento en el entorno de la vida cotidiana de las familias, mediante el acceso al conocimiento científico y a la reflexión participativa acerca del desarrollo humano y las relaciones familiares y comunitarias”.
Regreso al diccionario de cabecera: Misión: Obra que una persona o colectividad se siente obligada a realizar. Si no hay cumplimiento de la misión, no hay razón valedera que justifique la existencia de una organización. Las organizaciones y aún más las sociales que están regidas por imperativos éticos se deben a las comunidades, a su público objetivo; no están para mantenerse a sí mismas. Es en los momentos cruciales donde se pone a prueba el poder de decisión de las asambleas, las juntas y las direcciones ejecutivas. Las Damas fervorosas católicas supieron diferenciar entre su credo y las conveniencias materiales de la Obra. Con respeto y firmeza disintieron de las pretensiones administrativas y económicas de los curas párrocos y de los padres lazaristas. Es por ese valor y por las decisiones tomadas que la Fundación puede mostrar, con sano orgullo, su balance social de los últimos 35 años. Existen personas y colectivos que hacen muy bien el mal, otros que hacen muy mal el bien. No basta con querer hacer el bien y evitar el mal. El bien hay que hacerlo muy bien. Las Damas de la Caridad así lo hicieron. Su legado de compromiso, entrega, y responsabilidad en el trabajo con y para las familias nos enorgullece y sigue vigente después de 75 años. Cambia el Estado, la sociedad, las familias, las personas, que tal si no. Permanecen inalterables los principios, los valores. Desde 1934 el principio fundamental que guía la acción con las familias es el respeto por la dignidad humana, esto significa reconocer en cada persona participante su voluntad, sus capacidades y competencias para reflexionar, aprender y efectuar cambios positivos en su vida personal, familiar y comunitaria; significa, también, aceptar a los participantes en su diversidad y en sus diferencias, y tener una escucha activa frente a sus opiniones, dudas, sugerencias o reclamos.
Del presente y futuro de las familias y de la Fundación Bienestar Humano
Hemos recordado el pasado de la Fundación, pero qué podemos decir de su presente y futuro; ellos están y estarán asociados al devenir de las familias y de la sociedad.
¿Cuál es el panorama de las familias colombianas y antioqueñas en los inicios del siglo XXI? Tres son los escenarios en los cuales las podemos ubicar y caracterizar: la tradición, la transición y la ruptura. Las tres formas coexisten en el presente y se dan bajo una misma estructura de parentesco. Existen familias conformadas bajo el rito católico, con pareja monogámica estable, padre proveedor y madre hogareña. Hay familias donde la pareja vive en unión de hecho, ambos trabajan y comparten los oficios domésticos, la crianza de los hijos y la relación se establece en un contexto de diálogo y democracia. Y otras familias, no las más numerosas, que han roto con la tradición, han superado la transición y se sitúan en el plano de la ruptura, aquí los roles de la pareja pueden estar invertidos, existiendo distintos arreglos para la vida doméstica y las relaciones con los hijos. Las familias no se están acabando, ni se van a desintegrar por completo. Se recomponen. Unas funciones se debilitan, otras pasan al Estado, y otras se fortalecen. Si bien el enfoque de derechos, los progresos en la legislación, en la educación y en la conciencia colectiva propenden por una vida familiar más armoniosa, aún persiste el abandono, el maltrato infantil, la violencia contra la mujer y el abuso sexual como factores atentatorios de esa armonía.
La Fundación sigue creyendo que la promoción y la prevención son estrategias acertadas en el trabajo con las familias. En promoción continuaremos con el diseño y transmisión de nuevas series radiales pregrabadas y campañas como forma de llegar a las poblaciones rurales alejadas y de difícil acceso que no disponen de otros medios de acceder a la formación para la vida en familia. En prevención hemos focalizado la intervención en dos temas: la Desactivación de la Agresión Intrafamiliar y la Prevención del Embarazo en Adolescentes. El primero lo desarrollamos con padres y madres en sus comunidades barriales y el segundo con jóvenes escolarizados de instituciones educativas oficiales, es de mencionar que este proyecto fue preseleccionado por el BID y la UNESCO como una experiencia significativa. Consideramos que la formación de agentes multiplicadores para el trabajo con las familias es una metodología exitosa que posibilita no solo cualificar a educadores y profesionales sino, además, maximizar el impacto y la cobertura.
Seguimos afirmando, mientras científicamente no nos demuestren lo contrario, que los padres y madres no existen sólo como progenitores, para proveer cuidados físicos y atender las necesidades materiales de los hijos, ellos son, ante todo, figuras de identificación. Su presencia, permanencia, su modo de ser y trato, independiente del tipo de familia, moldean, sientan las bases de la personalidad. No compartimos aquellas afirmaciones en el sentido que la influencia de los padres y madres es poco significativa pues hacerlo sería validar la instalación de una práctica desresponsabilizadora de ellos para con sus hijos. Estamos en total acuerdo con los derechos de la infancia y con la prioridad de su atención en jardines infantiles pero insistimos en que no basta con asegurarles un ambiente institucional y social con todas las especificaciones si se carece de un adecuado ambiente familiar para su crecimiento y desarrollo. Niños y niñas son pobres porque sus padres y madres lo son. Para citar el caso de Medellín el índice de analfabetismo adulto es del 7.06%, ello significa que, aproximadamente, 174.800 personas han estado excluidas del derecho a la educación. Para aportar a la solución de este problema social la FBH inició en el 2000 el programa de alfabetización de adultos que hoy recibe el nombre de “leer y escribir: la realidad para ser libres”. El programa incluye acciones de acompañamiento sicosocial y alfabetización emocional, que les permite validar la primaria y tomar iniciativa en proyectos productivos. En el 2009 atendimos 240 adultos y familias del sector de Moravia. Y mientras haya adultos por alfabetizar, tarea que el Estado y la sociedad deberían haber culminado hace muchos años, la Fundación seguirá siendo una oportunidad para su verdadera inclusión social en compañía de sus familias. En el 2010, con el apoyo de la Fundación Fraternidad Medellín, replicaremos el programa con 300 adultos de los barrios de la Cruz y la Honda.
En la lucha contra la pobreza muchas han sido, y serán, las estrategias, los programas y las políticas públicas gubernamentales, de las agencias internacionales de cooperación y del sector social. A buena hora la Comisión Económica para América Latina CEPAL ha señalado la importancia de identificar e involucrar a las familias como actores del desarrollo. En México, Brasil, Chile y Colombia, bajo distintos nombres, los Estados vienen trabajando con las familias. En nuestro país el programa se denomina Familias en Acción y en nuestra ciudad, Medellín Solidaria. No estaban tan equivocadas las Damas de la Caridad cuando insistían en atender a las familias en sus domicilios para aliviar la pobreza. Ayer eran 360 voluntarias hoy son profesionales pagados por el municipio de Medellín. En el pasado bajo un enfoque asistencial, hoy bajo un pretendido modelo integral de inclusión y de equidad. Lo cierto es que aun el 60% de los colombianos vive en situación de pobreza. El cuestionamiento que nos hacemos es que una política asistencial de subsidios a las familias mitiga la pobreza pero no la supera. Grandes paradojas tienen las familias colombianas: en ellas se manifiesta la violencia conyugal, el maltrato infantil, el abuso sexual, el abandono, pero a la vez son ellas las que establecen ingeniosas estrategias de sobrevivencia para aminorar los efectos de las crisis económicas sobre el empleo de las personas, son ellas la única esperanza y fortaleza de los secuestrados, de los que están en prisión, de los que sufren el desplazamiento forzado, el impacto de las minas antipersona y de los migrantes que buscan en el exterior las oportunidades que no encuentran en el país. Lo que las familias no puedan o dejen de hacer por sus miembros le toca al Estado y a la sociedad asumirlos con mayores costos y riesgos. La ausencia de políticas públicas claras, consistentes y de mayor permanencia con respecto al bienestar de las familias es una ausencia notoria que las ONG que trabajamos con las familias hemos señalado desde hace bastante tiempo y de forma reiterada.
Desde el primer Plan de Trabajo con la Familia, en 1973, la Fundación incorporó la investigación aplicada y la evaluación como acciones inherentes a los programas. Publicar más, seguir conociendo e investigando la realidad cambiante de las familias es el reto que aún tenemos como organización; ello implica seguir abiertos a la transformación, a innovar, a desechar lo caduco, pero también a reafirmar los principios, a valorar lo que debe permanecer. Sigue el reto de llegar con nuevas propuesta pedagógicas por medio de la televisión y el internet a otros públicos.
Seguiremos estableciendo alianzas y socios como la estrategia más válida para crecer, para optimizar recursos, para obtener resultados. Cada vez más el Estado, la sociedad y las ONG toman conciencia de empoderar a las familias como actores de cambio y de desarrollo y no como sujetos pasivos de la intervención, como meras beneficiarias de los proyectos y servicios.
De mi vinculación y estadía en la Fundación:
Y como hemos visto que la historia de las organizaciones se cruza con las historias de las personas quiero, para ir terminando estas líneas, expresar lo que ha significado para mí la vinculación a esta Fundación. Fue en 1984, en el cincuentenario de la Fundación, siendo Directora Inés Elvira Gautier Restrepo, que fui contratado como profesional facilitador. De 26 años llegué, con menos kilos, con más pelo y sin ninguna cana. Con entusiasmo y con la mochila al hombro recorrí, durante 5 años, municipios, veredas y regiones lejanas del país y conocí personas, comunidades, familias y grupos deseosos de aprender y compartir el trabajo con las familias. Innumerables las anécdotas vividas. Narro alguna de ellas.
En mi primer viaje a Boyacá, como buen paisa, esperaba desayunar huevos revueltos con aliños, arepa, quesito y chocolate pero la única vianda del menú era un huevo duro que flotaba en un caldo frio y lechoso llamado changua. El desayuno se convirtió en ayuno. En ninguno de mis viajes posteriores a Boyacá pude encontrarle el gusto a tan afamado plato regional. El desquite vino después en el municipio de Capitanejo, la llamada capital caprina de Colombia, en límites entre Boyacá y Santander, en la entrada al imponente cañón del río Chicamocha. Allí en sus áridas vertientes crece silvestre el orégano y pastan libres las cabras y sus críos. Pude degustar, varias veces, el cabrito con pepitoria, ese si un exquisito plato regional.
En el municipio de la Belleza, Santander, después de 1 hora de viaje en un sonoro bus de línea a las 10:00 de la noche, en plena carretera, mi compañera de viaje desde Bogotá, una joven campesina santandereana dio a luz. No la asistí pero sí me tocó presenciar el alumbramiento de su primogénito, un rollizo varón.
Los viajes eran de domingo a domingo y la mayoría de las veces el alojamiento y la alimentación tocaba en las casas de los maestros. En Barrancabermeja tocó trabajar con las maestras en el patio de una escuela, de una a cinco de la tarde, buscando refugio de 40 grados de calor sofocante bajo la sombra de un palo de mangos. El problema no fue tanto la temperatura sino la distracción causada por las maestras: para refrescarse y no dejarme trabajar se abanicaban con sus faldas… Varias veces la llegada al pueblo era los domingos por la tarde y en no pocas ocasiones fallaba el contacto con el maestro responsable de nuestra recepción y alojamiento. Eran los tiempos lentos del telegrama y de TELECOM, no los del correo electrónico y el instantáneo celular de hoy. Así que tocaba mirar al páramo, preguntar por un hotel o una pensión y buscar un ayudante para cargar la maleta y la caja de cartón llena de manuales para los maestros. Y en una de esas en el municipio de Herveo, departamento de Caldas, cerca al Nevado del Ruiz, rato después de haber fumigado la cama de la pensión contra las pulgas, ésta traqueó y sin luz, y sin linterna, tocó pasar una noche de insomnio con el colchón en el piso. En el municipio de Molagavita, provincia de García Rovira, en Santander, con mi llegada, fue la primera vez en toda su historia que los maestros recibían capacitación y muy atentos, de ruana y sombrero, me dejaron exhausto pero feliz saboreando su café “abrigadito” es decir calientico acompañado de sus ricas galletas llamadas panuchas. Y feliz fui, también, cuando al terminar un curso con madres de familia en el barrio la Avanzada de Medellín, en límites con Guarne, allí donde el viento se devuelve, se me acercó un niño a darme las gracias porque debido a las “clases” su mamá ya no le pegaba más y lo trataba mejor. En Juan José, en las selvas de Tierra Alta, Departamento de Córdoba tuve que vencer el miedo a las culebras que cruzaban por mi habitación y creer en lo que me decían las Hermanas Lauritas acerca del pacto de la madre Laura de que ninguna serpiente atacaría a una de sus hermanas o a quien estuviese cercano a ellas, y así fue pues ninguna de las cinco culebras venenosas que vi me picaron.
En Córdoba, municipio de Tuchín, resguardo de San Andrés de Sotavento, donde elaboran el famoso sombrero vueltiao, tuve la oportunidad de conocer a Don José un artesano indígena, descendiente de los Zenú; me invitó a pasar a su humilde bohío, allí dos ataúdes negros centraron mi atención, uno abierto que servía de guardadero de los juguetes de los hijos y otro encaramado en el zarzo. Al notar mi asombro y sin darme tiempo a preguntar me dijo que él y su señora eran personas pobres pero dignas, que el extremo de la miseria y de la indignidad era morirse y tener la familia que salir a prestar el “cajón” entre los vecinos para ser enterrado. Que él y su señora podían morir en paz y en tranquilidad porque ya tenían comprados sus “cajones”. ¡Qué admirable lección de vida y de dignidad la que me enseñó don José…!”
Y así transcurrieron los primeros cinco años de mi vinculación a la Fundación. Un día el trabajo era con campesinos, al día siguiente con altos ejecutivos de empresas. Cada grupo un reto nuevo, un manantial de aprendizajes. Cada clausura de un curso una manifestación colectiva de agradecimiento y alegría por los conocimientos y experiencias compartidas, las cuales se expresaban con la entrega de una bella tarjeta con las firmas de los participantes, una botella de cordial de manzana y una deliciosa torta envinada. Pero también hubo momentos tristes como el de los educadores de Armero, Tolima, con quien tuve la oportunidad de compartir, durante una semana, la primera fase del curso de formación para el trabajo con la familia. La erupción del volcán nevado del Ruiz, en noviembre de 1985, un mes después de mi estadía, nos impidió realizar la segunda fase del curso. La tragedia de Armero que muchos vimos por televisión terminó con la vida, sueños y familias de la mayor parte de los 60 maestros que conocí. En la memoria quedan los buenos recuerdos de socios de la Fundación y de amigos, que tuve el privilegio de conocer y que ya no nos acompañan con su presencia física, como los de Beatriz María Molina, pionera de la terapia familiar en Colombia a quien hoy rendimos homenaje con la publicación póstuma de su obra, Margarita Inés Restrepo Santamaría reconocida periodista quien por 28 años fue directora de nuestro periódico Generación y Hernán Henao Delgado eminente antropólogo, profesor e investigador en temas de familia y miembro de la junta directiva.
25 años más tarde como Director Ejecutivo, con más quilos, menos pelo y muchas canas, pero con el mismo entusiasmo del inicio, otras son las experiencias, las tareas, los compromisos. La gestión administrativa, humana y financiera es necesaria en toda organización pero absorbe toda la energía y todo el tiempo. El pasado exitoso no es prenda de garantía del aseguramiento de la sostenibilidad de una organización; ésta es una tarea del día a día que nos va acercando al inevitable momento del empalme y el relevo generacional. Logro de toda organización es seguir existiendo tras la muerte de sus fundadores. Logro que podemos acreditar desde hace muchos años. Las Damas de la Caridad, estén donde estén, deben sentirse muy satisfechas por el devenir de su obra.
Incierto es el futuro, ya lo sabemos, pero tengo la certeza que mientras las familias existan y requieran de apoyo y acompañamiento, esta noble y querida Fundación estará siempre con ellas. Otros socios, otros profesionales tendrán a su cargo la celebración de los 100 años de la Fundación. Agradezco a los socios y socias presentes, a la Junta Directiva y al equipo de empleados toda la paciencia, la confianza y el apoyo brindado durante esta larga estancia. Disculpen apreciados colegas y amigos la extensión de estas líneas y el abusar de su tiempo, pero no me era posible resumir, en pocas frases y en breves minutos, 75 años de rica historia institucional y personal.
Muchas gracias por su presencia y atención.
Club Medellín, 3 de diciembre de 2009